𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡, 𝑠𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑀𝑎𝑙𝑙𝑜𝑟𝑦 [Stranger Things] [ CANCELADA]

079

Llegó a Nueva York esperando una cantidad descomunal de entrevistadores y reportistas, lo cual fue bastante acertado. Intentaba encontrar un lugar en el cual hubiera una buena vista y no hubiera tanto reportero. Habia un gran escenario ante todos y unas sillas en él, se supone que ahí entraría la doctora Ballard.

—Jamás había escuchado de ella.—balbuceo Jonathan mientras ajustaba algunas cosas en su cámara con suma concentración.

Sin embargo, tuvo que salir de su concentración al escuchar desde un altavoz que la doctora iba a salir al escenario.

—¡Arriba Byers!¡Ya!—Jonathan tomó con torpeza su cámara mientras su jefe se acercaba para ver y anotar.

Jonathan fue empujado por más reporteros mientras la doctora entraba, se quejó por la molestia e intentó mantenerse de pie para tomar sus fotos.

—¡A un lado!—exclamó Jonathan empujando a alguien, alzó la cámara y presiono el botón.

Presiono el botón.

Y ahí fue cuando pudo verla, y su corazón se detuvo casi instantáneamente. ¿Era acaso una alucinación?¿No había dormido lo suficiente?¿Era su imaginación?¿O estaba viendo bien?

—¡Por un demonio Byers, las fotos!

Jonathan tragó en seco, alzó su cámara y siguió tomando fotos con un nudo en su garganta.

Y cuando la voz de la doctora llegó a oídos de Jonathan, este estuvo a punto de desmayarse.

Era ella.

Era Mallory.

Pero ¿Cómo siquiera era posible que fuera ella?

Estaba muerta.

¿Cómo?

Miles de preguntas se comenzaron a formular en la cabeza de Jonathan y ninguna tenía una explicación realmente coherente. Las palabras de esa mujer en el escenario se perdían en los oídos de Jonathan, no tenían un sentido alguno.

—Gracias por venir, a todos.—Jonathan se quitó de sus pensamientos al escuchar los fuertes aplausos de todo el público, elbajo su cámara y les invitó con un gesto algo serio.

—Perfecto Byers ¿Cuántas fotos has tomado?—Jonathan se quitó la cámara rápidamente al ver a la mujer bajar del escenario.

—¡Debo irme!

Su jefe se quedó realmente confundido cuando Jonathan salió volando entre los demás reporteros, solo se quedó con la cámara en las manos y la miró confundido.

—¿Y ahora a este qué le pico?—balbuceo el hombre.

Jonathan intentaba ir lo más rápido que podía, veía el cabello de Mallory alejarse cada vez más aunque él se acercaba a ella.

—¡Mallory!—se atrevió a gritar Jonathan.

Mallory se detuvo unos segundos al creer oír su nombre, volteó con confusión, pero rapidamente alguien le disuadio de entrar al auto.

—¡Mallory, espera!

No la alcanzó.

—¡Lory!—exclamó Jonathan cuando porfin pudo salir del gentío y el auto donde se había subido aquella mujer, se fue.—Carajo.

Jonathan observó a los lados, pudo apreciar al hombre que le había cerrado la puerta del auto a Mallory.

—Oye, oye ¿Sabes a dónde fue?—el chico alzó la mirada y enarcó una ceja hacia Jonathan.

—Lory no hace entrevistas en privado, amigo.

—No, no quiero entrevistarla.—el chico enarcó una ceja.—Soy su amigo... Viejo amigo.