𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓!

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UNA LUZ MUY FUERTE la hizo abrir los ojos con rapidez y ponerse de pie en defensa, aunque ni siquiera podía ver donde estaba

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UNA LUZ MUY FUERTE la hizo abrir los ojos con rapidez y ponerse de pie en defensa, aunque ni siquiera podía ver donde estaba.

—¡Cuidado! — exclamo una voz conocida para ella así que pudo relajarse un poco y pasarse una mano por los ojos para adaptarse a la luz —. ¿Estas bien? Ajak dice que tus piernas iban a estar un poco débiles...

—Kingo, ¿puedes guardar silencio un momento? Mis ojos se cansan de escucharte...

—Oh sí, claro... ¿tus ojos?

—Está siendo sarcástica — respondió a lo que sonaba su lado izquierdo como Sprite —. Creo que está perfectamente bien. No ha bajado el otro puño.

Para cuando los ojos de Nesryn se adaptaron de vuelta a la luz de lo que reconoció como el Domo se encontró rodeada de todos los Eternos, en un círculo del que ella se encontraba en medio. Primero se observó las manos y abrió y cerro las palmas de estas mismas sintiéndolas, después se miró los brazos incapaz de creer que le respondían y entonces se llevó las manos al vientre tocando con desesperación.

—Todo está en su lugar, Nes — dijo Ajak dando unos pasos al frente —. Estas completa.

—¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no estoy en...?

—Arishem nos ha pedido encargarnos de ti antes de que partas.

—¿Encargarse de qué? — soltó ella dando unos pasos al frente antes de que las piernas le fallaran y cayera al suelo. Molesta ubico a Driug y alzo los brazos —. Esa era la parte en la que me atrapas antes de que caiga al suelo — la boca de Driug se estiro en una risa antes de que Nesryn le sacara el dedo de en medio —. ¡Oh, mira la mano me sirve!

—Vamos a entrenarte estos cortos días para que puedas volver a tener el control total de tu nuevo cuerpo — contesto Ikaris mientras Druig la tomaba de los brazos y la ponía en pie nuevamente —. No te vamos a detener, es nuestra forma de cooperar con la humanidad. A través de ti.

—¿Cuántos días tengo que estar aquí?

—Solo tres. Es lo que tenemos, entonces... ¡Thena!

—¡No! ¡No quiero empezar con Then... ¡auch!














EN EL PRIMER DÍA Nesryn se sintió la persona más inútil del mundo sin capaz de prever ninguno de los golpes que Thena le proporciono, y aunque creía mucho en ese tipo de enseñanzas con un cuerpo que volvía a adaptarse no dejaba de ser un terrible sufrimiento. Perdió la cuenta de las veces que cayo al suelo, se arrastró y volvió a ponerse de pie con las piernas temblorosas. Los Eternos habían formado un círculo alrededor de ella y Thena y podía escuchar sus constantes llamados de lo que según ellos ella hacia mal.

—Corrige tu postura, Nesryn las piernas deben flexionarse aún más— le decía Ikaris que, aunque no era de sus personas favoritas era quien mejores técnicas de combate tenía después de Thena. Así que lo hacía, se flexionaba aun más aunque claro que eso no bastaba pues si se concentraba en cuidar su postura olvidaba su cara y los puños de Thena se lo recordaban. La eterna estaba acabando con ella y con la poca paciencia que tenía, apostaba que los golpes de su tía Natasha no dolían tanto como los golpes incesantes de Thena, en el rostro, en los brazos, espalda baja, piernas y costillas sin contar el estómago, no había comido nada y sentía que pronto vomitaría los jugos gástricos, si es que tenía.

©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀  𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora