Capítulo 8: Graduación Accidentada

Start from the beginning
                                    

- ¿Ah?

No terminé de entender esa última oración cuando al volver a abrir los ojos lo primero que observé fue el techo de una habitación. De inmediato me senté sobresaltada, confirmando que esta vez de verdad había despertado.

- ¡Kotoko-chan! Menos mal. Ya despertaste. - Tía Noriko se puso de pie con un pañuelo en la mano con el cual secaba sus lágrimas. - Tuviste una apendicitis pero ya estás bien. Podrás venir con nosotros a casa esta noche.

Tío Shigeki llegó a mi lado con un rostro lleno de preocupación. - ¿Te sientes bien, Kotoko-chan? ¿Cómo está el dolor? ¿Se ha ido?

Los miré durante unos segundos, tragándome el nudo que se formó en mi garganta gracias a la charla que tuve momentos antes, sonriendo con cansancio. - Estoy bien. Ya no me duele nada.

Los tíos parecieron aliviados por mi respuesta.

- Yuuki estaba inconsolable. Ahora que despierte y te vea bien podrá estar tranquilo.

Ante sus palabras miré a mi izquierda y caí en cuenta de que Yuuki se encontraba recostado en mi cama, sujetando mi mano entre las suyas mientras dormía. No pude evitar esbozar una sonrisa más que conmovida.

- Deberías volver al trabajo ahora, papá.

- ¿Tío, no has ido al trabajo? - pregunté algo angustiada.

- No te preocupes por eso, Kotoko-chan. - me calmó el hombre acariciando mi cabeza con cariño. - Tu salud es más importante. Me quedaré hoy a cuidarte.

No pude evitar llorar un poco ante sus palabras.

De pronto, se escuchó una ligera conmoción en el pasillo y la puerta fue abierta de golpe.

- ¡Mamá! ¡Papá! ¡¿Kotoko está bien?!

- Disculpen la intromisión, ¿Cómo se encuentra Aihara?

Parpadee varias veces tratando de asimilar que Irie-san y Watanabe-san acababan de irrumpir en la habitación con la respiración agitada y con el aspecto de haber sido apaleados por un grupo de delincuentes.

- ¡Oniii-chan! ¡¿Qué te pasó?! - Tía Noriko lo miró asustada.

El imbécil poso su mirada sobre mí. Algo parecido al alivio surcó su rostro. Luego apartó la mirada con el ceño fruncido.

- Verá, tuvimos algunos contratiempos de camino al examen y de camino al hospital. - explicó Watanabe con una exhausta sonrisa.

- Oh no. - pronunció Tía Noriko.

- ¡Nao-chan, entonces...! - Tío Shigeki se acercó a su hijo con miedo.

- No se preocupen. Completé el examen. 

Un suspiro escapó de la boca de sus padres.

- ¡KOTOKO ONEE-SAN! - el grito de Yuuki me tomó desprevenida y pegué un saltito de la impresión. Tampoco esperaba que se lanzara a abrazarme colgándose de mi cuello. - ¡Creí que te estabas muriendo! ¡Tonta, no me asustes así! - pese a su aparente regaño no dejó de llorar.

- Sí, lo siento, Yuuki. Seré más cuidadosa con mi salud la próxima vez. - me disculpé devolviéndole el abrazo con una sonrisa. - ¡Auch! - me quejé, dándome la vuelta para notar que el imbécil acababa de darme un golpecito en la cabeza. - ¡¿Por qué ha sido eso?!

- Te advertí que no hicieras llorar a Yuuki. - fue su respuesta cruzándose de brazos.

Sus palabras me dejaron en shock. 

Lo peor de todo es que no tuve argumentos para protestar. Puede que el imbécil no lo supiera; pero yo era consciente de que sufriría de este padecimiento y aun así no hice nada para impedirlo, dejando que Yuuki se preocupara por mí.

No Tendré Una Relación TóxicaWhere stories live. Discover now