Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
— ¡No! — Jin se hizo bolita en la cama y llevo las manos a sus oidos. — ¡Yo quiero a Jonnie! — Volvió a pedir mientras soltaba un fuerte llanto.
— Cálmate y respira, como te dijo el doctor Lee. — Jimin corrió rápidamente a la habitación que tenían con las medicinas para Jin, lejos del alcance de este. Cuando encontró lo que buscaba regresó corriendo a la habitación de Jin, encontrandolo de la misma forma en la que lo dejó. Con el frasco de pastillas en las manos, tomó un vaso de agua y lo llevó hacía Jin, rezando internamente para que este se tomara sus pastillas sin problema alguno.
Pero sus plegarias no fueron escuchadas.
Después de minutos intentando hacer que Jin tomara las pastillas, por los nervios, el frasco de pastillas se le resbaló de las manos, todas se regaron en el brillante piso de madera blanca.
Ahora si estaba jodido.
La única opción que le quedaba era ir en busca de Kim. Salió rápidamente de la habitación inundada por lo incontrolables sollozos de Jin, salió tan apresuradamente que ni se dio cuenta de las puertas que dejó abiertas. Esperando solo que a Jin no se le ocurriera salir.
Llegó corriendo hasta la oficina de Kim, entró sin tocar, para así poder decirle en cuanto antes al mayor lo que estaba pasando, pero no contaba con que el moreno no se encontrara ahí. Con muy poca esperanza de encontrarlo en casa se dirigió rápidamente a las enormes escaleras, con la certeza de encontrarlo, quizás en el salón.
A mitad de las escaleras notó que quien buscaba estaba hablando con Mi Yoongi al pie de las escaleras, bajó los escalones con más rapidez hasta estar lo suficientemente cerca y hablarle con voz apresurada.
— N-Nam, necesito decirte algo, es u-urgente. — Habló con rapidez y con voz agitada, por haber estado corriendo.
Pero no esperó que se escuchara un agudo grito en todo el lugar.
— ¡Jonnie!
Jimin se dio la vuelta rápidamente, observando a Jin al inicio de las escaleras, con las mejillas y nariz rosas por haber llorado, sosteniendo entre una de sus manos un afelpado osito dormilón, y en la otra una suave manta de color durazno. Este empezó a bajar las escaleras, o al menos intentarlo. Con las piernas temblorosas bajó los primeros escalones, lo hacía con cuidado ya que al no bajar frecuentemente las escaleras, y menos estando solo, esto se le dificultaba un poco.
¿¡QUÉ SE SUPONE QUE ES ESTO, PARK!?
El grito de Kim Namjoon se escuchó fuerte y grave. Nam se dirigió con evidente estrés hacía el bonito chico que sonreía al ver que su mayor por fin iría con él. El de pelo blanco al tener la posibilidad se colgó del cuello contrario y enredó sus piernas en la cintura del moreno, al estar unos escalones más arriba que el moreno esto se le hizo sencillo.
Nam caminó rápidamente hacía la habitación de Jin, sin mirar atrás, no queriendo ver la expresión de Yoongi, sabiendo que debía darle una explicación.
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