kisses ;; luckity

II

Vegetta

Quackity tenía una buena relación con todos los miembros del poblado de karmaland, con unos más que otros, por supuesto.

sabía perfectamente con quién podía hacer chistes sexuales sin que lo vieran raro o pensaran que era demasiado confianzudo.

por lo cuál, también sabía a cuáles de sus amigos podía besar sin armar ningún tipo de escándalo.

sin embargo, jamás se imaginó llegar a aquella situación con Vegetta.
era tan formal y reservado, ¿como llegaría a darse la oportunidad? era algo que Quackity tenía medianamente prohibido, como si aquél hombre de ojos violeta fuese el límite.

y hablamos de él como el límite por decirlo de algún modo, ya que arriba de Vegetta estaba Luzu, al cuál ni siquiera contemplaba como una posibilidad porque estaba completamente prohibido.

sin embargo, Quackity jamás esperó que fuese el pelinegro quien le sugiriera la idea de besarse, mucho menos frente a todos sus amigos luego de haber sido enviados injustamente a la cárcel por Rubius.

— oye Quackity. — le llamó. — ¿de casualidad sabes lo que es un esputo? — comenzó a hablarle para romper el hielo.

— s-si, Vegetta, si, pero eso no lo puedes decir en voz alta porque te madrean, acuérdate que todos merecemos respeto. — respondió con ingenuidad.

— ¡no! — soltó una risa. — ¡no por separado! significa un escupitajo.

— ¡ah! pus eso di, hombre, uno nomás quiere confundir a la gente de veras. — negó con la cabeza. — que feo que seas así. — ambos reían, parecían ser los únicos que lo hacían en aquella celda. — pero a ver, enséñame bien que es, necesito representaciones más gráficas porque no te entiendo bien. — comenzaba a fingir demencia.

Vegetta se sintió ligeramente avergonzado, pero ya había llegado hasta allí, no había modo de echarse para atrás.
con un poco de duda tomó al menor del cuello, abriendo su boca tirando de su labio inferior para después escupirle, Quackity sin chistar se tragó la saliva contraria.

— eso Quackity, es un esputo.

ambos se dedicaron una sonrisa coqueta, Luzu escuchaba todo desde el otro lado de la celda, sin embargo, se negaba a voltear, al menos hasta que escuchó algo que realmente llamó su atención.

— ¿y sabes lo que es un ósculo, Quackity? — inquirió de nuevo, ya más en confianza con el otro.

— no, Vegetta. — respondió con un tono exagerado, como si lo que le estuviera diciendo fuese lo más interesante del mundo. — ¿qué es eso?

— pues un beso.

a Quackity le fue imposible no reír de nervios, él nunca se ponía nervioso, pero era Vegetta y con el simple hecho de mirarlo te daban ganas de arrodillarte ante él.

— ¿en serio? ¿y como sería más o menos? — volvió a pedir un ejemplo, esta vez siendo el quien se acercó más al mayor para romper la distancia entre ellos con un beso.

Vegetta rápidamente lo tomó de la cintura mientras que Quackity acariciaba su nuca en un beso caótico que parecía que ambos deseaban desde hace tiempo.

— ¡¿podrían dejar de hacerle al tonto?! — interrumpió Luzu quien cuando había volteado finalmente se había encontrado con aquella escena, la cuál le desagradó y molestó en demasía.

— ¿¡pues que quieres que hagamos, si estamos en una celda?! pues darnos besos y escupirnos. — respondió Vegetta a la defensiva.

— si Luzu, nada más estamos jugando...

— claro un juego. — musitó el castaño, volviendo a mirar a la nada desde aquella esquina.

los dejaron salir pocos minutos después.

luego de aquello, Luzu no quiso ver a Quackity por el resto del día.

estaba muy celoso y no se negaría en admitirlo.