White Widow - hp×mcu -

0.2

WHITE WIDOW

capítulo dos

— Dumbledore. ¡Esto es una locura! — Amelia Bones dijo, sinceramente creía que el anciano estaba demente, era imposible siquiera que la niña exista. Las posibilidades hace unos años eran nulas y ahora el cáliz venía a reavivar las esperanzas.

— Sra. Bones, la niña esta viva. No puedo mentir con algo tan peligroso, la hemos encontrado, por eso te pido que nos consigas el permiso — dice Dumbledore, suena desesperado.

Dumbledore había perdido al futuro salvador del mundo mágico, para el anciano director era imposible que un mago inteligente y un poco impulsivo como Voldemort simplemente perdiera por el amor de una madre, muy diferente a Grindelwald, él no tenía miedo de manipular y solía cumplir sus promesas, había sido casi imposible derrotarlo, pero Gellert sucumbio ante el dolor y la perdida de su única hija. La dulce Siena. Al igual que todo humano, Gellert tenía seres queridos, pero Voldemort no era un humano, era un monstruo que no pudo predecir.

— ¿Qué me asegura que es la verdadera Potter?
— Su sangre, ella es tan pelirroja como los Evans y ojiazul como los Potter
— Dumbledore, yo puedo recordar el como la buscamos, Harriet es tan Grindelwald como Potter.

Dumbledore trato que  nadie nunca lo supiera, la niña no podía llevar el apellido de una familia con un pasado oscuro y horrible, un pasado lleno de muertes y obligaciones matrimoniales. Afectaría su mentalidad, lo sabía, Margaret había sido desdichada con el apellido de su abuelo, tan triste hasta que conoció a Carl Evans.

— Puedo conseguirte un pase como turista de último segundo, estarás dos días ahí, luego volverás, con  la niña Potter.

— Con eso servirá — Dumbledore se alejó, Amelia sonrió.

— Y una última cosa, viajarás en avión.

*

Tony no se encontraba en la Torre Stark, la mayor parte del tiempo se la pasaba en el hospital Stark, su propio hospital, la niña Rhaey había entrado en un estado desconocido, parecía que su sangre la estuviera drenando y luego volvía a llenar los espacios vacíos, había llevado a los mejores Doctores para que la revisarán, ninguno de esos mentirosos pudo decirle la verdad, todos le habían dado diferentes resultados y Rhaey no mejoraba con ningún medicamento.

Decidió que lo mejor era visitar a la única persona que le daría información sobre la magia y estado de Rhaey, el arquero, Clint.

— ¿Cómo está? — preguntó Clint, uno de los que se habían quedado en la prisión.

Quería decir algo tan bromista, pero su sentido se había perdido.

— Tan bien como imagines la muerte — contestó Tony, no podía decir con facilidad las cosas que habían ocurrido — Ella, bueno, Gigi te llama algunas noches, grita pidiendo tu ayuda. La sedamos para que duerma.

— Yo...
— Creo que tiene que ver con su magia, se ha estado manifestando — dice Tony. La ansiedad reflejada en sus ojos cafés.
— Es imposible, la habitación roja extrajo todo, eso nos dijo.

Tony asintió, había intentado averiguar sobre la magia, nadie quería darle información, decían que Tony Stark estaba loco, Gigi necesitaba que él hiciera todo el esfuerzo posible para encontrar una solución. Un tipo que mágicamente había vuelto a caminar luego de que su columna estuviera destruida, le dijo "el templo te ayudará". Tony no tenía tiempo que perder, no podía ir a rezar.

— ¿Dónde está su familia?

La desesperación es la peor compañía que puedas pedir, menos si viene de la mano con el estrés y noches sin dormir.

— ¿Qué pregunta es esa? Te estas volviendo loco

—¡La única forma de volverla a tener es su familia... Yo no cuento con magia! — Tony dice, estaba deseoso de una respuesta, Gigi necesitaba una solución.

— Aunque quisiera decirte algo sobre su familia, yo no lo sé, SHIELD destruyó su informe, ella no tiene pasado, no para el mundo.

Tony asintió, esto era un golpe duro para él. Gigi en poco tiempo había sido su niña dorada, la adopto, le dió su apellido y un nombre, no podía dejarla agonizar como un simple juguete, él enserio necesitaba respuestas. Ni siquiera Charles había podido ayudar, la mente de Gigi había entrado en protección, como una capa de protección.

— Londres, Albus Dumbledore. Solo eso puedo recordar... Y decir.

— Gracias, sirve de mucho Clint.

Clint asintió, le daba algo de paz saber que estaba ayudando a Ray.

Tony salió de la prisión, su dirección era obvia, le tomó solo una hora llegar al hospital Stark. Sabía que en esta hora Rodhey estaba tratando de caminar, Rhaey debía estar en cama, tratando de no morir. La falta de ánimo era obvia, Tony no podía con todo eso, Ray le había dicho que alquilara los pisos de la Torre como departamentos, él creyó que no podría, pero, cuando la niña había caído en cama, alquilo todos los pisos a precios decentes, no quería más notas amarillas llamándolo "aprovechado". Ray había tenido razón, como siempre.

— Señor Stark — Peter dice, a su lado.

El mocoso se había vuelto amigo de sueños, Ggi charlaba con él cuando recobraba la razón, por unos minutos. Tony tenía alguien (aparte de Charles) en quien confiar, ambos avanzaron por el pasillo, no les sorprendía el silencio que existía, caminaron en silencio por unos segundos más.

Las preocupaciones se disipaban cuando la veía, en aquella camilla estaba la única niña que amo, su dulce niña, Gigi Rhaey Stark.

Lo que sucedió a continuación fue rápido, un brillo amarillo los segó a ambos, trataron de ver bien, Tony escucho las alarmas, alguien con la misma magia de Ray estaba invadiendo el hospital, ambos trataron de recobrar sus sentidos, pero no pudieron, Tony sintió algo chocar contra su reactor, Peter se logró mover a tiempo. Los dos estaban algo perdidos, rápidamente sintieron cansancio, el sueño los invadió.

Lo último que ambos vieron fue a Gigi en brazos de un hombre mayor.