—Señor, no prestaba atención, señor— Confesó apenado.

Lee negó y volvió a explicar lo que estaba hablando.

Ahora quería ver sus fortalezas en el saltó,  por lo que les indicó que se pusieran en fila y fueran saltando el cajón de salto.

Sung estaba muy feliz, había hecho gimnasia hace algunos años, por lo que estaba familiarizado con ese ejercicio.

El cajón media 1.80 metros, por lo que al ser notoriamente más alto que él estaba un poco nervioso.

Pero logró hacer un muy buen salto y pasar el cajón sin problemas.

A diferencia de sus compañeros...

La mayoría golpeaba sus testículos cuando no lo lograban y Hanji no tenía ese problema.

Cuando todos saltaron dos veces, el teniente hizo que el cajón midiera 2 metros.

Sung volvió a saltar con éxito, aunque de golpeó con la punta del cajón cuando caía a la colchoneta.

No le prestó atención y se volvió a formar.

Esta vez no había decepcionado a Lee.

Pero aún había un último ejercicio que hacer.

Pasar por las barras, estas tenían de bajo barro que en ese momento estaba seco,  pero eso no duraría por mucho tiempo,  ya que en cualquier día el teniente Lee podía mojarlo y si caían ahí quedarían cubiertos.

A Hanji lo botaron varias veces y tenía que pasar por todas las barras al menos dos veces, así que a pesar de raspar sus manos y que sus rodillas dolieran. Su entrenador no tenía piedad de él.

Y como dijo, el idiota de Matthew no pudo hacer fuerza para pasar por las barras, así que se sentía bien por no fracasar solo.

Al final del día todos estaban cansados y sudados, Lee los entrenó muy duro, a Jisung le faltaba el aire a penas dieron la primera vuelta por todo el lugar trotando.

Él no estaba listo para un entrenamiento tan pesado.

Ya siendo las 8 de la noche el entrenamiento terminó.

—Dense un baño, la cena estará lista a las nueve y a las diez todos deben estar en sus cabañas-Indicó Lee.

Hanji se espantó, no había pensado en eso.

¿Cómo estaría en esas duchas sin paredes ni cortinas sin que se dieran cuenta de su secreto?

Corrió hacia su teniente, pero cuando estuvo a punto de tocar su espalda para hablar se detuvo bajando su mirada reflexionando, le había molestado lo de la tanda de ropa especial... ¿Valía la pena molestarlo nuevamente?

—¿Qué necesitas? - Preguntó Lee

Han no se había dado cuenta de cuando volteó y lo miraba a la espera.

—Y-yo... - Hanji tragó saliva, el teniente era muy intimidante.

—Habla, yo también quiero ir a darme un baño-Habló serio

—Es que, yo... Necesito pedirle algo-Dijo nervioso bajando su mirada.

—Aquí no damos lociones especiales ni nada de eso... -Dijo aburrido,  pero sung lo detuvo.

—No, no... No es eso- Habló nervioso

Se mesía en sus pies jugando con sus dedos.

Lee pensó en que en serio alguien que actuaba así no podía estar en la marina.

"Pequeño Marinerito" Adap. Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα