un sobre tan rojo como su forma de querer

Comenzar desde el principio
                                    

Y a pesar de que Jeongin apenas podía vivir una vida normal por culpa de todo lo que le controlaba Christopher, sus ojos estaban tapados con una venda invisible y pensaba que todo aquello lo hacía porque se preocupaba por él. Pero no, a él nunca le importó. Nunca le importó su relación, ni nadie, ni nada. Jeongin sabía que desde que lo vio acercarse aquello podía convertirse en un gran problema y que la culpa era de él, pero el tiempo no se podía revertir.

...

Ya había pasado una semana y Hyunjin se estaba terminando de atar la corbata.

Aún seguía sin entender por qué Jeongin quería ir a la boda de su ex, pero prefería no preguntar. El pelirrosa solía ser muy reservado respecto al australiano y respetaba que no quisiera contarle esas cosas, quería darle tiempo.

Después de un tiempo, ya se encontraba frente a la puerta del edificio donde vivía Jeongin y dios, estaba más nervioso que el día de su graduación. ¿Aquello era normal?

Se recuerda a sí mismo con diecisiete años, el pelo largo recogido con una coleta y teñido de azul eléctrico porque su padre odiaba los colores tan vistosos y le encantaba molestarlo de cualquier manera posible. Había ido a buscar al chico que sería su pareja para el baile, aunque cuando este intentó besarlo huyó asustado porque nunca antes había tenido esa sensación. Echaba de menos aquella época donde no tenía que fingir ser un hombre serio, aunque gracias a Jeongin podía ser él mismo más seguido.

Miró su pelo corto negro en el cristal del coche. ¿Debería cambiarlo? Verse así lo hacía parecer aburrido.

- ¿Hyunjin? -

Al escuchar aquella voz, volteó para ver a Jeongin y decirle que deberían irse, pero todo rastro de conversación desapareció al ver al hermoso chico vestido con su traje.

- ¿Te gusta? Lo compré por ti. Aunque si no te gusta me lo puedo quitar y-. -

- Jeongin, estás increíble, ¿vale? Y aunque no me gustara, si te gusta a ti te lo quedas y punto. -

Yang sonrió débilmente. No estaba acostumbrado a que le dieran tanta voluntad propia con esos temas.

- ¿Nos vamos? - Preguntó Hyunjin, a lo que el más joven asintió.

Cuando se subió al asiento del copiloto y Hwang a su lado, no pudo evitar morderse el labio con nerviosismo. Sentía que ese día iban a pasar demasiadas cosas.
Toda esa sensación de nerviosismo desapareció cuando el pelinegro unió su mano con la suya y la apretó levemente tres veces, convirtiéndose en un momento especial para ambos.

- Todo va a salir bien, Jeongin. Estoy contigo. -

- Hyunjin. - El pelinegro contestó con un pequeño "¿hm?" - Sabes que no te quiero sólo como un mejor amigo, ¿verdad? Y sabes lo que realmente significa que este traje me lo haya comprado por ti. -

- ¿Acaso quieres que te lo quite? - Ambos rieron, sonrojándose cada vez más.

- Puede. - Jeongin desvió la mirada a la ventanilla, con su rostro completamente rojo.

...

Finalmente llegaron al lugar de la boda y cuando se bajaron del coche, Jeongin tragó saliva antes de acercarse a la entrada. Un guardia de seguridad los miraba de arriba a abajo, pero sobre todo a él. Quizás lo reconocía.

- Adelante. - Dijo sin más, sin siquiera revisar la lista de invitados. Suspiró, intentando tranquilizarse.

Hyunjin tomó su mano y volvió a apretarla un poco tres veces. Jeongin se acercó a su oído.

- ¿Qué significa eso de apretarme la mano tres veces? - Susurró.

- Significa que te quiero. - Susurró de vuelta Hwang.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 29, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

REPUTATION ──── HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora