"𝚃𝚎 𝚊𝚝𝚊𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚗 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚜 𝚖𝚒s 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚣𝚊𝚜, 𝚖𝚒𝚜 𝚋𝚛𝚊𝚣𝚘𝚜 𝚜𝚎𝚛á𝚗 cuerdas"
-𝚋𝚞𝚗𝚋𝚞𝚛𝚢
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Mourinho estaba llegando tarde a casa, otra vez, Josep aún seguía despierto, había preparado la cena para su novio, también me había preparado el desayuno y el almuerzo, pero ese hombre no había tenido la decencia de aparecer y el más alto estaba comenzando a hartarse de vivir lo mismo todas las noches tal y como el último mes
— Debes estar hambriento — Mencionó Guardiola mientras el plato de comida seguía servido en la mesa, al igual que hace dos horas, al igual que el del desayuno de la mañana y al igual que el del almuerzo por la tarde
— Mucho — la simpleza en las palabras de Mourinho y el valor de siquiera mirar a Pep o siquiera saludarlo eran cada vez más comunes en su relación, simplemente fue y se sentó en aquella mesa, dispuesto a comer
— Provecho —Guardiola esperaba con ansias el primer gesto de su amado, quería que lo halagara por sus habilidades culinarias que solían salir siempre exclusivamente para el
— Pero que es esto? Has probado esto? Es una porquería! Quien te dijo que esto se come frío? — Las quejas y la primera pelea de la noche no tardaron en hacerse presentes, sabían que nada es demasiado bueno para ser verdad
—Lo preparé para la cena, siempre cenas a las 10 de la noche —
— eso fue hace horas Guardiola! — Ahora él estaba molesto, levantándose de la mesa, caminando para su habitación
— Debiste llegar cuando la comida aún estaba caliente — Ya no le quedaban las mismas ganas de pelear que antes, ya no le quedaban malas ganas de siquiera preguntar donde estuvo, solo susurraba sus reclamos
— Donde está mi maldita ropa? —
—Está en el closet Mourinho — Josep tuvo que acercarse a él una vez más, ahora para entregarle la ropa limpia que mou siempre le exigía, por un momento se miraron a los ojos,
Por un momento sus miradas se conectaron, como cuando ambos eran jóvenes— Gracias — A pesar de las peleas había momentos en los que recordaban algo, el brillo de los ojos del contrario era algo que los había llevado a enamorarse
— Porque tienes chupetones en el cuello? —
— Que? De que hablas? — La paranoia hizo que Mourinho corriera al espejo más cercano, dándose cuenta que su amante había dejado marcas sobre su piel
— Mou, tu eres mi omega, quien quiera que sea el idiota que intenta marcarte no lo logrará —
— no es nada, deja de exagerar por un momento, solo fueron golpes —
— Quien va a golpearte si todos te tienen respeto? A menos que Pedro Leon se haya molestado de que no lo metas a ningún partido —
— Pues por una vez tienes razón, fue Pedro leon quien me hizo estos golpes —
— Te eh dicho que el dejarlo en la banca iba a causar estas cosas —
—Que es lo que propones? Que lo mande al campo a jugar? No gracias, no quiero ser un perdedor —
— Puedes hacerlo por una vez?—
—Si todo sale mal la culpa la tendrás tú y tus ideas —
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— Pues dile adiós al Pedro Leon en el banquillo — hablo con emoción el chico mientras se sentaba al lado de uno de sus mejores amigos, Sergio Ramos, a la par que destapaba una cerveza
— Otra vez con eso? Tu y yo sabemos que el Mister no va a mandarte a jugar —
— Hoy en los vestuarios lo hice cambiar de opinión —
— Lo sobornaste? —
— No! Bueno, es algo parecido —
— No veo otra manera si Mourinho te odia —
— Si odiarme es dejarme marcarle todo el cuello entonces si, realmente me odia —
— Que? Le llenaste el cuello de chupetones? No te das cuenta que el ya tiene a su alfa? —
— Vamos, Mou siempre ah dicho que él es una beta, quizá y las cosas sean diferentes —
— Tu si que eres idiota —