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Daemon y Viserys apenas logran pasar la puerta de sus aposentos antes de desvestirse con urgencia.

El casco Valarian ha caído al suelo, la corona de Viserys fue arrojada por Daemon hacia la cama. El omega tira de la túnica de su esposo hasta que pasa por la cabeza, Viserys ahora sólo tiene pantalones y sus botas. Daemon sonrió y alza su mano hasta el pecho de su alfa, donde pasa sus palmas hasta el vientre; sintiendo los músculos tensarse bajo sus manos. "Mi amor..." Susurra el omega, posando sus labios sobre el pecho de Viserys, besando y pasando la lengua por la piel salada.

Daemon deja caer a Viserys hacia la cama y cuando el alfa tiene la intención de levantarse, la palma del omega en su pecho lo detiene. "Tengo un regalo de bodas para ti, mi rey." Dice Daemon, sonriendo mientras quita la mano del pecho de su esposo y empieza a quitarse su propia túnica, despeinado su cabello en el proceso.

Viserys observa hasta que Daemon se ha quitado todas las prendas matrimoniales y queda parado ahí, cubierto con una fina tela de seda blanca, cubriendo su pecho en un escote abierto, sus brazos pálidos y besados por lunares a la vista, había escondido bajo la ropa tradicional las joyas que Viserys le había regalado durante su cortejo, hinchando el ego de su alfa y algo más.

Viserys respira medio agitado, llevando sus dedos a los cabellos plateados de su consorte mientras siente la punta de la lengua de su omega pasar por uno de sus pezones. "Daemon." Jadea el rey, apretando más el rostro de Daemon contra su cuerpo. "Eres bellísimo, tú, todo esto..." Sus manos recorren la fina seda, sus dedos se escurren por sus muslos hasta llegar más arriba, donde no puede evitar apretar las manos en las nalgas del omega, sus dedos se llenan de lubricante espeso.

Daemon jadea, el agarre del rey hace que su cuerpo se mueva de manera brusca." ¿Te gusta?" La pregunta se gana un asentimiento ansioso del rey. Daemon sonríe travieso. "Necesito jugar contigo para mojarme, mi rey." Viserys se atraganta con lo dicho. Las manos tibias del menor desenredan los cordones de su pantalón, se pone de rodillas ante su rey para quitarle las botas, bajando después los pantalones y su ropa interior.
"Te haré disfrutar, mi señor." Sonríe Daemon, recostandose sobre la cama, con el antebrazo derecho sosteniendo su peso.

Viserys no puede creer que está tan relajado cuando tiene un pene alfa justo frente a él. El alfa tiembla cuando la punta de la lengua del rey consorte pasa por todo el largo, degustando su sabor. "Por los siete..." Susurra el rey, observando las pestañas pálidas de su omega, el joven lo mira desde abajo, moviendo la lengua en círculos sobre su glande.

La mano de Daemon por fin se une a las burlas hacia su miembro, subiendo y bajando en un agarre semi apretado, Daemon sopla una bocanada de aire hacia su pene para después dejar caer un chorro de saliva sobre la punta, esparciendo el líquido viscoso por todo el miembro. "Follame la boca, mi señor." Entonces Daemon se mete la mitad de su miembro a la boca, gimiendo profundamente para enviar vibraciones por todo el pene del alfa, haciendo que Viserys produzca un gemido parecido a un gruñido desde el fondo de su garganta. Y, siguiendo los deseos de su consorte, Viserys enreda un buen puñado del cabello de Daemon en su mano derecha para luego empezar a mover las caderas lentamente, con la lengua de Daemon moviéndose por todo el largo, aplanandose sobre la cabeza que llora presemen, las mejillas ahuecandose para darle una sensación apretada al rey.

Viserys puede escuchar el chapoteo que producen las embestidas y la saliva, también el sonido de la fricción de su miembro con los labios de Daemon, observando desde lo alto la cara de éxtasis de su consorte, sonríe mientras da otra estocada que lo lleva directo a la apretada garganta del príncipe.

Daemon retiene lo más que puede sus reflejos náuseosos, cuando es mucho para él, se aparta suavemente del miembro, chupando tortuosamente, el olor a alfa ahí es tan fuerte que cierra los ojos por lo mareado que se siente; sintiendo el lubricante natural escurrir por su agujero palpitante hasta sus muslos, perdiéndose en las sábanas blancas. Daemon lleva su mano izquierda entre sus piernas, olvidándose de su miembro erecto, apartando las bragas de color blanco que hacían juego con su camisón, acariciando suavemente su agujero como a él le gustaba, nunca nadie le ha hecho esto, solamente él conoce su propio placer, deberá pasar muchos días en cama con Viserys mostrándole dónde debe tocar.

La sangre del dragón. ─═✧Visemon [INCONCLUSA] Where stories live. Discover now