Always Forever [PAUSADA!!]

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Samantha Miller.
Giorgia | Atlanta 📍

Habíamos llegado hace un rato a mi casa. Los Walton's nos ayudaron a bajar las maletas y luego se fueron, no es como si su casa quedará tan lejos.

Empecé a acomodar algunas cosas para luego ir a tomar una ducha y relajarme un poco. Vi un rato mi Instagram y luego fui a la cocina por un poco de agua.

Recordé que había quedado con los chicos en su casa para ir a una pijamada. Perdónenme pero tengo mente de Dori.

Cuando llegué toqué la puerta y abrió Daelo.

- ¡SAM!- dijo el pequeño para lanzarse encima de mí para abrazarme.- ¿Cómo estás? ¿Vino Emmy contigo?

Mierda, sabía que había olvidado algo.

Daelo me había dicho que llevase a Emmy conmigo a su casa en el restaurante... ¿Ven cuando dije que tenía mente de Dori? No estaba mintiendo.

-¡DAEEE! Emm, pues, cómo te digo... je, je.

- Se te olvido, ¿no es así?

-Amm, sí... Pero si quieres puedo ir a casa a buscar rápido.

- Sí, sí, sí, está bien, aquí te espero.

Dijo eso y salí directo a mi casa en busca de mi hermana.

- ¡EMILIAAAA! ¿¡DÓNDE ESTÁS!?

- ¿¡QUÉ TE PASA, LOCA!? ¿¡POR QUÉ LLEGAS GRITANDO COMO ESQUIZOFRÉNICA, ESTÁS BIEN!?

- Primero que todo, respétame niña. Segundo; ¿quieres ir a casa de mis Walton's a jugar con Daelo?

- ¡Sí, sí! Espera me pongo unos zapatos y bajo.- Dios, estos niños me recuerdan tanto a mi niñez.

- Okay, pero apúrate.- Dije mientras bajaba las escaleras. No habían pasado ni dos minutos cuando mi hermana bajó y salimos en camino a casa de mis Walton's.

Tocamos la puerta y al parecer Daelo no siquiera se separó de esta.

- ¡EMMY!/¡DAELO!- dijeron los dos al mismo tiempo mientras se abrazaban.

Cuando entramos a la casa Daelo dijo:

- Oye Sam, Jaden está en la cocina, Jay y Wanna están, yo voy con Emmy a jugar en mi habitación.- después los dos niños subieron las escaleras y desaparecieron en el pasillo.

Yo fuí a ver a mi mejor amigo, el beisbolista, que estaba en la cocina.

- ¡Hey!- lo saludé mientras me acercaba a él. Estaba sentado en un banquito de la barra de la cocina.

Vi que estaba mirando a un punto fijo, ni siquiera pestañaba, parecía que estuviera en un tipo de trance.

Jaden sobre piensa todo, siempre he tratado de alentarlo y que ya no lo haga, sinceramente no que gusta que lo haga.

Siempre que lo hace su estado de ánimo cambia, se pone de mal humor, tiene estrés, no come, etc.

- ¿En qué piensas, Jae?- dije dándole un abrazo.

Me preocupa verlo así, no porque fuera sobreprotectora, sino porqué si es sobre algo de la escuela o el béisbol va a empezar a esforzarse demasiado y se va a desgastar mucho.

- Ah, hola.- dijo recibiendo mi abrazo.- No, en nada, ¿por qué lo dices?

El me abrazo por la cintura y su cabeza quedó recostada en mi pecho, debido a que yo estaba de pie y él sentado. Empecé a acariciar su cabello.