Edgar dejó que Bo y los niños entraran y él empezó a mojarse con el chorro de agua que lanzaba la manguera, él no llevaba camisa, así quedaba a la vista lo pálido y delgado que estaba su cuerpo, aunque si podía notarse que si estaba algo entrenado su cuerpo.

Edgar empapó su cabello y lo hizo para atrás, bebía agua y seguía mojandose, él hacía todo eso sin saber que alguien lo miraba atentamente desde la entrada.

—Vaya, si sigues así la que va a terminar mojada seré yo. —Una coqueta voz hizo que Edgar gritara asustado y diera un salto, miró a la dueña de la voz y con coraje le habló.

—¡Carajo Amber! —La chica entró y se cruzó de brazo, edgar miró que la chica no llevaba esa ropa gris que llevaba sino que ahora vestía su ropa base, la misma de pirómana que usaba desde que empezó a ser una brawler.

—¿Qué? así es como me saludas ahora pequeño emo engreído. —Ella se acercó y le dio un puñetazo en el hombro a Edgar, este solo podía cubrirse el pecho con su brazo.

—¿Qué quieres que haga? Si ni esperaba volver a verte... —Este respondió secamente como normalmente lo haría.

—Bueno en eso tienes razón, no te culpo... —Ella se cruzo de brazos y miró hacia dentro de la casa—. Esta tu novia aquí adentro...

Edgar abrió ampliamente los ojos y bajó la mirada, él se entristeció pero fue momentáneo, suspiró y caminó hasta dentro de su casa, no sin antes invitar a Amber a que pasar y cerrar el grifo.

Ya adentro de la casa los dos se vieron a los ojos, Edgar le ofreció sentarse en el sofá mientras el iba a vestirse. Cosa que Amber no dudó hacerlo, ella miraba la espalda del chico y sonrió, así que quiso jugarle una broma y se levantó para abrazarlo por la espalda.

—Cielos, nunca me di cuenta cuando fue que te volviste en un papacito, tanto así que me da ganas de comerte ahora mismo. —Amber habló con un tono candente y sutil, sin embargo ella se sorprendió pues miró que el estaba muy serio y no reaccionó con sorpresa o vergüenza.

—Creo que estamos en un horario infantil como para decir eso así por asi… —Edgar habló y la pirómana no entendió a que se refería el emo, asi que este le apuntó frente a él y ella miró que estaba  Leon y Nita viéndolos confundidos.

Amber se asustó y soltó al emo, ella le dio la espalda ya que no podía ver a la cara a los tres, Edgar suspiró con pesadez y fue a cambiarse, dejando a Amber con los niños que se acercaron a ella.

—Oye, comer personas esta mal. —Leon le habló a Amber y esta solo pudo sentirse avergonzada.

—Edga, no se comi'da. —Soltó Nita con dificultad, eso fue suficiente para que Leon se alegrase.

—Oye, has mejorado mucho, felicitaciones. —Nita infló el pecho de orgullo al escuchar a su hermano felicitando su logro.

Amber estaba que no podía y no quería darle la cara a los niños por la vergüenza que tenía al decir esas cosas frente a ellos, hasta que escuchó a Edgar llegar.

—Oye, pero te dije que no es necesario hacer eso. —Amber volteo a ver y miro como Bo tomaba de las manos a los niños y se fue, no sin antes despedirse de los dos.

—Que la diosa de la fertilidad los bendiga, cuídense. —Amber se sorprendió y miró a Edgar, este solo se golpeó el rostro con su mano y maldijo su suerte.

Edgar se fue a sentar al sofá y ella hizo lo mismo, quedando los dos solos y juntos en el sofá.

Amber se miraba nerviosa y tuvo que hablar para quitarse ese malestar que tenía al ver que había pasado algo que nunca iba a pensar o ver…

Solo son negocios.Where stories live. Discover now