CAPÍTULO 1: ARREBOL (Kiara)

88 15 6
                                    

Un año.

Un año había pasado desde que mi madre había muerto a causa de su terrible
enfermedad. Una enfermedad con la que nació, y se fue desarrollando según fue creciendo.

Mi padre ahora se pasaba los días en clubs gastándose el dinero. Aún que eso no es relevante, ya que el dinero no es algo que nos faltara, pero el hecho de que deje a su hija sin un apoyo paternal tras la muerte de su madre, podría levantar sospechas, cosa que me parece muy inmadura de su parte, teniendo en cuenta a que se dedicaba mi padre.

Tengo las sospechas de que Bastian, mi padre, mató a mi Madre, Victoria.

Ellos nunca se llevaron bien, ya que ni si quiera se querían. Y querer es ya decir mucho, porque realmente no se toleraban.

Su matrimonio era totalmente interesado.

Mi madre siempre evitaba el tema, pero yo siempre había sabido que no era hija biológica de Bastian.

Pero por mucho que intenté hablar del tema con mi madre, Victoria era alguien muy reservada, y aunque no fue la mejor madre, siempre la he agradecido todo lo que ha hecho por mí, a pesar de su enfermedad.

Bastian en cambio, era reservado pero horrible mintiendo. (Eso o no le interesaba esforzarse en mentir.) 
Todos en el pueblo sabían que tenía trabajos sucios, que nuestro palacio, Arrebol, (nombre que puso mi madre) era fruto de muchas vidas y actividades ilegales. Pero nadie se atrevía a enfrentarlo, con lo cual nunca ha sido castigado por ello.

Era Lunes 8 de noviembre, y habían pasado dos días después del funeral de mi nueva madrastra.
Era la quinta madrastra que tuve y murió en tan solo unos meses desde que se convirtió en parte de la familia.

Era la hora de la cena, y Bastian, como de costumbre, tenía su copa hasta arriba de vino.

—Papá ¿puedo hacerte una pregunta?- Le pregunté mientras comíamos en el gran salon desde el otro extremo de la mesa.

—Ya sabes que me tienes que decir padre, y eso ya es una pregunta.

—Disculpa padre.- Y tras eso decidí no pronunciar una palabra más en toda la cena.

Bastian era una persona fría.
Solo tenía contacto con el en las cenas, y en sus clases, las que normalmente aprovechaba para desahogarse con mi cuerpo como si fuera un saco de boxeo.
Yo no iba al instituto, ya que Bastian presentó unos papeles que decían que el tenía las capacidades de enseñarme lo mismo desde casa.
Pero normalmente se ocupaba mi instructor, ya que él no ponía ningún interés en establecer algún tipo de relación conmigo.

--Señorita Miller, llévese a Kiara a su dormitorio.- Ordenó Bastian sin si quiera levantar la vista de su copa de vino ya casi vacía en tan solo unos minutos.

—Por supuesto señor.- Contestó ella, vestida en un vestido largo y negro, con un pequeño delantal blanco.

—Buenas noches padre.-Le dije sin esperar respuesta.

—Vamos señorita Harper.-Se dirigió a mi Mack, la joven encargada de llevarme al dormitorio.

Ella era Mack Miller, "mi criada"y mejor amiga.
Mack era de mi edad, su madre fue mi niñera y la única figura realmente maternal que tuve, ya que mi madre siempre estaba en cama, por su enfermedad.
Mack era la única en todo el Arrebol, que se preocupaba por mi desde que su madre falleció, tan solo un mes antes que la mía.

Su madre nos había criado como si fuéramos hermanas, aunque siempre teniendo que respetar la condición de que ellas solo eran criadas.
Ahora Mack siempre trataba de cuidarme como si fuera parte de su familia, y a estas alturas, yo la consideraba parte de la mía.

—Kiara, esta noche las cámaras se apagan, no se aún el motivo, pero es nuestra oportunidad.- Me susurró Mack mientras andábamos por el largo pasillo camino a mi dormitorio.

—No se si estoy preparada.- Dije con voz temblorosa.

—Claro que lo estas, eres Kiara Harper, la chica mas valiente que conozco.

— No sé Mack, quizás debería esperar más.-Le dije con la cabeza gacha-Además, que harás tu?

—Aguantar, y rezar por ti.

—Sabes que no pienso largarme de aquí sin ti Mack.-Le dije mirándola con determinación.

—Hazlo, ya volverás a por mí, pero eres tu la que está en peligro ahora mismo. Posiblemente esta sea tu única oportunidad.

—Pero Mack...

—No, Kiara. No hay nada más que hablar.- Dijo parándose en seco y cogiéndome la mano en señal de apoyo. —Te daré los tres toques en la puerta y dos giros de manillar para avisarte cuando tengas que salir.

Y con eso me dejo en la puerta de mi habitación, hizo una reverencia guiñándome el ojo, y se fue.

Por mucho que no quisiera admitirlo, Mack tenía razón.
Corría peligro cerca de Bastian.
Últimamente los criados con los que me relacionaba en el Arrebol, desaparecían muy frecuentemente.
Según mi padre solo estaba haciendo "algunos cambios en el personal" pero yo había sido testigo de una de sus hazañas, una noche lluviosa, unos meses antes.

Y no era para nada seguro seguir cerca de un monstruo así.
Y ya sin contar, que el era el que había estado asesinando a mis madrastras estos últimos meses.

Arrebol.Where stories live. Discover now