01. Carry On

4.9K 506 23
                                    

Lucerys Velaryon, el amado segundo hijo de Rhaenyra Targaryen y el orgullo de Laenor Velaryon fue enviado a un periodo de exilio lejos de sus padres y hermanos por cinco años como castigo a sus acciones extremas contra Aemond Targaryen. Estaría al cuidado de sus abuelos Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen pero imposibilitado a regresar a tierra firme que no fuera Driftmark, lejos de su familia como penitencia.

La Princesa heredera rogó a su padre que no le arrebatara sus pequeño cachorro de cinco pero el Rey estaba dispuesto a intentar reparar aunque sea un poco las brechas que había entre su familia y darle un castigo suave a su nieto era apropiado. Fue así como a la mañana siguiente del incidente la comitiva de Viserys partió a Kings Landing, Rhaenyra, su esposo e hijos a Dragonstone y Lucerys se quedó junto a sus abuelos.

Las primeras semanas fueron difíciles, el niño estaba inconsolable por la ausencia de sus padres pero con el tiempo y el afecto de los adultos a su cuidado comenzó a aceptarlo y volver a su dulce personalidad, no era como antes por supuesto, tenía ataque de pánico con la sangre y pesadillas por la noche, era reservado con su abuela y prefería pasar la mayor parte del día oculto tras las piernas del líder Velaryon.

Recibía y enviaba cartas a sus padres casi diariamente, contándoles todo sobre su día y diciendo cuánto los extrañaba, que se seguía esforzando en sus lecciones y clases, el como sus primas eras geniales y divertidas, acerca de los duros entrenamientos con su tío Daemon o todo lo que había crecido Arrax pescando cerca de la costa.

Para cuando se cumplió un año de su estadía en Driftmark el niño ya se había hecho completamente a su nuevo hogar temporal, Rhaenys ya no era distante con él, al contrario, se mostraba tan dulce como su abuelo. Lo consolaba por las noches cuando tenía pesadillas, le pedía a los cocineros que le hicieran postres deliciosos cuando se portaba bien, tomaba el té todas las tardes con él y sus primas, lo mimaba tanto como a ellas, bordaba cosas para que las usara y lo abrazaba tan dulcemente cuando se lastimaba en los entrenamientos que sus heridas ya no dolían, perfumándolo con su suave aroma a lirios, casi como lo hacía su madre.

Para el tercer año en High Tide Lucerys ya sabía mucho de barcos, navegación, mareas, la luna y las estrellas. Corlys se encargaba de llevarlo con él en cada viaje a las Ciudades Libres que tenía, siempre manteniéndolo pegado a él por su protección y para que lograra aprender todo cuánto pudiera. Luke era inteligente, vivaz, lleno de energía y tan noble como pocos, para el Alfa mayor era como ver una versión pequeña y pálida de su propio hijo, la misma manía de separar la comida antes de consumirla, la forma en que se mordía los labios cuando pensaba o como no podía dejar de jugar con su jubón cuando estaba nervioso.

Fue a finales de ese tercer año que una gran expedición llegó a manos de Corlys, una pequeña flota bajo su mando se movería por las más grandes ciudades costeras de las Ciudades Libres en busca de nuevos tratos comerciales, era una oportunidad única por el gran número de invitaciones de señores poderosos de todos aquellos lugares, esos tratos no solo traerían más riquezas a su casa sino que también al Reino.

Para esas fechas el matrimonio de Laenor y Rhaenyra fue anulado, el hombre regresaba a su hogar ancestral pero para cuando eso pasó su padre e hijo ya habían partido. Lucerys Velaryon conoció muchos lugares en su travesía, aprendió un poco de todo, desde cómo hacer un trato con un comerciante, distinguir una alfombra mirysh real de una imitación, lo básico de los idiomas más comunes por esos lados del mundo, el arte de la espada Braavosi e incluso cómo tocar algunos instrumentos curiosos. Fue cerca del final que su presentación como Omega llegó, mostrando su aroma a lirios de fuego y brisa marina con orgullo.

Para cuando regresaron a Driftmark ya había pasado más de un año y su tiempo designado a Driftmark había terminado, era libre de volver con su madre. A pesar de eso Lucerys decidió permanecer dos lunas más ahí en compañía de su padre y abuelos, había extrañado tanto a su papá que pasó cada día pegado a él como una lamprea, contándole todo lo que había visto y aprendido o escuchando las historias que él tenía por darle.

Laenor siempre fue tan abierto con su afecto por él y sus hermanos como lo era su abuelo, siempre mirándolo dulcemente, acariciando su cabello y besando su coronilla llena de rizos caoba, impregnándolo de sus propias feromonas Alfa para mantener a cualquiera alejado de él. Para su regreso fue acompañado por toda una comitiva, su padre, primas y tío fueron también a visitar Dragonstone mientras sus abuelos lo despidieron con besos, abrazos y palabras de afecto, viéndolo partir más Velaryon que nunca a la par que un joven Arrax volaba cerca del barco junto a Seasmoke.

Su madre lo recibió con los ojos llenos de lágrimas, apretándolo contra su pecho y acariciando sus rulos mientras le decía cuánto lo amaba y todo lo que lo había extrañado, el resto del día se la pasó con los brazos envueltos en la cintura de su madre mientras ella se aferraba a él, reacia a volver a dejarlo ir, eran solo una madre Alfa con su hijo ahora Omega. Jacaerys también fue otro caso, se mantuvo tan cerca como se le permitió después de que lo abrazara efusivamente, besando sus mejillas aún regordetas y prometiendo que a partir de ese día haría un mejor trabajo como hermano mayor, defendiéndolo para que nadie volviera a dañarlo o alejarlo de ellos, cómo todo un orgulloso y protector Alfa.

Joffrey era un encanto, el chiquillo de cinco años era completamente adorable, mirándolo lleno de admiración y siguiéndolo a todas partes como si lo conociera de toda la vida, al parecer sus padres y hermano se habían encargado de contarle todo acerca de él, Luke no sabía si era realmente merecedor de tanta admiración.

Una semana después de su llegada su padre partió de regreso a High Tide en Seasmoke pero Daemon y sus hijas se quedaron, Rhaneys había solicitado que las niñas se convirtieran en Damas de Rhaneyra por lo que su estancia ahí era indefinida. Las mellizas Beta se acoplaron fácilmente al nuevo lugar, Baela completamente emocionada por tener a alguien de su edad que disfrutara tanto como ella de entrenar con la espada y Rhaena fascinada con el bello jardín que florecía en el castillo a pesar de la tierra volcánica en la que se encontraba, feliz de poder cuidar de las flores o agregar más a la colección.

Los meses se convirtieron en años, así como Laneor visitaba continuamente a sus hijos Lucerys hacía lo mismo con syu abuelos, incluso uniéndose de vez en cuando a algunos viajes de Corlys. Para cuando el castaño cumplió trece su madre volvió a casarse, esta vez con su tío Daemon, un Alfa en toda la palabra, convirtiendo así a Baela y Rhaena en sus hermanas, un años más tarde nació su cuarto hermano, Aegon III, hermoso y de cabellera platinada, ojos lavanda y piel pálida, de carácter dulce y sonrisa fácil.

Para cuando el pequeño Aegon cumplió dos años un nuevo integrante se había unido, Viserys II era tan perfecto como su hermano pero más difícil de complacer, Lucerys adoraba pasar largos ratos mimándolos y contándoles historias para ver sus lindas sonrisas.

Stronger: Dragon of the seaWhere stories live. Discover now