El hombre escapo.



[ ... ]




El rubio suspiro deteniendo su motocicleta, al bajar de esta se apresuró a abrir su chaqueta y sacar las llaves de su departamento de su bolsillo. Se acerco a la entrada empujando las puertas, subió las escaleras con una pequeña mueca que desapareció tan pronto reconoció la figura en el pasillo hablando por teléfono.

Steve sonrió al ver la cabellera rubia de su vecina, dicho gesto fue correspondido.

—Hola. — murmuro, hizo una seña que le saco una risita.

—Tengo que dejarte. — se despidió, espero unos segundos en la línea para después colgar girando hacia el rubio — Mi tía. Sufre de insomnio. — explico, el hombre negó despreocupado.

El silencio los envolvió y dudoso el decidió romperlo, señalando el bulto de ropa que ella llevaba en los brazos.

— Si quieres, puedes usar mi lavadora. Es más barata que la del sótano.

La mujer alzo una ceja, coqueta.

—¿A si? ¿cuánto cuesta?

—¿Un café? — pregunto, con cierta vergüenza en su voz.

La rubia soltó una risa baja.

—Gracias, pero...ya he puesto una abajo — él sonrió comprensivo ante su tono —Y no te conviene tener mi uniforme en tu lavadora. Salgo de una rotación en el ala de enfermedades infecciosas. — bromeo tratando de aligerar el ambiente

—Mantendré la distancia.

—Espero que no mucha.

Ambos rubios compartieron una sonrisa. Cuando giro dispuesto a entrar a su departamento, ella lo llamo.

—Por cierto, has dejado la música encendida. — el gesto curveado del hombre titubeo

—Es verdad, gracias.

Cuando la mujer desapareció en el pasillo, el rostro del rubio cambio por completo. Con rapidez salió rodeando el edificio hasta llegar al callejón secano a su departamento, tomando impulso se aferró a las ballas de la escalera de emergencia abriendo con cuidado la ventana. Entro con desconfianza, el brillo de su escudo lo atrajo a tomarlo, alerta a su alrededor.

Siguió el ruido, se preparó para un ataque, pero se detuvo cuando reconoció al hombre de tes morena recostado en su sillón.

—No recuerdo haberte dado una llave. — el reproche en su voz hizo que el hombre se enderezara

—¿Cres que la necesito? Mi mujer me ha echado.

Steve frunció el ceño.

—No sabía que estabas casado.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí.

—Lo sé, Nick. Ese es el problema.

Encendió las luces, cuando los rayos se reflejaron en el moreno, se sorprendió. El rostro magullado del hombre se frunció en una mueca de dolor, le hizo señas para después teclear con rapidez en su teléfono. Suspiro apagando la luz como este lo pidió.

"Oídos en todas partes. "

Leyó el rubio, la incredulidad se apodero de su rostro.

—Lamento hacerte esto, pero no tenía a donde más ir.

"S.H.I.E.L.D está en peligro" Chasqueo con molestia.

—¿Quién más sabe lo de tu mujer? — el moreno se levantó con dificultad

—Solo mis amigos.

Mostro el móvil nuevamente. "Solo tú y yo"

—¿Eso es lo que somos?

—Eso depende de ti.

En el silencio de la noche, tomando por sorpresa a ambos, la tanda de disparos atraviesa las paredes para impactar en el torso y pecho del moreno. Steve retrocedió, mirando hacia la ventana que mostraba la figura que los observaba, gracias a las notables cuervas en esta, el capitán la reconoció como una mujer.

—Rogers... — miro al moreno que respiraba con dificultad, se inclinó para escucharlo—No...no confíes en nadie. — le tendió un USB

Se incorporo, tomo con fuerza las hazas de cuero en el escudo, dispuesto a enfrentar a la asesina. Sin embargo, la puerta fue abierta con brusquedad.

—¿Capitán Rogers?

Suspiro profundamente al reconocer la voz.

—¿Kate?

Murmuro viendo a su vecina, quien trago con algo de dificultad.

—Soy la agente 13. Servicio especial de SHIELD, mi misión es protegerte.

Aquello lo molesto.

—¿Por órdenes de quién?

Cuando la mujer llego frente a él, palideció mirando el cuerpo tendido en el suelo.

—Suyas. — se dejó caer a su lado, buscando el pulso en su cuello, al no encontrarlo se apresuró a hablar por el comunicador en su oreja. —Ha caído, necesitamos médicos. — informo.

El capitán miro hacia la ventana, ella seguía ahí, viéndolos, como si se estuviera asegurando de a ver cumplido su objetivo. Cuando lo noto, tomo el francotirador y se alejó adentrándose en la oscuridad de los tejados.

—Di que yo lo sigo.

Steve se apresuró a salir del departamento, miro las ventanas en los pasillos siguiendo a la mujer quien corrió buscando impulso antes de saltar a la sima del edificio más cercano. El rubio subió los escalones con rapidez en busca de la azotea, al divisar a la femenina, impulso su cuerpo atravesando la ventana.

La mujer rodo por el tejado y aprovechando su distracción lanzo el escudo en su dirección, pero antes de que este entrara en su espacio, el metal fue desviado por el brazo de brillante acero del hombre que cayó frente a ella.

—¿Que? — para su sorpresa, el enmascarado le regreso con una fuerza igual o superior a la suya, desestabilizándolo.

Corrió a la orilla, buscando entre los edificios, azoteas de estos, las calles vacías, pero solo encontró la soledad de la noche.

Habían desaparecido.  













EDITADO. 04-04-24

The Lady [Bucky Barnes]Where stories live. Discover now