Drake un citadino de 26 años despierta luego de varios sucesos en su vida en un mundo completamente diferente al suyo , reencarnado en el cuerpo de un joven del cual no tiene conocimiento alguno , un mundo dónde la existencia de las personas con hab...
Comenzé a sentirme extraño en un instante, mi mente estaba confusa y mi maestría parecía no responder como antes. Me arrodillé ante esa persona desconocida, tratando de comprender lo que estaba sucediendo.
+❄️¿Qué... qué está sucediéndome?❄️
Sin previo aviso, recibí un brutal golpe en la cabeza mientras estaba arrodillado en el suelo. El impacto fue devastador, dejándome tendido en el suelo, luchando por mantenerme consciente. El general me tomó del cuello y me levantó en el aire con una fuerza sobrehumana, sin mostrarme piedad alguna.
Nuevamente, su puño se estrelló contra mi abdomen, enviándome volando varios metros hasta chocar contra la pared. Sentí el calor de la sangre manando de mis heridas, pero estaba determinado a seguir luchando, a pesar de que mi maestría parecía fallar en mi contra. ¿Por qué no podía usar mi habilidad para protegerme de este hombre que intentaba asesinarme nuevamente?
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Con dificultad, traté de levantarme, pero mis fuerzas se agotaban rápidamente. En medio de mi debilidad, la voz del agresor resonó en el aire.
G: Pensé que lo habías olvidado de mi Maestría.
G: Puedo crear pequeñas anomalías en cualquier Maestría, haciendo que pierda su efectividad y te deje indefenso.
G: ¿Crees que soy el Primer general de este Reino por casualidad? No te preocupes, antes de enviarte al otro barrio de nuevo, te haré sufrir un poco más...
En ese momento, todas las personas del pueblo, incluyendo a Katerin y al anciano Judas, observaban sin poder decir una sola palabra. El general Sersh desenvainó su espada y se acercó al anciano, amenazando con atacarlo.
+ ¡Espera... qué estás haciendo!
Katerin, desesperada, llamó a su abuelo y corrió hacia él. En un giro inesperado, la niña se envolvió en llamas, que quemaron los nudos que la ataban. Con su resplandor ardiente, se plantó frente al anciano Judas, con lágrimas en sus ojos.
Enfurecido, el general Sersh extendió su mano y utilizó su maestría. La llama que rodeaba a Katerin se redujo al tamaño de una llama de fósforo. Me di cuenta de que esto era lo que había ocurrido antes: el general había suprimido el poder de su maestría. No podía permitir que este hombre maltratara a Katerin y matara al anciano.
A pesar de mi estado lastimado y debilitado, reuní todas mis fuerzas y me lancé hacia el general Sersh. Con un último esfuerzo, intenté detenerlo, pero fui apartado de un patada y caí al suelo impotente, sin poder hacer nada más que observar.
Desde el suelo, vi a Judas mirar a su nieta y, con la poca fuerza que le quedaba, pronunciar sus últimas palabras:
--Katerin... --Vive...
Con un grito desgarrador, traté de detener a Sersh, pero mis esfuerzos resultaron en vano. El general bajó su espada y asesinó a Judas frente a la pequeña Katerin. La impotencia y la ira llenaron mi ser mientras observaba esa escena desgarradora.
En ese momento, el clima comenzó a cambiar bruscamente. Nubes de tormenta se formaron en el cielo, presagiando la furia que estaba por desencadenarse. Sersh se acercó a Katerin y le dijo fríamente que ahora era su turno. La niña, sumida en el sufrimiento y las lágrimas, no parecía capaz de reaccionar.
Mi agonía por no poder hacer nada se convirtió en una determinación desesperada. Reuniendo las últimas fuerzas que me quedaban, me arrastré hasta quedar frente a la pequeña.
+ No lo voy a permitir. Tendrás que acabar conmigo primero.
Me encontraba tendido en el suelo, extendiendo mis brazos para proteger a Katerin. Sabía que era un esfuerzo inútil, pero prefería morir antes que permitir que alguien más perdiera la vida frente a mí nuevamente. No lo permitiría.
Sersh exclamó desafiante:
G: Está ves será Definitiva ,me aseguraré de crear entonces tu tumba.
Alzó su espada una vez más, preparándose para acabar conmigo. Estaba dispuesto a enfrentar mi destino y dar mi vida por otro. Sersh elevó su espada y la agitó rápidamente hacia abajo, iba a morir sin lugar a dudas pero, antes de que la hoja de su espada rozara mi cuerpo, un rayo crujió y estalló entre nosotros.
Sersh logró esquivarlo rápidamente y retrocedió, sorprendido por el repentino obstáculo. Me pregunté cómo era posible que el rayo no me hubiera afectado en absoluto. Todo a mi alrededor se nubló por una densa bruma de humo. Pensé que tal vez podría aprovechar la confusión para escapar, pero mi cuerpo estaba demasiado debilitado para hacerlo.
En medio de la bruma, se escucharon voces familiares:
- Eres tan impulsivo como siempre. (Voz de Chico)
- Reiland, sabes que él siempre ha sido así. (Voz de Chica)
El humo comenzó a disiparse lentamente, revelando la sorprendente presencia de aproximadamente cuarenta personas vestidas de negro. Y justo frente a mí, destacaban una chica de cabello dorado intenso y un chico a su lado , ambos de mi edad aproximadamente.
Sersh expresó: - Vaya... vaya, así que la LPL al fin da la cara...
Me encontraba en aprietos nuevamente. ¿Ellos eran la LPL? de quiénes había escuchado hablar, esto se había vuelto más peligroso de lo que esperaba. Me preguntaba qué querían todas estas personas y quiénes eran en realidad.
Tomé un breve respiro y traté de levantarme lentamente, apoyando mis manos en las rodillas. Con determinación en mi voz, les dije:
+Vosotros también vais detrás de la niña. No importa si sois la LPL o lo que sea, no os lo permitiré.
El chico se volteó el rostro hacia mi y comenzó a reír. Sin embargo, su expresión pronto se volvió seria nuevamente, y pronunció unas palabras que me dejaron desconcertado:
