🔞 Das Feurige Rot AU Nazunist

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Había hizo alzado y colocado justo sobre el miembro duro y latente del euroasiático que abrió su hocico para resoplar casi dándole de orden de moverse, a lo que acabó por hacerlo acomodando sus rodillas a los lados sobre el gran cuerpo escamoso del dragón, sentándose sobre aquella extensión de tono rosa oscuro con algo similar a púas carnosas pero de consistencia suave en la mitad superior terminando en una punta de tono más oscuro bordeando el rojizo que dejaba escapar aún gotas blanquecinas de las que habían manchado su cuerpo momentos antes.

—¿Quieres te que monte yo ahora, amor? –Su diestra acarició el estómago del mayor así como después la cola de este recorrió su espalda hasta bajar lo suficiente para llegar a su entrada húmeda– ¿Uh, quieres entrar allí?..

La cola se movió de arriba a abajo volviendo a acariciar, en realidad empapándose del lubricante ajeno antes de introducirse despacio en el ano del escarlata que tembló soltando un gemido agudo, moviéndose para sentirlo mejor al igual que sus piernas se frotaban sobre el pene aún duro del eslavo chocando contra el suyo haciendo fricción.

—¡Ah, Sowjet, más..! –La punta de la cola se removía en su interior golpeando una y otra vez su próstata haciéndole sentir como si fuese a desarmarse del placer como nunca antes había sentido– Más duro, más duro.. ¡Vámos!

Sus gemidos podían oírse por gran parte del masivo cráneo del antepasado dragón, contrastando con los gruñidos guturales del ruso que intentaba sostenerlo con sus grandes patas pero su subconsciente lo retenía de hacerlo debido a sus afiladas garras que podían lastimar mucho al menor, el cual mostraba su lengua jadeando cual perro.

—Maldición, quiero hacerlo bien, regresa a tu forma humana y follane duro, quiero que me toques –El de esmeraldas se desesperó dando un salto, ya no quería la cola fría, quería ese gran y jugoso pene dándole sin piedad– Date prisa, te quiero Ya.

Se levantó tambaleante y se deslizó por un lado oyendo al reptil quejarse pero moverse también, no quería esperar así que se arrodilló y llevó sus dedos de la mano derecha hasta su entrada para masturbarse en lo que escuchaba al otro transformarse a sus espaldas para luego acercarse gateando con una magnífica expresión excitada que mezclaba sus facciones enrojecidas y desorientadas a la par en que de sus comisuras se escapaba algo de saliva dándole un aspecto de perdido en la lujuria. Así que el de esvástica lo empujó hacia un lugar limpio entre las mantas teniendo cuidado de no golpear sus alas y cola que habían permanecido de la transformación al igual que sus afilados cuernos y una versión más reducida de su miembro dragonezco pero igualmente más grande que el ya conocido. El escarlata se sentó sobre él besándolo inmediatamente lamiendo incluso sus labios siendo ruidoso y vulgar, teniéndolo temblando por su glorioso tacto y la necesidad de empotrarlo contra algo para entrar en él.

—Reich… te necesito.. por favor, por.. favor tócame… –Balbuceó entre gruñidos y jadeos el de hoz y martillo rodeando la cintura del rubio para frotarse vergonzosamente contra su pierna izquierda– Déjame.. entrar en ti, quiero llenarte…

—Mm… –El príncipe suspiró profundamente tomando con una mano su propio pene para juntarlo con el otro y frotarlos entre sí con una sonrisa emocionada y caliente, tenía al dragón más peligroso del reino a su merced suplicándole por sexo– ¿Te gusta así de rápido o quieres que te la chupe?

—Déjame.. Déjame cogerte, te lo suplico –La voz del azabache salió temblando al igual que su cuerpo al límite de aguante, no podía más con la necesidad de penetrarlo pronto—.

El aludido le dio otro beso meloso y se acomodó nuevamente sobre su cadera para tomar con una mano el gran pene dragonezco y posicionar la punta en su entrada poniendo más ansioso al mayor relamiéndose, sintió la punta comenzar a abrir el espacio previamente preparado por la cola y fue bajando su cadera hasta hacerlo entrar casi por completo, sintiéndose lleno y mirando que la punta hacía resaltar un bulto en su vientre de lo grande que era. Ante la sensación repentina el mitad dragón tomó de los hombros al joven y se irguió con el reflejo de morderlo pero al olfatear su dulce piel sudada solo los rozó en esta, luego lamiendo y chupeteando dejando marcas por donde pasara hasta sostenerlo de los brazos con brusquedad y mover su cadera haciéndolo saltar a la par de sus movimientos erráticos y sin cuidado alguno.

—Ah!, rico.. ¡Que rico, sigue, quiero.. quiero que preñez! –Reich echó su cabeza hacia atrás sintiendo su propio miembro erecto casi rebotar ante el movimiento imparable del carmesí clavándole un poco sus uñas oscuras en los brazos pero ignoraba eso– Mierda, está tan duro y caliente, Sowjet follame duro.

—Estás tan.. estrecho por dentro, oh Reich te amo, déjame.. llenarte de mi –Aún reteniendo los brazos del más bajo hizo que quedaran apresados en su espalda baja y lo obligó a inclinarse para así devorar sus labios rozándolos con sus colmillos tratando de no cortarlos, pero simplemente estaba dominado por sus instintos de apareamiento– Gime mi nombre..

—¡Sowjet!, Mghh.. –Chilló el de esmeraldas cuando una de las estocadas del contrario llegó más adentro golpeando su interior– Ah, este pene tuyo se siente tan bien, hace cosquillas tan rico en mi, me encanta..

Fue lo último que dijo entre jadeos para luego gemir un grito, la semilla caliente y espesa del dragón hizo que el bulto en su vientre aumentara, estaba tan lleno que incluso se derramó cuando el carmesí salió de él dejando un charquito blanco que emitía ligero vapor al igual que su cuerpo.

Pero el azabache volvió a su forma de dragón, levantándose en dos patas ya con su falo reducido a un tamaño más calmado, estirando las alas y luego inclinándoss para abrir el hocico sacando la lengua, volviendo a lamer al menor desde el pecho hasta entre las piernas para limpiar todo el desorden con dedicación, incluso metiendo la punta de su lengua en el interior ajeno haciéndolo encogerse y levantar el trasero en su dirección.. lo cual lo excitó un poco pero al ya haber acabado con su celo pudo controlarse hasta terminar su aseo previo a regresar a su forma humana ya más cuerdo sin características animales.

—...¿Cuándo es tu siguiente celo? –El humano río bajo, jodidamente satisfecho y ahora muriendo de hambre– Mm, creo que con todo esto pondré muchos huevos..

—Las novias no ponen huevos.. –URSS murmuró agotado acostándose a la espalda del más bajo, abrazándolo y restregando su rostro contra el hombro ajeno lleno de marcas– Acaríciame, te quiero…

El de esvástica sonrió igual de cansado y se giró para abrazarlo y dejar besos suaves en su rostro y coronilla, estirándole con cuidado las mejillas y lamiendo sobre sus labios.

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