LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 16 AL 20

Shen Liang dijo en tono burlón, mirándolo directamente a los ojos sin miedo.

"¿Quién te dijo esto?"

Al ver que parecía saber muchas cosas, Shen Ruiting se acercó a él y dijo amenazadoramente.

Shen Liang no le respondió de inmediato. El padre y el hijo eran como un alfiler contra un punzón, y ninguno de los dos tenía la intención de ceder. Después de bastante tiempo, Shen Liang miró significativamente a Liu Shuhan, que estaba de pie detrás de él. ¡Liu Shuhan no fue el único que supo cómo cambiar las culpas!

"No, no, mi señor. ¿Cómo podría decirle esas cosas?"

Al recibir la pista de sus ojos y ver que Shen Ruiting se estaba volviendo para mirarla, Liu Shuhan inmediatamente gritó: "Xiaowu, sé que me odias. Pero, ¿cómo puedes incriminarme así?"

¡Hijo de puta! ¡Cómo se atrevía a incriminarla frente al señor! ¡Todos sabían que Wei Zeqian era el tabú de Shen Ruiting! Una vez que él le creyera, ella nunca tendría un día tranquilo en esta casa. Con los años, a medida que los dos niños crecían, su actitud hacia ella solo mejoró un poco. No quería volver al tiempo frío e indiferente de antes, cuando ni siquiera tenía la oportunidad de verlo.

"Sabes si te incriminé o no. Hace cinco años, cuando me fui, solo tenía diez años. Sin la compañía de mi hermano mayor, rara vez salí de ese patio. En los últimos cinco años, me he quedado en la mansión en el campo. Ayer volví con heridas, y solo tú, la vieja señora y otros son los que vi. Si dices que no fuiste tú, ¿estás culpando a la vieja señora?

Al notar el afecto de ese hombre y el pánico en sus ojos, por un centavo y por una libra, Shen Liang decidió clavarla en el suelo. No podía esperar a que lo lastimaran todas las veces primero y luego se lo devolvieran, ¿verdad? Ya había dicho que no quería aguantarlo esta vez, y lo que dijo era cierto, ¿no?

"Tú..."

Obviamente, ella no esperaba que él todavía tuviera otro movimiento. Al ver que la expresión en los ojos de Shen Ruiting se volvió cada vez más hostil, Liu Shuhan lo agarró del brazo rápidamente y dijo: "No, no es así, mi señor. Yo no hice eso. Realmente no lo hice ... ."

"¡Humph!"

Shen Ruiting se sacudió las manos y preguntó: "Entonces, ¿quieres decir que es mi madre?"

Wei Zeqian era como la luz de la luna pura en su corazón que nadie podía tocar. A pesar de que sabía que algo andaba mal con las palabras de Shen Liang, todavía descargaba su ira en Liu Shuhan sin pensar.

"Padre, madre no dijo nada. Son todas las tonterías de Shen Liang".

Al ver eso, Shen Qiang se apresuró hacia adelante, pero obviamente subestimó la importancia de Wei Zeqian para Shen Ruiting. Siempre había sido favorecida, pero lo que recibió fue una mirada de su padre: "¡Cállate! ¿Por qué viene tanta gente aquí? Vuelve, y no se te permitirá venir aquí sin mi permiso en el futuro."

"¡Padre!"

Shen Qiang, que nunca había sido tratada así por su padre, se quedó estupefacta. Liu Shuhan tuvo que contenerla y se inclinó ante Shen Ruiting. Por fin, se llevó a su gente solo después de lanzarle una mirada dura a Shen Liang.

"Mi señor, por favor váyase. Mi patio es demasiado pequeño para acomodarlo, el gran buda".

Limpiándose la sangre en la comisura de su boca, Shen Liang torció los labios de dolor. Ya que le habían abierto la cara, ¡no hay necesidad de modales!

"Tú... yo soy tu padre.:

Al escuchar que lo llamó mi señor, la ira de Shen Ruiting, que acababa de disminuir un poco, aumentó rápidamente. Shen Liang se burló, "¿todavía recuerdas que eres mi padre? Pero pensé que no querías a este hijo hace mucho tiempo, ¿verdad? Si puedes ir al yamen y firmar un documento para cortar nuestra relación como padre e hijo, Estaré muy agradecido."