El Rey Mendigo y las Dos Cabezas

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-No digas eso -dijo desairada.

-¿Por qué no?

-Porque no podemos. Somos los últimos dragones Jon. Tienes un deber, eres el hijo de mi hermano y si pones un pie en Poniente los asesinos de Robert te mataran como lo hicieron con Rhaenys y Aegon.

-No sabrán quién soy

-Pero tú lo sabrás. Debes ser el Rey, debemos recuperar lo que nos quitaron.

-No quiero ser Rey, quiero ser libre

-Ya no podemos, nos lo quitaron. Por eso estamos aquí -insistió.

-Estamos en este agujero. Creciendo bajo la crueldad de un loco

-Jon puede escucharte..
Por favor. No repitas eso despertarás al dragón.

-Tal vez es igual a Aerys, y por eso me repudia así.

-Pero no podrá retenerme para siempre, un día me iré, y quien tendrá que temer al dragón es él.

Daenerys suspiró enormemente y Jon dejó la luz del piso hasta acercarse a la puerta. Podía oír su respiración incluso su olor al otro lado.

-No me iría sin ti Dany, lo sabes

-Lo sé -dijo mientras una de sus lágrimas se deslizaba en su mejilla.

-Pero hasta que logremos crecer, yo ya seré suya y estaremos atados cuando florezca.

-No pasará

-Puede pasar en cualquier momento. Y de no ser así, me venderá por algún ejército, por un barco, o por lo que sea. Tú puedes huir pero yo no. Veré su rostro todos los días y lo odiaré, nunca será gentil ni me dará amor.

Jon oyó su llanto y su corazón se llenó de angustia, no sabía que podía decir ni hacer sabiendo que era verdad.

-Deberías ser mi esposa entonces -dijo Jon con la inocencia que su alma gritaba.

-Somos la sangre del dragón. Tú lo has dicho yo seré Rey. Y tú podrás ser mi Reina

-No..no sé

-Mi padre lo querría así. Yo lo quiero así, somos niños pero sabemos más del deber que mi tío.

-Nos mataría primero

-No lo hará

-Tengo miedo

-Dany debes tener fe en mí. Si queremos recuperar nuestro legado, debemos poder conseguirlo. Y Viserys nunca se sentará en el Trono..

El sobresalto en la voz de Daenerys y el golpe seco le hizo ver a Jon que algo había pasado.

-Por favor hermano -chilló la quebrada voz de Daenerys.

-Te lo advertí mocosa, te dije que no quería que vieras al bastardo. Y vienes y me desobedeces. ¡Quieres despertar al dragón, eso quieres!

-No, no Viserys perdóname. No lo volveré a hacer

-Claro que no lo harás, porque no vas a poder ponerte de pie -bramó Viserys antes de soltar un golpe en el rostro de su hermana haciéndola caer al suelo.

JonerysWhere stories live. Discover now