CELOS

CAPÍTULO CINCO

—Quiero poner este culo a mi nombre —dijo agitado el alfa portugués, haciendo que Lionel riera un poco por su intento de chiste— Por ti daría el mundo entero.

Se volvieron a besar con más intensidad devorándose soltando feromonas que incitaban al otro, la mano traviesa de Lionel se deslizó suavemente hasta tocar el pene de Cristiano sacando un gemido bajo de su boca, empezó a mover su mano suave pero a un ritmo constante.

—¡Mierda! ¡Sí! —dijo Cristiano con los ojos cerrados a causa del placer —Hazlo con tu boca —ordenó mientras empujaba a Messi hacia el suelo.

Lionel no puso ninguna resistencia y se puso de rodillas ignorando su dolorosa erección, comenzó tocando la base para luego pasar a tocar las bolas cargadas de semen, puso su boca en la punta mientras con sus manos seguía tocando las bolas, chupó y amasó el gran pene de Cristiano. Los demás alfas podrían ver este acto como un insulto a su casta dominante, pero la verdad era que Lionel lo veía como un acto del amor más puro, no era para nada denigrante y él amaba hacer eso.

Cristiano se corrió en la deliciosa boca de Lionel casi ahogándolo con su esperma, a pesar de todo Lionel tragó todo lo que pudo, aunque algo de semen se resbaló por la comisura de sus labios. Cristiano lo alzó del piso y lo llevó hasta la cama, quitándole toda la ropa que tenía y lanzándola al otro extremo de la habitación. Lo dejó sobre la cama mientras sacaba de uno de los cajones de la habitación el lubricante.

—Abre las piernas —dijo mientras se subía a la cama.

Lionel obedeció mientras Cristiano abría el pequeño frasco lleno de líquido transparente y se untaba los dedos. Uno de sus dedos se deslizó suavemente por el ano del delantero Argentino haciendo que este soltara un gemido, el dedo entraba y se retiraba simulando embestidas, cuando Cristiano sumó un segundo dedo el argentino dio una especie de grito que prendió aún más de lo que estaba al portugués, amaba ver a Lionel sumido completamente en las garras de la lujuria y aún más cuando sabía que era provocado por él.

—Por favor —rogó Lionel con el rostro sonrojado.

—¿Qué es lo que quieres? —dijo jugando un poco con él.

—Ya lo sabés, Cris, por favor —rogó nuevamente desesperado.

—Oh cariño, me recuerda cuando entraste en celo y yo te encontré en el baño, te veías tan bonito rogando por un pene ¿Lo recuerdas? 

Sin más que decir Cristiano recorrió las tonificadas piernas de Lionel con su boca, dejando uno que otro chupetón o alguna mordida, causando que el otro alfa gimiera por aquel dolor tan satisfactorio. Se posicionó en el medio de sus piernas, causando que los dos penes se tocaran.

—¿Esto es lo que quieres? —Lionel respondió afirmativamente con un gemido, mientras Cristiano posicionaba su dura verga en la entrada que ya había preparado y acariciaba un poco el pene de Lionel, torturándolo— Mírate, el gran alfa Lionel Messi gimiendo como perra en celo ¿Qué pensaría la gente de su ídolo si te vieran así?

Cristiano sabía que no iba a aguantar más, así que entró poco a poco en aquella cavidad tan cálida, nunca se iba a cansar de la sensación de estar dentro de Lionel, amaba a ese hombre Argentino y haría lo que fuera para que se quedara a su lado por el resto de su vida.

Cristiano lo penetraba con los sentimientos a flor de piel, el sudor y las feromonas llenaban la habitación mientras los dos futbolistas seguían en su éxtasis pasional, las embestidas eran cada vez más lentas a medida que el nudo crecía. 

—Si pudieras quedar embarazado, créeme que hace mucho que ya habría puesto mis cachorros aquí —presionó en la parte baja del estómago del Argentino— Te habría atado a mí con unos cinco o siete cachorros, ¿Te lo imaginas? Unas pequeñas copias de ti y de mí corriendo por la casa.

Lionel, aún drogado por la lujuria, gimió en aprobación ¿Cómo hubieran sido sus hijos? Si tan solo hubiera nacido como un omega tal vez lo habría podido descubrir.

En la cumbre del éxtasis, el alfa portugués mordió a Lionel en la base del cuello casi en su glándula de olor, haciendo que este llegara al orgasmo y después de unas pocas embestidas más Cristiano vertió toda su semilla en el interior de Messi quedando unidos mediante el nudo, iban a estar pegados por lo menos unos veinte minutos.

De algo Cristiano estaba seguro, Lionel Messi era suyo, ese estúpido omega tramaba algo y él lo sabía, después se encargaría de ese asunto, ahora solo quería disfrutar de la compañía de Lionel.

Por fin les traje lo que tanto me pidieron, no soy muy buena escribiendo esto, pero espero que por lo menos esté decente.

Esto es un regalito porque no podré actualizar en un tiempo, la razón es que fui al oftalmólogo y me dijeron que tengo ojo seco y tengo que descansar de las pantallas. Por eso solo las debo usar para lo necesario volveré en unas semanas no se preocupen.

Les mando muchos besos ❤.

Ok, cambié muchas cosas en este cap. Lo volví a leer y no me gustó como quedó, así que lo cambié, espero que lo puedan volver a leer y me digan si les gustó.