〔 Capítulo 10 〕

Start from the beginning
                                        

-Hola, Spreen.- Saludó, y podría jurar que sintió su corazón romperse un poco cuando vio la brillante sonrisa del oso, mirándolo con cariño e invitándolo a acercarse.

"No puedes quedarte y lo sabes. Esta no es tu vida."

-Juan, me alegra mucho que estés acá. Vení, hay algo de lo que quiero hablar con vos.

-De hecho también hay algo de lo que me gustaría hablar contigo.- Dijo firme, tomando por sorpresa al híbrido.

El empresario pidió a sus hijos que salieran para poder hablar con el hechicero, pero estos, guiados por la mayor, decidieron quedarse, solamente apartándose un poco para que ellos pudieran tener su atención puesta en el otro.

-¿Qué pasa?- Preguntó el empresario, notando el nerviosismo del castaño; de hecho, había notado que estaba nervioso desde el momento en el que entró. En momentos así agradecía su olfato, le hacía fácil percibir cuando alguien le mentía.

-Mira Spreen, primero quiero agradecerte por todo lo que has hecho, por mí y por mis amigos con los que llegué. Tengo que reconocer que no esperaba encontrarme con esta versión de ti, mucho menos con todo este tema de la guerra entre pueblos.

-Bueno, no creo que sea lo primero que piensas cuando llegas a un lugar nuevo.

-Eso es cierto; y bueno, te decía que agradezco muchísimo todo esto, me has hecho sentir bastante bien haciéndome compañía y permitiéndome estar cerca de tus hijos.

-¿Y cómo no te iba a dejar estar cerca de ellos?- Spreen se levantó, quedando frente a frente con el castaño, quien por primera vez era consciente de que lo que los ojos del híbrido reflejaban era no sólo amor, podía ver el dolor a través de ellos. No le agradaba a donde iba la conversación.-, después de todo también son tus hijos.

-¿Qué?, no, no, Spreen eso no es-

-Juan, escúchame.- Le interrumpió, tomando entre sus manos el rostro del hechicero, poniendo no sólo en alerta a él, sino también a la pelirroja, quien no les había quitado la mirada de encima. Probablemente su papá iba a enojarse con ella, pero tan pronto vio cómo la postura del colombiano se tensaba ante la cercanía del híbrido, ella contactó con Mayichi para que todas las personas con quienes Juan llegó fueran por él.- Que llegaras acá no me parece una coincidencia, debió ser algo planeado.

-¿Qué?, ¿osea piensas que yo quise venir aquí?

-Tal vez no lo planeaste vos, pero alguien lo hizo. Y si Dios existe estoy seguro que fue un plan suyo que llegaras acá, donde sabían que yo te necesitaba.

-No, no. Spreen, no lo entiendes-

-Claro que lo entiendo, capo. Estabas destinado a llegar aquí, a que tengamos esta familia. ¿No dijiste que te agradaban mis hijos?

-¡Pero claro que me agradan! Pero yo no pertenezco aquí, tengo que irme.

-¿A qué volvés exactamente?, ¿al lugar de donde estabas huyendo porque te consideran un traidor sin tú haberles hecho nada?- Juan guardó silencio, maldiciendo internamente haberle contado su situación al oso.- Escúchame una cosa, Juan, podés volver si eso querés, pero ¿tú de verdad extrañas ese lugar?, vos dijiste que te trataron como el orto, ¿por qué querés volver?

-Yo...

-Juan, ¿no ves que acá podés ser feliz?- Spreen tomó con cariño la mano del hechicero, y él podía sentir que Juan temblaba para no verlo a los ojos.-, podés quedarte acá conmigo y los nenes, y podemos ser una familia, ¿no te gustaría eso?

Juan dudó por un momento, probablemente ese tipo de felicidad no era algo que le esperaba si regresaba. Sus amigos lo odiaban, era hijo de alguien a quien había odiado por meses, su vida entera había sido una mentira. No podía decir que le emocionaba regresar a todos esos problemas en su hogar.

〔Why'd It Have To Be Him?〕; SpruanWhere stories live. Discover now