Todo lo que Yeonjun podía odiar de su edificio eran dos cosas: Su vecino y las paredes que parecían hechas de papel.
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Se estiró dejando que truene su espalda y comenzó su camino hacia el baño con un arrastre en sus pies, consiguiendo sentirse malhumorado cuando los martillazos se detuvieron por primera vez.
— ¿Es en serio? —gruñó nuevamente y lloriquea luego de unos segundos, comenzando finalmente con su desastroso día, realmente rezaba por dormitar aunque sea un poco en su hora de almuerzo.
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— ¡Te estoy diciendo que no puedes decirme que el perro va a quedarse contigo!
—Tú te estás quedando con el erizo y el conejo ¡Al menos déjame cuidar del único animal que traje a la casa!
Yeonjun miró al otro abogado, harto de la discusión que lo que alguna vez fue un matrimonio feliz ahora se estaba montando.
Todo por un Pomerania.
— ¡Jeon Jungkook, no puedes quitarme a Yeontan, es mío!
—Lo haré porque soy yo quien está todos los días dándole alimento, bañándolo, llevándolo al veterinario y cuidándolo cuando lo único que haces es rascarte las bolas, Kim Taehyung.
—Entonces… Creo que será mejor discutir la custodia de Yeontan en otro momento —respondió Han Jisung, el abogado representante de Kim Taehyung.
— ¡¿En otro momento?! —El joven pelinegro se encogió de hombros al ver el tono desesperado del hombre — ¡No me deja ver un sólo pelo de mí mascota!
Yeonjun miró a su cliente, casi suplicante por aquello.
—Si fue registrado usted como dueño legal del can, entonces usted podrá reclamar que el señor Jeon está negándose a darle su perro —explicó su abogado, pero el cliente de Choi se rió con fuerza.
— ¡Es tan vago que ni siquiera registró a Yeontan, lo hice yo! —Yeonjun alzó una ceja con confusión al enterarse en ese momento de aquello.
— ¡Eso es mentira!
Yeonjun estampó con fuerza sus manos contra la mesa, haciendo que la ex-pareja detenga la discusión y obteniendo la atención de los tres presentes.
—Lo siento —Pidió una vez el coraje abandonó su cuerpo —Por favor, hasta que no se presenten los respectivos papeles la discusión de quién se queda con Yeontan queda en espera —Sentenció, dejando la sala en un sepulcral silencio —Ahora, si me disculpan. Al igual que este tengo otros casos que atender, por lo que me retiro —y dichas tales palabras, la reunión acabó.
Tomó los respectivos papeles que le correspondía y los guardó en el maletín, saliendo junto a su cliente -el cual estaba haciendo muecas de burla a su ex- y finalmente teniendo una charla más privada.
—Escúcheme señor Jeon —el mencionado frunció sus labios al ver el semblante serio en el abogado —le pido que si va a provocar este tipo de discusiones al menos me brinde la información, sin los respectivos documentos no puedo probar nada.
