Dos de mis metas como swiftie ya se cumplieron, faltan más.

Volviendo a lo de las mesas, no muy lejos de mi había una para dos personas. Decidida caminé hasta sentarme en un asiento y a esperar a Anthony.

Mi novio me vio y rápido vino a sentarse frente a mi. Dejó lo que le pedí frente mío y de inmediato comencé a comer.

Desde que llegamos aquí que no como nada, y él tampoco.

Estar con él definitivamente era algo que amaba más que nada. Estar con él me hacía sentir bien, hacía que todo lo ajeno desapareciera. Tan solo éramos él y yo.

Cuando terminamos de comer, fuimos a dar una vuelta sin rumbo al parque. Cerca de nosotros había una máquina de fotos, jale la mano de mi novio hasta entrar en esta.

Metí un dólar a la máquina, en la pantalla inicio una cuenta regresiva desde el cinco hasta el cero.

Tomé la cara de Anthony y le di un beso en la mejilla mientras cerraba los ojos.

La segunda Anthony tomó mi mejilla y me beso. La tercera hicimos una cara graciosa, al ver la foto rompimos en risas por esa foto, así que en la cuarta salimos riendo.

Salimos de la máquina y reclamamos nuestras fotos, yo me quedaría con las primeras dos y él con las demás.

— Quiero un helado. Uh, ya se. —lo mire a los ojos y sonreí con complicidad— ¡El que llegue primero paga los helados! —no lo deje reaccionar y salí corriendo.

Tomé ventaja al principio, pero con los segundos tenía a Anthony detrás de mi.

<< Piernas sirvan de algo ahora >>

A lo lejos veía el puesto, no se de donde saque la fuerza pero empecé a correr mas rápido.

— ¡Llegué! ¡Te gané! —exclamé victoriosa cuando lo vi llegar a mi lado.

— Eso, —pasó saliva con dificultad— es trampa.

— Un mal perdedor diría eso. —me burle.

— ¿Un mal perdedor también haría esto? —de imprevisto tomó mi cara y estrelló sus labios con los míos.

Por instinto le seguí el beso. No me culpen ¿okay? Sus labios son adictivos.

— Tal vez, porque fuiste tu él que me besaste.

— Agh, no importa. ¿Qué helado quieres?

— Pay de limón.

— Me das uno de pay de limón.

El encargado asintió y empezó a trabajar en ello.

— Ya es tarde, deberíamos irnos ya si no quieres que Eli me mate.

— Cierto, acabo de empezar mi Lover y era y no puede terminar aún. —él sonrió y beso mis labios cortamente.

— Aquí tienen. —Anthony pagó, el empleado me entregó mi helado y gustosa lo probé.

— Joder esto está delicioso. —murmure comenzando a caminar hacia la salida.

— Quiero. —tome un poco en mi cuchara y se la acerque a su boca.

— Por más que te quiera jamás dejare que me des como a un bebé. Eso sí que no. —tomó mi cuchara y él mismo comió del helado.

— Que bueno, porque eso no es de mi agrado. —reí.

— Dios, del mio tampoco. —ambos reímos.

El camino camino hacia la salida fue en silencio, tan sólo se escuchaban los gritos de las personas por las atracciones, las risas de los niños o el ruido de nuestros pasos.

Anthony tenía su brazo al rededor de mis hombros, su acto me daba una gran seguridad. Me hacía sentir protegida, a salvo.

<< Eso sí que sonó de una película o libro cursi >>

Pero bueno, él era el único que podia hacerme sentir así de bien.

— ¿Quieres que te llevemos a tu casa? —preguntó Anthony una vez que salimos del parque.

— No, Eli no tarda en llegar. ¿Y tú? ¿Quién vendrá por ti?

— Mi mamá. Oh, mira, ahí viene. —apuntó a un choche que se acercaba a donde estamos nosotros— ¿Quieres que me quede a hacerte compañía en lo que llega Eli?

— No es necesario, puedo estar bien aquí sola unos minutos.

— Mmm, no. Mejor me quedo.

— Anth.. —hable arrastrando las palabras.

— Cami... —imitó mi tono.

Lo mire a los ojos unos segundos, segundos que parecían eternos. Tan solo podía mirar esos hermosos ojos que tanto me gustaban.

— Hey chicos, ¿como se la pasaron? —pregunto mi ahora suegra, llegando a uestro lado y interrumpiendo nuestro momento.

— Muy bien Amanda, ¿o debería decirte suegra? —pregunte mirándola, ella abrió los ojos con sorpresa y se cubrió la boca con ambas manos.

— Jurenmelo. —asentí frenéticamente— ¡Chicos, que alegría! Anthony por fin te pusiste las pilas. —Anthony rasco su nuca y miró hacía otro lado, avergonzado.

— Sí, yo... —él buscaba algo que decir, hasta que miro detrás mío y sonrió— ¡Oh, miren! Ya llego tu hermano.

— Hey Cami, ¿todo bien?

— Más que bien. —afirme con una sonrisa de oreja a oreja mientras miraba a mi novio— Bueno, nosotros ya nos vamos. —me acerque a Anthony y deje un beso en su mejilla— Hasta mañana.

— Váyanse con cuidado, por favor. —mi hermano y yo asentímos mirando a Amanda.

— Adiósss. —me despedí una última vez moviendo mi mano.

Los LaRusso se fueron por un lado, y nosotros para otro.

El trayecto a cada Eli no paraba de preguntar como me había ido, le conté todo. Sí, todo.

Sorpresivamente se lo tomó a bien, dice que lo acepta ya que sabe cuanto me hace feliz, y porque ve cuanto me quiere.

Pero que eso sí, si me lastima no lo pensara dos veces en a "hablar seriamente con él". Pero vamos, es Eli, él no sabe tan solo "hablar".

 Pero vamos, es Eli, él no sabe tan solo "hablar"

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

Espero y les guste, ¡¡¡voten y comenten!!!

— Luisa. <3

¡LaRusso me gustas! - Anthony LaRusso Место, где живут истории. Откройте их для себя