#Karmaland #Luzbius
•✧N S F W/+18✧• ── Rubius había preparado una sorpresa para Vegetta, y así obtener su perdón, que el azabache volviera con él. ¿Quién diría que en su descuido, la sorpresa sería para alguien más?
*╭═┅ৡৢ͜͡✦╡█⦂❀۪۪⃑✧❟ܝ❟✧۪۪❀⃑⦂ೈ᰷᰷ᰰ█╞┅...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Un suspiro se había escapado de entre sus labios, tomando con fuerza los hombros de aquel que le había consolado, sentía las caricias sobre su espalda, trataba de controlar sus mas bajos sentidos, se sentía bien, se sentía relajado.
Hasta que Luzu le obligo a acostarse bocabajo, dejando su torso sobre el colchón y sus piernas sobre las del castaño. Mientras seguía con el pequeño masaje, sobre la espalda y bajar poco a poco a la zona baja de su espalda.
Sí, Luzu le había recomendado darle un masaje para desestensar su cuerpo y calmar su ansiedad, pues sentía que era la única forma en la cual el híbrido podría sentirse de una mejor manera. Sin embargo, tal parecía que Luzu no recordaba con quien estaba.
Rubius mordió su labio inferior, temblando bajo las manos del castaño, finalmente sintiendo el masaje sobre sus muslos que solo al sentir el alivió de sus tensos músculos y relajarlos en mayor medida. Miró hacia donde se encontraba el castaño, haciendo su labor de calmar el cuerpo de un ansioso oso, y lo peor, es que lo estaba haciendo sentir mas ansioso pero más al sentir como los dedos de Luzu rozaban con sus glúteos, y; claro, que aquello solo hacia que su pequeña colita de oso se erizará por debajo de la falda del vestido, moviéndose por debajo de la tela, algo que captó la atención del castaño, al tener en su regazo la retaguardia del híbrido.
Trago duramente, su curiosidad mataba en alzar la falda del vestido, pero su raciocinio le impedía aquella acción debido a que no debía seguir sobrepasando la fina línea que trataba de mantener aún firme. Pero, no duro al sentir como la cintura de Rubius se movía de un lado a otro, con tal de tentar al castaño con ese leve movimiento, haciendo que su colita de oso se abriera poco a poco paso sobre la mirada escarlata del castaño.
Luzu finalmente pudo notar el encaje negro que envolvía los glúteos del híbrido debajo de él, al igual que una colita de oso moverse inquieta por ya no sentir el toque de sus manos sobre su piel. Mordió la parte interior de su mejilla, sintiendo el cosquilleo de sus manos en tomar esa ansiosa extremidad que Rubius tenía. Pero simplemente agito su cabeza y volvió con su labor de masajista temporal, volviendo a tomar los muslos y apretar en zonas especificas los músculos de Rubius y notar como las piernas del mismo se flexionaban a su dirección apresando suavemente las manos del castaño, y hacer sentir mas tentado al castaño. Quien solo opto por seguir masajeando la parte de las pantorrillas y tratar de que sus manos no tocasen más arriba de los glúteos, pero debido a la obstrucción de las mismas piernas de Rubius, sin quererlo terminó amazando ambas nalgas del híbrido, que movía mueven te ansiosa su colita por el masaje dado en esa zona.
Luzu debía admitirlo, el oso sabia seducir sin siquiera esforzarse tanto, y si lo hacia, debía estar preparado para las viles tácticas del híbrido y caer ante él de alguna u otra forma.
Las piernas de Rubius se extendieron, una vez que Luzu acepto masajear sus glúteos, sentía como sus manos le daban una sensación espectacular, y ni hablar de como; mas por parte del castaño, su curiosidad le hacia rozar sus dedos por sobre su colita que comenzaba a sentirse sensible por cada tanto "accidental" que Luzu le daba. Puesto que trataba de ocultarla con la palma de su manos, pero ante el movimiento frenético, Luzu solo la apretaba con suavidad, y eso claro solo hacia que el rubio soltara gemidoa suaves y suspiros largos.
