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Violet vivía en un pueblo pequeño, ir a la casa de la abuela los días Domingos después de misa era divertido para ella, tenía 4 años.

La casa de su abuela era grande, muy grande, bastante vieja y por lo tanto tenía un significado importante. Cuando ella miraba hacia el final del pasillo veía una sombra completamente negra, pero jamás le dio miedo.... A veces, esa sombra le pasaba la pelota, muchas veces esa sombra le decía cosas y muchas veces esa sombra la observaba y ayudaba cuando está por error caía. 

- ¿Quien eres tú? - Preguntó la pequeña.

Pues la sombra la empujaba del columpio donde ella posaba.

- El Diablo.

La niña frunció su seño, quitando la paleta de su boca.

- En la iglesia, mis padres y mi abuela dicen que eres malo.

- Son unos tontos.

La niña dio una carcajada, ella no podía verle el rostro ni su complexión cómo cuerpo. Pero podía escucharlo y ver su sombra.

- No seas grosero... ¿Por qué no puedo verte?

El columpio dejo de moverse, ella miró a todos lados hasta que sintió como la sombra golpeó suavemente su cabello.

- Porque aún no es tiempo. Cuando cumplas los 18 podrás verme.

La infante asintió, después de terminar su paleta suspiro fuertemente. Tratando de poder enfocar a la sombra dijo:

- Quisiera que me ayudarás cuando papá está borracho. A veces, juega muy brusco con mi mamá, ella dice que están jugando pero no me dejan jugar con ellos y mamá termina llorando, siento que papá es muy brusco y no sabe jugar bien.

Normalmente la sombra solo decía pocas palabras, está vez volvió a tirar del columpio.

- ¿Estarías dispuesta a que el Diablo hablé con papá? - Ella asintió - Lo haré.

Sin poder decir alguna palabra, su madre de ella la llamó.

- Violet, vámonos. ¿Con quien hablas cielo?

- Con nadie, vámonos.

La pequeña tomo de la mano a su mamá y miró el columpio, quién seguía moviéndose... No le tenía miedo, pero si tenía pequeños escalofríos.

[.......]

V

iolet caminaba escuchando música, su última clase había terminado y debía ir a casa; eran exactamente las 7 de la noche. Sin darse cuenta, alguien venía detrás de ella no con buenas intenciones.

Quien la tomó por la boca intentando llevarla a un callejón, como pudo se soltó intentando pedir ayuda.

- Tranquila, solo será un rato. - Dijo el chico de aparentemente 28 años.

- Lárgate. - Intentaba sacar el spray de gas que tenia en su bolsa - Si te acercas, no dudaré en usarlo.

No hizo caso, pero antes de poder estar nuevamente enfrente de ella. Rápidamente apareció un chico quien vestía totalmente de negro, viéndole.
Con eso basto, para que el otro saliera corriendo y gritando.

Violet estaba extremadamente asustada, sin saber que pasaba y antes de poder decir una palabra. El chico estaba de espaldas, dando un pequeño giro de su cabeza la cual ella pudo admirar un poco de su rostro.
En un parpadeo de ojos, el ya no estaba allí.

Una vez llegando rápidamente a su casa, tiro sus cosas a la cama y temblando. ¿Que acaba de pasar? ¿Quien era aquella persona? ¿Cómo es que llegó tan rápido? No sabía si fue producto de su imaginación pues estaba bastante asustada como para reaccionar.

La puerta fue abierta por su madre, quién traía la ropa limpia.

- Cielo, ¿estás bien? tienes la cara pálida, parece como si hubieras visto al mismo Diablo.

- Lo estoy, tranquila. Solo que... estoy emocionada porque mañana cumplo mis 18 años.

Su madre la miró inspeccionando su rostro y después asintió saliendo de allí.

Para la noche, estaba acostada mirando el techo el cuál era alumbrado con pequeñas luces de puntos pequeños. No podía dejar de pensar en el perfil de la persona quien la ayudó, es como si ya lo hubiera visto, como si la presencia de esa persona ya la conociera.

Después miró en la punta de la esquina de su habitación, una sombra estaba allí, su corazón latió con fuerza que reaccionó a prender la luz. Cuando volvió a mirar, no había nada.
Tomó su cruz de su cuello, cerrando sus ojos y suspiró para después soltar aquella cadena y después dedicarse a dormir.

Había despertado por ruido en el cuarto de sus padres, hasta este punto sabía que su padre era un alcohólico violento y machista.
No podía hacer nada, solo cerró sus ojos y puso música en sus audífonos. Sin saber que una presencia estaba detrás de ella, tapando aún más sus oídos acostado y dándole un abrazo.

Finalmente el día siguiente ya estaba presente, había cumplido sus 18 años un 06 de Agosto. Por lo general, siempre había una señora pidiendo justicia por su hijo quien había fallecido ese día... Tiempo después la señora murió y solo quedó el recuerdo del chico en una hoja de papel quien alguna vez vio pero estaba tapada con cinta sobre casi todo el rostro.

[Flashback]

- Hola señorita, tiene un tiempo para mí por favor. Este es mi hijo, Alexis, desapareció un 06 de agosto de 1990 su cuerpo lo encontra...

Su padre la sostuvo de la mano para después llevársela de allí. Quien solo pudo darle nuevamente la hoja, solo había podido ver un poco de aquel chico sonriendo, teniendo una gorra de lana y lunares sobre su rostro.

[......]

Ahora su imaginación era casi olvidada, siempre tuvo curiosidad de saber que había pasado con aquel chico y tenía tanta lástima de que no hubiese tenido justicia.

Sus pensamientos fueron interrumpidos pues su madre entro al cuarto con un pastel y velas que tenían la figura “18 años”
finalmente era legal, eso significaba una etapa diferente y claro, con muchas cosas que se vendrían.

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The devil is good - Quackity Where stories live. Discover now