-¿Llegar al clímax mientras tus enemigos se desangran en el piso? -la tomó por la cintura y la volteó hacia él de vuelta.

-Quiero estar dentro de ti mientras él observa -terminó con ferocidad. Daenerys puso una mano sobre su pecho y volteó a ver a Jon, pero él no la miraba, tenía sus ojos en la dirección contraria. Su cuerpo estaba rígido, sus rizos ocultaban su rostro, y las llamas tan cerca le provocaban el dolor para tratar de ignorar lo que iba a suceder.

Ante el silencio de Daenerys, Hizard empezó a deshacerse de sus ropas con rapidez, pero ella se quedó plantada en medio de la sala.

-¿No estás de acuerdo? -le preguntó deteniendo sus intenciones. 

La mujer suspiro perdida en el cuerpo tenso e inmóvil de Jon frente a ella, a unos metros de su cama, a unos susurros de distancia. 

Pero la peliplateada llevó sus manos a su vientre y deshizo el nudo de su vestido largo hasta quedar completamente desnuda, luego se puso frente al castaño y dejó que sus manos toscas recorrieran su cuerpo mientras retrocedía hasta la cama.

Daenerys abrió las piernas deseosa ante su esposo y él se encargó de besar su centro haciéndola gemir con fuerza, las suaves manos de la Reina enredaron los cabellos del hombre mientras la excitación crecía. Cuando Hizard besaba sus pechos los ojos de Daenerys se desviaron ante Jon pero el mantenía su atención sobre las llamas, sin expresión alguna en su cara, no fue hasta que sintió la dureza del hombre entrando por sus paredes que los gemidos secos abandonaron su garganta y cerró los ojos dejándose llevar por la fiereza de las embestidas.

Lo cual fue un terrible error, pues al estar en la oscuridad el placer se evaporó y el toque de Hizard se perdió entre sus memorias. Su piel rasposa se convirtió en algo más gentil, y sus embestidas sin tacto en movimientos firmes pero con dulces palabras, los ojos verdes de Hizard se perdieron dando paso a los oscuros de Jon. Ante la visión Daenerys volvió en sí justo antes de llegar al clímax y por primera vez se encontró con la mirada del hombre atado a unos metros.

Pero sus ojos..no tenían nada del amor que ella vio hace unos segundos, estaban llenos de ira y odio. Ese sentimiento hizo que cualquier punto de placer desapareciera desbordando todo el acto en que se encontraba. Lo único que sintió fue la semilla de Hizard desprendiéndose de él hacia su centro, y luego su frío beso en los labios.

Cuando Hizard abandonó la habitación con el pretexto de "limpiarse antes de continuar" Daenerys se sentó en la cama con el cabello enmarañado y el vacío en el estómago. Sus mejillas estaban de un rojo claro pero en sus ojos no había más que un azul infinito. De nuevo vistió su cuerpo con la bata delgada y busco un vaso de vino a un lado de la cama.

-Él piensa que puedo volver a procrear, piensa que.. -empezó ella hablando en voz alta.

-Le dije que mi hijo era suyo -escupió sin culpa. Ante lo que Jon por primera vez trato de hablar ignorando la mordaza en su boca.

-Los hombres son criaturas fáciles de engañar. Les das una señal de lo que desean y eligen creerlo. Por eso cuando..nació. Con el cabello negro y rizos, con ojos oscuros.. 

-Fue fácil creer que era suyo. Fue fácil tener otro ejército detrás de mi cuando viniera a vengar la muerte de su hijo.

Daenerys dejó el punto fijo el cual miraba y chocó sus ojos con los de Jon.

-Nuestro hijo

El silencio se vio interrumpido cuando de nuevo el ruido de Hizard llegó a la habitación. Pero en lugar de acercarse a Daenerys, desvió su andar y se inclinó frente a Jon. Se burló ampliamente de su estado, hizo burlas de sus hermanos muertos mientras el lobo blanco maquinaba su salida esperando el momento.

Hizard tomó uno una de las piezas de cuero y con ello agarró la varilla que se fundía en los costados de la chimenea acercándolo al rostro de Jon. 

-¡¿Qué demonios crees que haces Hizard? Solo yo tengo derecho a dañarlo!

-Es apenas una cicatriz, ¿Acaso no dijiste que es un dragón? Puede soportarlo -susurro ciego de deseo por quemarlo.

-Soy tu Reina y te ordeno que dejes su tortura en mis manos -le advirtió.

Jon no apartó su vista de Hizard mientras el se giraba hacia la Reina y se contenía por no explotar. Soltó una risa frustrada y volvió a arrojar el fierro anaranjado en el fuego. Inclinó su cuerpo hasta Jon y muy despacio le susurró.

-Parece que ella aún te quiere amigo. Lástima para ti porque me la acabo de cojer

Luego se enderezó amigable en dirección a Daenerys abriendo los brazos con culpa.

-Perdoname esposa, es tú voluntad la que prevalece. Es solo que tu cuerpo me deja hambriento de fuego, ¿no quieres más? -se burló.

Y cuando Daenerys se disponía a echarlo de sus aposentos, los ojos verdes de Hizard se tornaron rojos de dolor, su boca se abrió formando un sonido desgarrador y sus rodillas se doblaron en el piso. El naranja fundido atravesó el estómago de Hizard ante su horror mientras a sus espaldas Jon empuñaba el fierro ardiendo con sus propias manos.

Daenerys retrocedió con miedo, cuando Jon se puso de pie y volvió a capturar el rostro de Hizard derritiendolo debajo de sus gritos y el olor a quemado. 

Cuando su cuerpo dejó de temblar enloquecido, Jon caminó varios pasos hasta Daenerys apuntando el hierro en su dirección, espero a que algún guardia entrara a apresarlo pero antes se juró que ni él ni ella dejarían vivos esa habitación.


JonerysWhere stories live. Discover now