Cuando terminaron de rodar ese día, después de una larga escena de una de las canciones del Glee club, Lea se disponía a irse a su casa a descansar, cuando Cory se lo impidió arrastrándola por los pasillos.
- ¿Qué pasa? –preguntó ella extrañada.
-Sorpresa –le respondió el chico aun tirando de ella.
Llegaron rápidamente con el resto de sus compañeros y todos se miraban entre si confundidos. Lea se acercó a Dianna.
- ¿Tú sabes qué pasa? –le preguntó mientras la agarraba suavemente de la cintura.
La otra sonrió al sentirla y la miró de reojo.
-Ni idea –le respondió y pasó el brazo sobre los hombros de la morena.
Todos miraban impaciente a Cory mientras este seguía buscando al resto para reunirlos. Cuando por fin estaban todos, se colocó frente a ellos con una enorme sonrisa.
-Hoy nos vamos de fiesta –anunció sonriendo aún más.
- ¿Qué? –dijeron todos a la vez.
-Un amigo mío inaugura una discoteca y me ha invitado, así que os venís conmigo –dijo convencido.
Todos se miraron entre sí.
- ¿Y no podías habernos avisado antes? –preguntó Kevin algo molesto.
-Eh... ¿no? –dijo con tono inocente.
Todos suspiraron.
- ¿Y cómo se supone que vamos a arreglarnos? –preguntó Naya.
-El estudio nos deja la ropa, por eso no hay problema, ya he hablado con ellos –volvió a sonreír- ¡Así que venga! Poneros en marcha, en media hora nos vamos –les informó y después añadió- Y que nadie se piense que se puede librar de ir –advirtió y después abandono la sala.
Se miraron entre ellos de nuevo y se encogieron de hombros para después dirigirse hacia los vestuarios para elegir lo que querían ponerse.
Dianna suspiró pesadamente.
- ¿No te apetece ir no? –le preguntó Lea.
- ¿Sinceramente? –le preguntó mirándola y la otra asintió- No... En estos momentos solo quiero descansar.
Lea le sonrió y apretó su cintura con suavidad.
-Vamos y si nos aburrimos o estamos cansadas, nos escabullimos como podamos ¿Trato hecho? –le tendió la mano.
Dianna sonrió y apretó su mano.
-Trato hecho –le respondió- ¿Ya sabes que te vas a poner? –le preguntó.
-Por supuesto, lo tengo en mi tráiler –sonrió ampliamente- Y también tengo lo que tú te vas a poner.
La rubia la miró confundida pero no pudo decir nada porque enseguida fue arrastrada por la otra en dirección a su tráiler.
Cuando entraron, Lea la sentó en el sofá y abrió el armario sacando un vestido negro para ella y después uno blanco para la otra.
Dianna lo miró detenidamente y después se levantó para probárselo.
Lea por su parte ya se encontraba desnudándose para colocarse su vestido.
Se quitó rápidamente la falda que llevaba y después la camisa quedando solo en ropa interior, que ese día era de color negro de encaje, a juego con el vestido.
Dianna la miró de arriba abajo sin poder evitarlo mientras respiraba hondo intentando que el oxígeno llegase a sus pulmones. Nunca se acostumbraría al desparpajo y naturalidad con las que hacia las cosas la morena.
ESTÁS LEYENDO
Fama y otras cuestiones
RomanceDianna y Lea mantienen una bonita amistad continuamente cuestionada por los medios de comunicación recibiendo una gran presión sobre ellas y su relación ¿Conseguirán aguantar? ¿O se darán por vencidas? -Achele-