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Sabía que estaba vivo porque su corazón latía. Pero cuando latía así de rápido sentía que estaba muriendo. Esa cercanía era lo que lo estaba matando.

La silla en la que Quackity estaba sentado estaba muy cerca de la suya. Tanto que sus rodillas se tocaban.

"¿Por qué tienes rasguños en tus brazos?"

Quackity miró sus brazos. Abrió su boca para hablar, pero no dijo nada en un rato.

"Yo...he intentado suicidarme"

"Oh...pero ya no lo haces,¿Verdad?"

No hubo una respuesta.

"¿Por qué lo hacías?"

Fue entonces cuando él respondió.

"Conocí a alguien en el club" Empezó a decir. "Él era...un alcohólico imbécil, pero tengo que admitir que era la persona más sexy que había visto hasta el momento...y luego te conocí a ti, y me di cuenta de que estaba muy equivocado" Eso le sacó una sonrisa a Wilbur. "No te tomes eso muy en serio, por favor, te lo ruego. Es sólo un cumplido. Supongo que estuve saliendo con él...era muy feliz"

"¿Y luego qué pasó?"

"Él...me llamaba fuera de mis horas de trabajo, al principio para hablar y hacer cosas estúpidas de enamorados, pero luego empezó a tocarme sin mi consentimiento y cuando lo hacíamos él me llamaba una zorra y...y de ahí surgió todo. Él me decía muchas cosas muy horribles, y ya sabes, cuando repites muchas veces una mentira se vuelve realidad, o al menos tú crees que lo es"

"Tú mismo lo dijiste, es una mentira"

Eso sorprendió ligeramente a Quackity. ¿Él creía que era así? Era...lindo, por decirlo de alguna manera. Por primera vez había encontrado a alguien, además de sus amigos, que no creyera todas esas cosas malas. Wilbur debía estar loco.

Wilbur puso su mano en uno de los brazos de Quackity, y con uno de sus dedos trazó las marcas de rasguños.

"¿Tienes una pluma?"

Quackity sacó la pluma de patitos que siempre llevaba y se la entregó a Wilbur. Y él empezó a dibujar en su brazo. Eran estrellas y corazones. Y, al terminar, tomó su mano y dio un suave beso.

"No me sorprende que hayan terminado así...¿No era eso lo que Él nos decía todos los días?"

Quackity empezó a temblar. Y una sonrisa triste se formó en el rostro de George.

"Y tú temblabas, justo como ahora. Y pedía que cambiaras, y que yo cambiara. Y luego te fuiste"

"Y siempre supo que toda tu vida estarías solo, ¿No era eso lo que te decía?"

La sonrisa se borró del rostro de George.

"¿No se cumplió eso? Después de que me fuera no hubo nadie, ¿Me equivoco?"

"Alex"

"¿Cuándo fue la última vez que te abrazaron?" Dijo Quackity, finalmente levantándose de la silla, y acercándose a George, y empujándolo lejos.

"Basta"

"Ni siquiera has dado tu primer beso, ¿No es así? Y nunca lo vas a hacer. Porque, como Él dijo, estás destinado a estar solo"

Quackity fue quien tuvo la última palabra en esa conversación. George nunca había tenido la última palabra. Nunca se atrevió a decir algo más después de que alguien dijera algo así. Y se permitió llorar. Y Quackity se dio cuenta del error que había cometido, pero no se arrepentía. Porque se defendió, y se sentía bien.

Coffee eyes| QuackburWhere stories live. Discover now