Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
– Y vaya que fallaste, porque no conoces a Strange realmente – comentó Kelyani orgullosa –. Hazme algo y juró que no habrá lugar en el universo del que no puedas esconderte de mi prometido.
— Tus amenazas no me dan miedo.
— Deberías – le dio una sonrisa ladeada.
— Fuiste tú – comentó Wanda sorprendida.
— No fui yo, literalmente. Solo mis ojos y oídos. Una posición cristalum. La nigromancia no tiene caso, ya que el cuerpo de tu hermano está en otro continente – Kelyani trataba de pensar en donde habría sacado la información la bruja de Salem –. Y además, repleto de hoyos.
>> Pero estás tan dominada por tu inseguridad que te la creíste. Ay, Wanda – Agatha se alejó de las dos Vengadoras –, cuando sentí este lugar, el resplandor de tantos y tantos hechizos lanzadas a la vez... – la pelinegra volteó – era un gran misterio sin pies ni cabeza. La única respuesta certera era la intromisión de Magia Eldritch en el lugar – observó a la hechicera.
La bruja sin aquelarre agarró un insecto que se encontraba revoloteando cerca de las columnas mientras se acercaba nuevamente a sus prisioneras. Con un movimiento de manos, lanzó un hechizo sobre el insecto y se podía escuchar el dolor de la criatura.
— Control mental – explicó la bruja de Salem –. Un clásico. Un rápido hechizo y... una débil psique, y eso es todo –Agatha lanzó el insecto directamente a la cara de Wanda –. Sometes a miles de personas con tu poder, todas interactuando entre ellas, siguiendo historias complejas. Bueno, eso es muy especial, primor. A menos, que tengas el tiempo para crear un contra hechizo, como lo hizo la dulce Kelyani – Agatha se acercó para quitarle el insecto del rostro de Wanda.
>> Y claro, está la trasmutación – de su mano volvía aparecer el insecto mientras invocaba otro hechizo para convertirlo en una hermosa ave –. Años de estudio para lograr hasta la más simple ilusión convincente. Modificaste Westview a tu gusto, Wanda – la pelinegra agarró el ave para apretarlo por el hocico –. Ningún detalla se te fue. ¡Hasta el papel tapiz! ¡Mantienes ilusiones a kilómetros de aquí a las orillas del pueblo! Magia en automático. ¿Cuál es tu secreto, linda?
En un extraño giro de los acontecimientos, Agatha lanzó el ave en dirección donde se encontraba el señor Scratchy para devorarlo. Kelyani y Wanda se quedaron sorprendidas ante aquella demostración horrorizadas. Eso significaba, para la hechicera, que se encontraba en el lugar y momento adecuado. Allí se encontraba lo que realmente la había llevado a Westview en primera instancia. Ella se encontraba tan cerca de ello. Solo necesitaba una pista para saber que sus sospechas eran ciertas.
— A ver, necesito que... – Agatha volvió a hablar –. Oye, Wanda – la mencionada volteó mientras la hechicera bajaba su mirada pensativa –, tienes que decirme como lo hiciste.
— Yo no hice nada. Yo jamás... – respondió asustada.
Agatha jaló a Wanda para estrellarla contra las columnas un par de veces con su magia. Le detuvo en medio de la estancia mientras la castaña observaba en silencio y trataba de obtener toda la información posible y el objeto que la había llevado a Westview.
— Trate de ser muy gentil con las dos. De hacerlas despertar de tu ridícula fantasía, pero antes de enfrentar la verdad, prefieres enloquecer. Al igual que la otra, no me dejas elección – Agatha hizo que Wanda alzará su cara –. ¿Qué fue lo que le dijiste a tu no hermano? – Kelyani no logró escuchar el murmullo de la bruja de Salem –. Iniciaré ahí.
Un ruido extraño hizo que las tres voltearan para encontrarse con una puerta. Kelyani sabía lo que iba a pasar. No quería que Wanda pasará por lo mismo haciendo que la hechicera volteará inmediatamente en dirección donde se encontraba las dos brujas.
— Ni lo intentes, querida – Agatha le lanzó un hechizo para taparle la boca –. Tú esperaras aquí – la pelinegra llevó su atención hacia la sokoviana –. Fue divertido disfrazarnos por un rato, ¿no creen, chicas? – ella agarró un cabello de la pelirroja.
Agatha conjuró el mismo hechizo que había realizado a Kelyani minutos atrás, haciendo que el cabello de Wanda se viera envuelta en una bruma morada, la puerta se había convertido en una de color blanco que desentonaba con lo oscuro del sótano.
— Pero es tiempo de ver tus verdaderos recuerdos – Agatha liberó a Wanda, provocando que cayera al piso –. Muy bien. Entremos.
— No – respondió la sokoviana furiosa.
— ¿Disculpa? ¿Se te olvida quién tiene a tus hijos en el sótano embrujado sin poder escapar? – la hechicera hizo un ruido de molestia al ver que Agatha estaba usando la misma técnica que lo había hecho con ella.
Las tres escucharon los gritos de auxilio de Billy y Tommy. Agatha hizo una mueca de tristeza fingida. Wanda se levantó inmediatamente al darse cuenta que sus hijos se encontraban en un grave peligro.
— Así me gusta – Agatha hizo un movimiento con la mano para abrir la puerta que daba hacia el interior de una casa provocando que Wanda empezará a caminar lentamente –. Después de ti super estrella – la pelinegra volteó en dirección hacia Kelyani –. Luego regresaremos contigo.
Kelyani bajo su mirada en señal de resignación haciendo que se quedara al cuidado del extraño conejo llamado señor Scratchy.
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(Nota de la autora:
Oficialmente, regresamos a WandaVision. Los siguientes capítulos serán un poco de sube y baja de emociones. Algo que creo que les volará la cabeza para el final de este acto. También, sabrán el próximo capítulo la verdadera razón por la cual Kelyani se encuentra en Westview.
No hay mucho que comentar, así que nos vemos en el próximo capítulo.
