Lúcida Humanidad [I]

(VI) Fin del tomo #1

Hora tras hora, casi sin descanso alguno en el día, las obras no cesaban en el renovado núcleo de la humanidad. Donde el fuste, el guijarro y el tepe, junto a otros más complejos y diversos materiales de construcción, se movilizaban con arduo esfuerzo para levantar los grandes edificios exigidos por el líder de esta ya más que comercialmente fructífera población. Desde empezadas las construcciones, hubo una revolución de la organización productora, pero no era resultado de un esfuerzo o descubrimiento nuevo, sino que signos de esto se dejaron ver ya en el pasado. Por ejemplo, con la necesidad de crear un sistema, de acción y soporte para establecer los servicios de creciente necesidad, en cuanto a la producción, el almacenamiento y la distribución de alimentos y bienes necesarios que vimos en capítulos anteriores.

Incluso se han empezado a usar un gran número de exploradores, a parte de animales aportados por el jefe recolector, como línea de apoyo en este ambiciosamente necesario proyecto. Para el cual también se crearon y pusieron en uso muchos carros de carga modificados para el uso animal, todo esto, permitía mantener un espléndido y nunca antes visto ritmo de trabajo y avance.

Con el paso de las horas y días, tiempo, hasta llegado este momento, los arquitectos vieron como sus ordenanzas eran seguidas con una convicción, fuerza y unión, que les hizo darse cuenta de que el momento en que todo se acabase llegaría antes de lo esperado. Han pasado poco menos de seis días desde el último incidente, el enfrentamiento contra la serpiente y todo lo que conllevó. Y como si nada hubiese ocurrido, el edificio central, es decir, la sede central, y la delegación de recursos y humanos estaban totalmente en pie, bonitos y triunfantes.

Centrándonos en el edificio central; el ayuntamiento. Visto en panorámica desde su ajetreado exterior, parecía un castillo antiquísimo, en cuanto estilo; alzado en columnas de piedra, con unos bonitos y bien detallados acabados que, como olas de mar, iban de borde a borde, y de esquina a esquina. Su portón, construido con la madera más robusta y de una altura tal que parecía dar paso incluso a un gigante, se metía en tu mente con la húmeda y vieja esencia de la madera, que te intentaba carcomer como un falso recuerdo lejano el cual, a su vez, te capturaba con la ajena ilusión de un pasado de majestuosidad y grandeza. Desde lo lejos, o a lo alto, se puede ver el basto y extrañamente decorado tejado de este castillo, que presenta una gran cantidad de picos, depresiones y hendiduras; que de alguna forma lograron ensamblar junto a la gran cantidad de animales de piedra, estatuas, quizás esparcidas aleatoriamente por todo el tejado. Estas obras de tallado, representantes de figuras tanto conocidas como desconocidas, tienen un tono de metal cobrizo de textura visualmente suave, pero dura, cromada, la escena es grandiosa por sí misma.

Cuando el suave viento de la medianoche sopla en lo alto, se escuchan melodías, cantos de resurrección nocturnos producto del despertar de estas bestias sanguinarias.

Al descifrar estos cantos, se revelan ante ti entidades ZMT, seres ultrapoderosos de otras dimensiones que te revelan la vida secreta de estas bestias nocturnas, que en sus horas de júbilo, toman aire, dejan fluir su sangre; escapando a otros mundos según les son abiertas las entradas hacia lugares ocultos, oscuros, y en ocasiones; amplios, abiertos, brillantes, desde todas las esquinas, rincones y desniveles del lugar. Pero esto pasa desapercibido para todos. Solo os estoy contando un secretito.

A su derecha, podemos ver el edificio de recursos y humanos, con su construcción también finalizada. Presenta un estilo muy parecido al tipo de ayuntamientos que se daba en ciudades vikingas como la de Birka, de una construcción más simple pero no inferior o peor, simplemente distinta que la del señorial ayuntamiento. Hecho de una madera que al contrario que la otra, repartía calma y orden, siendo fresca y robusta. De hecho, en su pared frontal; parte superior, tenía un gran reloj hecho del mismo material, similar al reloj astronómico en Praga. Al norte y al este del edificio central, hay otros dos aún en proceso de construcción, la centralita de exploradores, que más bien estaba siendo agrandada, rediseñada, y, el hogar de los sabios, respectivamente. El grupo de intelectuales fueron asignados a un periodo de estancia temporal, contando con varias salas principales del ayuntamiento. Eso les da margen para no detener sus funciones, y seguir con la marcha.