el brasileño siente que su abdomen necesita un descanso luego de la eufórica sesión de toques post-entrenamiento, así que, tan pronto como termina de despedirse entre abrazos y besos de los otros futbolistas, se retira del campo de césped para manejar hacia su casa con la mayor lentitud posible. creía que mientras más tiempo consumía de lo que restaba del día, más rápido llegaría el momento de ver a messi de nuevo. una de esas burlonas y estruendosas risas que lo caracterizan sale de su boca cuando se da cuenta de lo chiflado que podría parecer ahora.

una oleada de amargura quita cualquier migaja de felicidad que permanecía sobre su pecho cuando el silencio solitario de su gran casa francesa lo golpea bruscamente. como si su memoria cambiara por defecto dependiendo del lugar en el que se encuentra, sus recuerdos de gozo son reemplazados por los gritos grotescos de los hinchas más enfermos que el equipo parisino ha albergado y la imagen de las grandes pancartas asegurando que es un llorón es lo único que observa contra la luz blanca de la sala. no se siente mal, ya no, no quiere llorar, pero le encantaría eliminar el desagrado que aplasta su pecho cuando está solo. con leo ahí no estaría pensando en eso.

"leo, leo" el lastimero suspiro agudo que suelta luego de tirarse sobre su cama lo avergüenza, se cubre el rostro con el gran almohadón que hay a su lado y vuelve a suspira. unas inexplicables ganas de saber sobre él lo inundan y decide no quedarse con las ganas, por eso, entre manoteos, toma el celular para mensajear al argentino, con esperanzas de recibir una buena respuesta.

[enviado] nos dijeron que mañana vuelves, por aquí se te extraña

la espera es eterna mientras sacude sus pies sobre el borde de la cama y los segundos se convierten en algo más extenso de lo que siempre suelen ser. a neymar no le gusta perder el control, pero siente que terminará desesperándose si cuando revisa la hora los minutos no cambian y no encuentra una contestación en su bandeja de entrada. decide distraerse moviendo la pantalla de inicio de un lado a otro, pero claramente su agonía no dura tanto porque leo nunca lo ha hecho esperar mucho.

[recibido] ney !!

puede escuchar el tono cantado del argentino exclamando el apodo con el que siempre lo llama a través del texto, su cama vibra junto a las risitas que suelta por el regocijo que lo calienta un poco.

[recibido] perdón por no escribirte antes, creo perdí tu chat después de que me hayan llegado mil mensajes. todos se pusieron locos en mi chat luego del mundial.

[recibido] también te extraño, mañana hagamos pareja durante el entreno !!

neymar se asegura de releer la corta conversación con leo hasta que sus ojos comiencen a sentirse pesados por el horario de descanso; obviamente, no pudo faltar su mensaje de respuesta y un audio exclamando en español con su torpe acento brasileño que esperaba con ansias el entreno culminó su día. no puede explicar la sensación de juventud con la que despierta recorriéndole el cuerpo, tampoco entiende el aroma a miel que inunda su cocinan aun cuando su desayuno no es nada más que un batido de frutas con avena insípida que decolora la bebida; ni tampoco las ganas que tiene de ver a messi. sin embargo, le agrada la sensación, que le hace olvidar que el comienzo de la semana fue desabrido y penoso.

no es el primero en llegar al centro de entrenamiento del paris saint-germain, los franceses tenían la costumbre de madrugar unas horas antes para tomar café y hablar de política europea, por eso no se sorprende cuando ve al joven hermano de kylian escuchando el repertorio politiquero de los hombres franceses del cuerpo técnico en una esquina y al mismo kylian probando un croissant que ekitike le ofreció. saluda con una amable sonrisa sobre su rostro a cada uno de los presentes, abraza a aquellos que les agrada el contacto físico y culmina con besos en las mejillas a sus compañeros más allegados que van apareciendo al pasar los minutos.

 mi corazón descansa; neymarWhere stories live. Discover now