Comunicación

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"¿Sabías que todo esto era muy diferente la primera vez que volé por aquí?"

La voz de Michael retumbaba en la cabeza de Adam de una manera que el chico humano no podría haber explicado jamás, si lo presionaban podía decir que más que una voz como tal era más bien una vibración, una energía que lo recorría y que se materializaba en su cabeza como una concepto, una imagen, una idea... lo que Michael compartía con él eran más que palabras, eran imágenes y recuerdos, vivencias, las experiencias de siglos de vida que el arcángel utilizaba para comunicarse.

El humano estaba seguro de que no podría jamás explicar el modo en que el ser celestial se comunicaba con él y también está seguro de que nadie más podría compartir ese tipo de comunicación con quien se volvió parte de él de un modo más allá de lo metafórico.

Una vez, cuando estaban en la jaula y Lucifer les dio un respiro entre tanta tortura, Michael le hablo sobre lo que era volar; Adam tenía la experiencia de subirse a un avión y cruzar el país por los aires pero el arcángel se rio suavemente y le dijo que él hablaba sobre volar por tus propias alas.

"Los humanos no tenemos alas" por más respuesta el celestial lleno su cabeza de imágenes de una cielo abierto y la tierra debajo de sus pies, la sensación del viento en la cara, el peso de las alas en la espalda, la adrenalínica sensación de libertad corriendo por las venas, la euforia de cruzar las nubes, de volar entre tormentas, de ver el brillo del sol sobre la cresta de las olas.

"algún día saldremos de aquí y te llevaré a volar por el mundo" prometió el arcángel una y otra vez mientras su hermano destruía el cuerpo del humano a base de golpes y torturas, una promesa dicha para mitigar el dolor y la desesperación, una a la que la mente agotada y sufriente del joven se aferraba para no volverse loco.

No creyó jamás que iban a salir de allí pero ahora, mientras su cuerpo imbuido del poder celestial de Michael se elevaba por encima de las montañas, no se arrepentía de haber creído en él, en Michael, el arcángel que se preocupó por cuidarlo, el que lo consoló y del que se enamoró profundamente luego de miles de años de sufrimiento.

Y era correspondido.

"Tienes que mostrarme" le pide entusiasmado, tuvo años para conocer al arcángel y aun siente que quiere saber más, quiere ver el mundo a través de sus ojos, ver lo que ha visto, entender su historia, ver a la humanidad como el ser superior la ha visto desde sus inicios. Son uno en cuerpo y Adam desea ser uno también en alma. Jamás se sintió así antes y dudaba de que volviera a sentirse así alguna vez.

Michael sonrío, Adam lo sabe, es una sensación especial cuando el arcángel sonríe, se la hincha el corazón y el pecho burbujea, es algo lindo si lo piensa detenidamente. Y es él el que lo hace sonreír. Su corazón se calienta con eso y siente que valió la pena la tortura con tal de compartir ese momento con él.

"Prepárate" siente que el ser superior le dice y un segundo después el mundo cambia ante sus ojos, ya no volaba sobre ciudades y pueblos, sobre carreteras y contaminación, ante él se abría un mundo limpio, nuevo, lleno de colores y aromas desconocidos, el aire llevaba sonidos de aves desconocidas, de rugidos, pasos pesados que hacían temblar la tierra, explosiones de volcanes, terremotos que iban formando los paisajes, vio nacer ríos, surgir montañas, formarse las playas, los lagos, vio el mundo nacer, los recuerdos de Michael llenando su mente, maravillándolo con un mundo antes de los humanos.

"Todo esto era l mundo antes de todo" la presencia de Michael retumbo en su pecho, majestuosa "un mundo jamás visto por ojos humanos, un mundo del que ya no tiene memoria" el arcángel bajo en picado hasta casi rozar el suelo y voló rápidamente esquivando árboles, rocas, pasando por encima de lagos "un mundo puro" y Adam entendió a que refería, un mundo donde la humanidad aun no plantaba sus garras, hermoso, vivo y poderoso.

"Es hermoso" murmuró el humano y el arcángel estuvo de acuerdo con él, no había nada mas que decir, no necesitaban mas palabras entre los dos.

En ángel se detuvo frente a unas montañas que el humano no supo reconocer, se habían movido muy rápido como para que pudiera ubicarse pero aun así supo apreciar la majestuosidad del paisaje frente a ellos.

"Mira esto" escuchó en su mente y puso atención, el sol comenzaba a salir de entre los cerros y su luz dorada comenzaba a bañar ese mundo nuevo, un sol enorme y brillante que llenaba de vida todo a su alrededor, un amanecer de oro que solo sus ojos han visto.

Lentamente la visión fue cambiando y Adam se sorprendió al descubrir que estaban donde actualmente existía su cuidad, las montañas desaparecieron, perdidas en algún momento, los bosques dieron paso a planicies que ahora eran atravesadas por carreteras y miles de personas que jamás imaginarían que una vez hubo allí algo totalmente diferente.

"Ese fue el mundo que yo conocí, la tierra que ya no existe más. Quería compartirla contigo ese recuerdo" la voz de Michael se fue apagando en su mente, el arcángel no podía explicar bien el por qué había hecho eso pero el humano entendió, quiso regalarle un momento de su extensa existencia, algo que para él fue un segundo y que para Adam se convirtió en algo especial, el único humano que vio alguna vez algo así.

"Gracias" le dijo una vez pisaron el suelo y se mezclaron con los muchos otros que caminaban rápido por la ciudad "Es un bonito recuerdo" agrega sabiendo que atesoraría ese momento por siempre, agradecido de entender como era que Michael elegía comunicarse con él.

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