Mon Ciel.

#6.

Fernanda: ¿Qué? ¡Isabelle, es la rubia resbalosa!
Izzy: oh no, al parecer el inicio de año se pondrá algo intenso
Alec: relájate Fer, el te ama demasiado
Fernanda: si, mejor vamos a clase.

Tomamos nuestras mochilas y comenzamos a caminar en dirección al salón de encantamientos.

[…]

Y ahí estábamos, comenzando a caminar en dirección a la casa de Hagrid, dónde nos veríamos con la nueva profesora.

Evelyn: ¡Buenos días, alumnos! Es un gusto conocerlos, soy la profesora Evelyn Delacour, y les daré cuidado de las criaturas mágicas, para empezar quiero que veamos los Doxy, ¿Quien me puede hablar un poco de ellos?.

Levanté mi mano y ella me cedió la palabra.

Evelyn: Adelante, señorita Blossom
Fernanda: La Doxy, a veces referido como el hada mordedora, es una pequeña criatura que a veces es confundida con las hadas. La Doxy está cubierta de espeso pelo negro, y tiene un juego adicional de brazos y piernas. Sus alas son gruesas, convexas y brillantes, como las de un escarabajo, y una doble hilera de afilados dientes venenosos. Si un mago o una bruja es mordido por una debe tomar un antídoto de inmediato
Evelyn: ¡Muy bien! 5 puntos para Slytherin, al parecer tenemos una cerebrito en la clase, no esperaba menos de una Blossom.

Y así paso la clase, entre palabras alentadoras de la nueva profesora y halagos de los bobos que la veían torpemente.
Y finalmente acabaron las clases del día de hoy, así que tome mi mochila y comencé a caminar hacia la biblioteca para empezar con mi tarea, hasta que el profesor Snape y la profesora Mcgonagall me detuvieron.

Mcgonagall: Señorita Blossom, ¿Podemos hablar un momento?
Fernanda: oh sí, claro profesora Mcgonagall
Snape: sigamos con esta plática en el despacho de la profesora Mcgonagall.

Los tres comenzamos a caminar en dirección a la oficina de la profesora Mcgonagall, al entrar, la profesora se sentó en su lugar, Snape se paro a su lado y yo me senté en el lugar de enfrente.

Fernanda: ¿Qué sucede, profesores?
Mcgonagall: Señorita Blossom, tiene unas calificaciones excelentes, es prefecta de Slytherin, ha pasado por muchísimas cosas desde que llegó a Hogwarts, y es muy talentosa, no solo en baile, también en cuestión de la música   y es por eso que necesito pedirte algo... Queremos que cantes en el baile de ex alumnos
Fernanda: ¿Qué? Digo, es todo un honor y estoy completamente agradecida por lo halagos, profesora Mcgonagall, pero um, ¿Cuándo será?
Mcgonagall: es algo muy nuevo que el director Dumbledore quiso implementar, estamos pensando que se podría realizar el 30 de Marzo
Fernanda: cuenten conmigo, profesores
Snape: bien, en ese caso, ya se puede retirar, señorita Blossom, le estaremos avisando sobre los detalles y demás para que tenga todo listo.

Me despedí de ambos profesores y salí de la oficina, para luego chocarme con Pierce.

Pierce: oh, hola pelirroja
Fernanda: Pierce, hola ¿Cómo va tu día?
Pierce: me perdí aproximadamente 3 veces, ¿Tu que opinas?
Fernanda: jajajaj, ¿Enserio? ¿Por qué no me hablaste?
Pierce: no quería molestarte, Ferchis
Fernanda: ¿Ok?.

Iba en camino a la sala común con Pierce, nuestra plática demasiado avanzada y llena de risas, hasta que alguien apareció frente a nosotros.

Magnus: ¡Fernanda Evangeline!
Fernanda: ¿Magnus? ¿Qué sucede?
Magnus: Necesito hablar contigo, debemos protegerte
Fernanda: ¿Qué? Magnus me estás asustando, ¿Que sucede?
Pierce: Mejor los dejo, nos vemos luego, Mag y Fer.

Pierce se alejo de nosotros y yo seguí a Magnus hasta la torre de los fundadores, dónde tomamos asiento en la mesa que estaba ahí.

Magnus: Fernanda, hay algo que creo que aún no has descubierto y estás en peligro por ello, y tú familia también
Fernanda: Magnus, por Merlín, ¿Qué es?
Magnus: Tienes otro poder... Puedes traer devuelta a los muertos y es por eso que tú abuelo, Valentine Morgenstern, te está buscando por cielo, mar y tierra
Fernanda: ¿Qué yo puedo qué? ¿Cómo? ¿Puedo volver a ver a mi mamá?
Magnus: Tienes que usar tu magia en todo su resplandor, es en un ritual en el lugar donde se encuentran enterrados, y tienes que mencionar algunas palabras, pero ese no es el punto, me encargaré de mantener segura a tu familia, te lo prometo, ¿Si?
Fernanda: gracias, Magnus.