Capítulo 6: Celebrando Las Fiestas

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Cuando quise darme cuenta los helados de los tres se encontraban derritiéndose sin compasión alguna en el impecable piso de madera. Nos quedamos observándolos por un momento, compartimos una mirada y una sonora carcajada se nos escapó, tan fuerte que todos en el establecimiento nos voltearon a ver; pero poco pudo habernos importado.



...



Los días siguientes fueron bastante tranquilos.

Conocí a mis nuevos compañeros y profesores de la Clase 3-A. Todos estaban sorprendidos por la inesperada mejora en mi rendimiento de ese año, preguntando al respecto sobre si tenía algún método de estudio secreto. No desaproveché para decir que fue gracias a las sesiones de estudio que compartía con mi mejor amiga, que era una gran profesora y que si les interesaba podía pasarles su número.

De más está decir que gracias a esa sutil recomendación Motoki se llenó de nuevos alumnos de todas las clases, desde la A hasta la F. Ella estuvo más que complacida y lloró hasta las lágrimas cuando me contó que gracias a ello pudo reunir el dinero suficiente para pagar sus estudios universitarios. No pude evitar alegrarme con ella recordando que en el anime Motoki no comenzaría sus estudios sino hasta dentro de un año más.

Si bien la convivencia con mis compañeros de clase se volvió amena, al punto en que hacíamos los deberes juntos y teníamos conversaciones triviales, continué reuniéndome durante los recesos con mis antiguos compañeros de la Clase 3-F. No iba a abandonarlos, no cuando me demostraron ser amigos tan fieles y leales, a quiénes debido a su buen rendimiento en los exámenes se les dejó de tachar de "los tontos de la escuela", dejando de ser el centro de burlas de los demás estudiantes.

En cuanto al protagonista masculino. Pues... Irie-san intentaba ignorar mi existencia en el salón de clases lo mejor posible. No parecía que le desagradara mi presencia, más bien, incómodo. 

Yuuki me dijo que lo escuchó murmurar un "He creado un monstruo" cuando llegó a casa el mismo día de mi traslado. No pude evitar encontrar esto sumamente divertido al percatarme que rompí la mente de ese imbécil ya no tan imbécil.



...



A una semana de Navidad nos dieron unas pequeñas vacaciones en la escuela para celebrar las fiestas y darles la oportunidad de estudiar a los que iban a aplicar a alguna otra universidad. Como ya me había decidido a ir a la universidad afiliada a la escuela, más que nada porque allí irían todos mis amigos, decidí buscar un trabajo de medio tiempo y lo conseguí en un puesto de comida, donde ahorre el dinero suficiente para los regalos que planeaba obsequiar. 

A diferencia de lo que cabría esperar no obtuve la resistencia al frío de la protagonista, la que se supone era una japonesa acostumbrada a poder soportar mejor estas condiciones climáticas, y me vi forzada a usar varias capas de ropa cuando iba y salía del trabajo y a usar calentadores debajo de mi uniforme de empleada para no acabar con hipotermia. 

Pese a lo mal que la pasé con el invierno la idea de ver nieve por primera vez en mi vida hizo que valiera totalmente la pena y esperara ese suceso con ansias.

De esa forma, el 24 de diciembre llegó.

- ¡FELIZ NAVIDAD! - con un grito de celebración de parte de Tía Noriko y un confeti lanzado por Tío Shigeki la navidad fue recibida en casa. - Okey, entonces, he terminado de preparar la comida, ¡Tengamos todos un festín!

No Tendré Una Relación TóxicaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt