Capitulo 1: El viaje

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No logro entender por qué las personas que no tienen éxito en sus miserables vidas, creen poseer el derecho de criticar o juzgar a los demás, sin saber el esfuerzo que forjan día a día para lograr sus metas. Si eres amable o sonriente con alguien, ya te tachan de rompecorazones y mujeriego, si eres benefactor de alguna causa, argumentan que solo lo haces por interés y para que las personas vean que tienes una gran fortuna, en fin, se haga lo que se haga, bueno o malo, la gente señalará porque nunca quedan conformes con el actuar de alguien.

Un buen ejemplo ahora mismo, soy yo, que me encuentro en la portada de la Revista People, misma que en los últimos días ha tenido un rotundo éxito debido a sus chismes actualizados sobre mi vida personal y que, si me lo preguntan, solo me provocan reír a carcajadas.

Revista People

¡EN EXCLUSIVA! Te contamos todo sobre el joven magnate Lionel Lombardi

El prodigioso magnate, Leonel Lombardi, con tan solo 25 años ha logrado conducir la empresa familiar a un reconocimiento más allá del que tenía en todo Europa, logrando así, convertir el negocio en una maravilla internacional. Como era de esperarse, la nueva era de la empresa de Leonal Lombardi, padre de Lionel, se ha vuelto noticia en tendencia, sobre todo porque el empresario ha dado mucho de que hablar en cuanto a su vida amorosa, que al parecer, es demasiado discreta o bien, es inexistente ya que no ha encontrado a esa chica que conquiste su corazón.

Así que señoritas, aprovechen porque este hombre esta totalmente soltero, si, como lo leyeron, SOLTERO.

— Joder, siempre publican una pila de tonterías — digo en voz alta y suelto una leve risa porque es increíble como los medios son capaces de solo publicar estupideces sobre vidas que claramente no conocen.

Tiro la revista en mi escritorio, no pienso terminar de leer, nunca es importante, solo pequeñas cosas que he hecho al pasar de estos años y de paso no quiero ver lo demás que dice porque ya se cómo son para inventar hechos que no suceden.

Me quedo viendo un punto fijo y mis pensamientos se regresan a aquel día cuando me humillaron y me acusaron de ser un vil ladrón, en donde ella me pronunció palabras que prefiero no recordar. Su familia haciéndome sentir menos, su novio atacando por la espalda, pero eso se acabó, soporte las miles de humillaciones disfrazadas que me hacia su padre porque no quería discutir con la familia de esa chica que era, en ese entonces, mi mejor amiga, esa misma chica con la que cometí el terrible y estúpido error de enamorarme. Siempre buscaron la manera de hacerme ver como un don nadie, pero ahora espero que sean lo suficientemente inteligentes para conocer aunque sea un poco la frase "la venganza es un plato que se come frío".

— Señor — salgo de mis pensamientos cuando la voz de uno de mis guardaespaldas se deja escuchar —, nos acaban de informar que el jet estará aquí en media hora.

— Ok — respondo de forma cortante y el me da un asentimiento con la cabeza —. Ve organizando todo mientras yo me preparo para irnos.

— Si señor — contesta con respeto y sale de mi despacho.

Me levanto de mi silla y salgo de mi despacho rumbo a mi habitación para arreglarme; cuando entro a mi cuarto veo todo organizado como me gusta, mis ojos recorren el entorno dónde está mi cama tamaño King perfectamente tendida y mis maletas a un costado de la puerta. Me dirijo a mi closet para sacar mi atuendo del día que consiste en un pantalón negro de vestir y una camisa manga larga cuello alto color beige, dejo las prendas sobre la cama y me dirijo al baño para ducharme.

...

Diez minutos después salgo con solo una toalla enrollada en mi cintura, busco en mis gavetas un bóxer y me lo coloco, posteriormente me coloco las prendas que he elegido anteriormente y camino donde está mi espejo, me analizo y sonrío con la imagen que estoy presenciando, mi físico es algo en lo que he trabajado también en estos años pero además de ello es imposible negar los atributos que poseo, mis ojos esmeraldas, nariz perfilada, cabello liso castaño y lo que nunca me puede faltar es aquella sonrisa la cual ha conquistado a más de una de mis aventuras.

Me concentro en arreglar mi cabello y cuando termino, mi móvil suena sobre la mesa de noche, lo tomo y visualizo el nombre en la pantalla, encontrándome con la llamada que tanto esperaba.

— Lombardi  — escucho de la otra parte y gruño para que prosiga —, ya todo está listo, aceptaron nuestra propuesta, lo que falta es organizar todo para que cuando la balanza se quiebre, todo salga a nuestro favor —. Lo que escucho es música para mis oídos, camino hacia el ventanal que me da una vista preciosa de Italia y suspiro sintiéndome orgulloso de este logro.

— ¿Ósea que todo va de acuerdo al plan? — le pregunto solo para reafirmar lo que ya sé.

— Sí señor, todo va de acuerdo al plan, pero necesitamos que llegue lo antes posible para poder proseguir con los "negocios", ¿cuándo viene? — en el momento que me pregunta escucho que tocan la puerta y con mi voz firme doy el acceso a la persona del otro lado.

— Señor ya estamos listo para despegar, si gusta ya puedo ir llevando sus maletas  — le digo que si asintiendo con la cabeza y vuelvo a la llamada.

— Si, tranquilo, mañana estaré para seguir con ello, aterrizaré por la noche. Fue un gusto charlar contigo, cualquier cambio infórmame — y con eso cuelgo la llamada, me quedo pensado lo satisfactorio que será reencontrarnos, sobre todo cuando sucedió que ellos me conocieron en esos tiempos donde "no tenía dinero".

Ahora van a conocer al verdadero Leonel Lombardi Agichela.

— Señor, ya está todo listo, solo esperamos por usted.

Suspiro una ultima vez mientras por el ventanal aprecio la belleza de Italia y luego de unos segundos, salgo de la habitación rumbo a la terraza con mis manos en los bolsillos y vagando en mis pensamientos.

No soy consciente de cuando hemos llegado a la entrada del jet hasta que siento miradas en mi, las ignoro y pienso en esas imágenes que mi mente se niega a borrar, esos buenos momentos que pasamos ella y yo, mismos que ella no supo valorar, que ignoró cuando decidió darme el momento más amargo de mi vida. Mia eligió mal y espero que con la misma decisión y fuerza de aquella vez en que me llamó ladrón, soporte el tormento que tengo preparado para todos ellos. 

— Bienvenido de nuevo señor Lombardi — la voz del piloto se deja escuchar por los parlantes —. Comenzaremos el despegue, que disfrute su vuelo.

Mi vista se va a la ventana que me deja apreciar como Italia se va haciendo pequeño conforme el jet se eleva. Y en voz baja pronuncio:

— Muy pronto van a conocer lo que conlleva vivir una verdadera pesadilla — susurro con rencor.

Dulce Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora