Decisiones

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Sonó el despertador, Maira miró, como la barriga de abril había crecido, ella se encontraba más feliz, o al menos eso parecía.

—¿Qué pasa?

—Las chicas se miraron —¿Qué me ocultáis?

—Hoy es el baile —Sonrieron.

—¿Baile?-Se quedó dudosa, pero un recuerdo, se vino a su mente.

—Sí, superdivertido, bebidas, bailes al estilo Americano.

—¿Bailes al estilo, Americano?

—Música fuerte, las clases abiertas y mucha tensión ya sabes.

—No.

—Mejor, que sea una sorpresa.

—Se fueron a clase, de pintura y se sentaron.

—Buenas a todos, espero que os guste la clase de hoy, dibujaremos un rostro.

— y no te puedo pintar a ti maestra —Maira miro, que era unos amigos de Máximo.

—No, tienes que pintar, a quien tienes a la derecha

—A vale.

—Bueno, sigo, Creo que nos habéis enterado, pero, tenéis que elegir, a que os dedicares, o a esto o también hay más cosas —Sonrió, todo lo podéis ver, en el papel de la beca.

—Gracias, maestra.

—A vosotros.

Maira todavía no se creía, que le tocaría elegir, pero en este caso, lo tenía claro, quería hacer lo que está, haciendo ahora. Maira lo relleno y lo entrego.

Una mano, toco su muñeca y se asustó.

—Tranquila soy yo, Máximo.

—Me giré y lo vi ahí estaba, con su pelo peinado, sin ningún mechón afuera.

—Estoy haciendo una locura, por lo menos para mis padres.

—¿Y qué es?

—El tío de mi padre, conduce coches de fórmula uno.

—¿Qué es?

—Carreras, pero no son ilegales.

—Los sueño, se llaman sueño, cuando lo ves pequeños.

—Entonces como los llamo.

— Realidad.

—Vas a venir al baile.

—Que va lo mío, no es eso bonita —Toco su barbilla.

—¿Tampoco, por mí?

—Me encantaría, pero mis pies son izquierdos.

—Te prometo, estar ahí.

—Habla con tus padres, no dejes que los sueños, se te dañen por no creer en ellos.

—Lo haré.

Ella sonrió y se marchó, cuando llego a su cuarto; vio llorado a Cristal.

—¿Qué te pasa?

—Hoy es un día asqueroso —Miro a la ventana, que estaban las cortinas retiradas y el tiempo, no acompañaba.

—¿Y eso?

—Mi padre volvió y quiere, que vaya a trabajar a la granja y no es volver, sé que las clases no es lo mío, pero me encanta cine y las notas me da para elegir.

—En teatro te vi concentrada, no dejes que nadie, maneje tus riendas, vida solo ahí una y recuerda que es la tuya.

—No, parece que mi vida, nunca ha sido mía. Estoy arta de ocultar cosas y quiero demostrar que este es mi camino.

Eléctricamente enamorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora