---También amo cocinar, tal vez algún día podamos preparar algo juntos ---esas palabras hicieron que ella lo mirará nuevamente.

---Sería bueno ---dijo contenta, el chico tenía una vibra que la hacía sentir mejor.

El partido empezó poco después, el carisma de las personas alentando era algo realmente digno de apreciar.

---¡Vamos! ---grito una chica que estaba una grada más arriba que ellos, el grito había sonado gracioso por lo que ambos soltaron una risilla.

Al minuto 65' lograron meter uno, Raphinha festejo contento mientras la afición gritaba su nombre.

Larissa se sentó con una gran sonrisa en su rostro, Fernando la miró y se sentó junto a ella ofreciéndole una barra de goma.

---Gracias ---agradecio llevándosela a la boca, era goma sabor a fresa.

Al minuto 80' Lewandowski metió uno más, a este punto ellos llevaban la ventaja por uno.

Al final acabaron por ganar 1-2 contra el equipo sevillano, todos estaban más que felices.

---¿Salimos a festejar? ---preguntó emocionado uno de los miembros del equipo.

---Es una buena idea, yo si quiero salir ---apoyo Pablo mientras rodeaba sus hombros.

---¿Entonces a las ocho en el lugar de siempre? ---preguntó Pedri sonriente.

---A las ocho nos vemos ahí ---respondió el castaño, Larissa lo miro rápido.

---¿Traes a tu amiga? ---preguntó Ansu, la pelinegra sonrió, al parecer todos en el equipo sabían que su relación había acabado.

---Por supuesto, ¿Vienes, verdad? ---la muchacha asintió, no tenía nada mejor que hacer.

Los dos se fueron del lugar en el automóvil, casi eran las ocho por lo que con suerte tendrían tiempo de darse una ducha.

Pablo corrió a la habitación para ganarle la ducha a la chica, Larissa se tumbó en la cama para esperar su turno, a ninguno de los dos le gustaba usar el otro baño debido a que no tenía agua calentita.

---¡Búscame algo para ponerme! ---grito desde adentro, ella se levantó rodando sus ojos caminando hasta el clóset.

Saco uno de sus pantalones favoritos y una camisa mangas cortas acompañada de un grueso abrigo por si le daba frío.

Miro el reloj en la pared y se dió cuenta de lo tarde que era, se había duchado en la mañana así que no necesitaba hacerlo de nuevo.

---Entra rápido ---Pablo salió con el cabello mojado y una toalla alrededor de su torso.

---No voy a ducharme, lo hice esta mañana para ir al trabajo ---dijo al acabarse de poner las zapatillas.

Pablo se empezó a vestir sin vergüenza alguna, apesar que ya no eran pareja se seguían teniendo la suficiente confianza como para hacerlo.

---Si estás lista vámonos ---musitó poniéndose perfume.

Larissa asintió y reviso su billetera una vez más antes de salir, al llegar al lugar en el que habían quedado algunos ya habían entrado.

---Ferran ya no podía con la sed ---se burló uno de los chicos provocando que los demás rían.

---Pues entremos que yo estoy igual ---pidio Pablo con una sonrisa.

El sevillano empezó a beber y beber sin tener control, Larissa le pedía que ya no siguiera pero el en ningún momento obedeció, estaba agradecida consigo misma por haber accedido a venir, de lo contrario el hubiese tenido que conducir.

---Cuando te quieras ir avísame, así te ayudo a llevarlo al automóvil ---alguien se acercó a ella, la pelinegra se dio la vuelta dándose cuenta que se trataba del canario.

---De verdad agradecería que me ayudarás ---sonrió en su dirección dándole caricias al cabello de el chico que ya ni siquiera podía consigo mismo.

---Fer quedó encantado contigo ---esas palabras le provocaron una risita.

---¿De verdad? El es una persona muy agradable, he quedado igual ---dijo con sinceridad.

De repente se empezó a formar un alboroto con la mesa que estaba a su lado, ellos se miraron antes de levantarse asustados.

---¡Eres un imbécil! ---grito una voz masculina, al parecer discutían.

---Tranquilos..

Esa voz, ella la reconoció al instante.

---Es mejor que lo dejen de lo contrario acabarán por llamar a la policía ---volvió a hablar, Larissa se asomó para comprobar si era quien se imaginaba.

El muchacho le dio una pesada mirada a las personas que se acercaban al alboroto, pero al ver a la chica la detuvo.

Larissa sonrió en su dirección al verlo, era el chico que le había cedido el paso el otro día.

---Chica bonita de la carretera, es un deleite para mis ojos verla de nuevo ---se acercó a ella dejando atrás al grupito que minutos antes buscaba pelea.

---También me alegra verte ---dijo sin borrar su sonrisa, su manera de hablar se le hacía graciosa.

---¿La puedo invitar a tomarse un trago conmigo? ---preguntó elevando una ceja mientras esperaba impaciente por su respuesta.

---No tengo intensiones de tomar esta noche..

---Entonces la invito a un jugo de naranja ---la cortó enseguida sin ocultar la burla en sus palabras.

Ella le dio una mirada a Pablo y la detuvo en Pedri quién tenía su cabeza gacha y bebía de su vaso.

---Yo estaré con el ---dijo el canario sin siquiera levantar la mirada para verla.

Larissa accedió a tomarse aquel jugó con el chico, sin saber que cierto futbolista no podía dejar de mirarla.

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LARISSA ―Charles Leclerc, Pedri González Where stories live. Discover now