4: lazos

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Habian pasado tres meses desde que conoci a los caballeros, y ellos me dejaron unirme a la Orden Roja.

No cuestionaron como lo sabia.

No habia visto a más personajes en ese tiempo, exepto al Rey. El nos visito el primer mes, yo no le quite los ojos de encima, y el no dijo nada al reconocerme, sonriendo. Solo dio unas cuantas ordenes, y que me entrenaran con dureza, antes de retirase con su caballero personal.

El entrenamiento con los caballeros no habia sido tan malo como pense, y mi cuerpo se acostumbro rapido. Especialmente en el duelo de espadas, habia comenzado a obsesionarme con perfeccionar los cortes.

Aunque, ahora mismo, me arrepentia un poco.

Bufe, con el sabor metalico de la sangre en mi boca, tratando de calmar mi respiracion agitada, con la vista fija en la persona frente a mi.

-¿Ya te cansaste, bastardo?-pregunto con burla, ladeando su cabeza.-Te lo he dicho, la Orden no es para todos.

-Callate.

Me limpie con el dorso de la mano el sudor de mi cara, y tire hacia atras los mechones rubios que se habian adherido a mi frente. Ademas el traje de combate, maldita sea, lo detestaba. Odiaba usar cosas tan apretadas.

Tome un último respiro, antes de apretar los puños, sintiendo la textura de las vendas.

Camine unos pasos, lentamente, mientras Jake me sonreia desde el otro lado del salón.

Me habian dicho que no me nublara por mis emociones en la lucha, pero en este momento solo queria golpear el rostro del moreno, luego de que rompiera mi labio.

Y el lo sabia, por eso permanecio quieto, con sus brazos cubriendo su rostro, mientras yo golpeaba su abdomen con frenesí.

-¿Desde cuando Jake se volvio una estatua?-resono la voz de Jay, cuando llego.

Di un último golpe en su costilla derecha, antes de separarme. Empeze a quitarme las vendas que cubrian mis manos hasta los antebrazos, y cuando iba a quitarme el traje de cuero, un carraspeo me hizo levantar la vista.

-¿Qué hablamos de caer en la ira?

-No quiero escucharte, Heeseung.-dije, brusco.

El suspiro, y los chicos a su lado solo me miraron en silencio.
Jungwon fue el único que se atrevio a acercarse, con una cara seria, tomo mi rostro de manera gentil y paso las yemas de sus dedos por mi labio cortado.

-Jake...-comenzo, con tono molesto.

-En un combate real, no le habrian cortado el labio sino el cuello.-se defendio este, caminando hacia el pasillo.

Me zafe del agarre de Jungwon, y segui a Jake.

Ellos no dijeron nada, mientras me diriguia a los baños.

#

Unas horas mas tarde, habia terminado de entrenar, y caminaba por las paredes de piedra hacia la entrada de aquel castillo. Mi plan era irme, sin tener que despedirme, pero se arruino a penas llegue a la puerta doble de madera negra.

-Sunoo.-murmuro alguien atras de mi, y rode los ojos, alejando la mano del picaporte.

Lo mire, habia salido del pasillo donde descansaba con el resto, el ya estaba vestido con su traje gris, y su cabello estaba seco, a contraste del mio que seguia húmedo.

-No estoy enojado.-le aclare a Jake, aunque mentia, mi labio seguia molestandome.

-Si no lo estás, ven a cenar conmigo.-invito, deslizandose una sonrisa por sus labios.

-Mi madre me está esperando.

-Puedo decirle a un sirviente que le avise que saldras conmigo.-insistio, acercandose.

Iba a asentir, cuando escuche las pisadas de varios zapatos acercarse.

-¿Salir a donde? -cuestiono Sunghoon, con la mirada helada en Jake.

-Sunoo ¿Ya te vas?-pregunto Heeseung, viendo mi aspecto.-Te acompaño.

-No hace falta, cenare con Jake.-dije, para que dejen de molestar.

El nombrado me miro con ojos brillantes, pareciendo un cachorro.
Aplane mis labios para no sonreir, era difícil estar enojado con el.

-Solo ustedes.-asumio Jungwon, con desagrado.

-No, nosotros tambien vamos ¿No, Sunoo?-pregunto Ni-ki, con rostro emocionado, acercandose a nosotros.

Jay bufo, cruzandose de brazos junto a los otros tres. Su traje siempre me ponia celoso, de un color negro y con detalles rojos, aunque los preferiria en dorado. Con mi mente en la ropa, no me di cuenta, cuando fui empujado hacia atras, con unas manos en mis brazos.

-¿Q-qué...?-pregunte, mirando a Jake a mis espaldas.

El me sonrio, jugueton, e hizo un gesto con su cabeza, para que mirara hacia delante. Mire al resto, confuso, al verlos serios.

-Me perdi ¿Qué paso?

-Nada, Sun, solo iremos con ustedes.-Heeseung dijo, aunque sonaba a una orden, y miraba a Jake.

-Como quieran.-dije indiferente, siempre eran asi, no entendia la tensión del ambiente.

-Dijiste que debias cenar con tu prometida, Heeseung.-le dijo Jake, sonriente.

-Oh, lo cancelo ella, le dolia la cabeza.-dijo sin importancia, y comenzo a avanzar.

-Nosotros tampoco tenemos planes.-aseguro Sunghoon, siguiendo a el mayor.

-Deberiamos ir al restaurante cerca de la fuente.-sugirio Ni-ki.

Lo mire, a un lado, prendiendo los botones de su camisa de un color violeta oscuro. Realmente sentia celos de su ropa.

Jake se alejo de mi, en risas, cuando Sunghoon y Heeseung lo tironearon hacia la puerta.

-Como sea.-se encogio Jungwon, mirando a Ni-ki y luego a mi.-¿Y tu madre?

-Jake le enviara un mensaje.

𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧-Sunoo HaremWhere stories live. Discover now