🦩II. ɪɴᴠɪᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ🐊

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Y si, la suerte estuvo a su favor.

Crocodile siempre, siempre llevo cargando con él una fotografía en su guardapelo que conservó desde que Doflamingo le ofreció su amor bajo el roble de su antigua casa.

Para el baile, Doflamingo cumpliría los 31 de edad.

Un amor inocente se convirtió en un amor verdadero que Crocodile quiso perseguir durante su viaje, no obstante, hubó muchos lugares a los que visitó que no tuvo ningún momento para visitar a la familia Donquixote. Luego de lo que le ocurrió, sus sentimientos no se lo permitían, por eso se arrepentía cuando marcaba con dirección a Dressrosa, pero buscaba una excusa para no regresar y verlo.

Esta vez ya no había por donde huir.

Crocodile miró nuevamente a su guardapelo dorado llevándolo a su pecho. Cerró los ojos con tener la esperanza de que Doflamingo sea quien lo proteja y le declare el amor que alguna vez hubó entre los dos. Pero ese mal recuerdo regresó a su mente. Sus mejillas se sonrojaron cuando quedó como un completo tonto frente a todo el mundo ¿Sería el momento indicado para olvidar? ¿Estaba mal que Crocodile se haya enamorado? ¿Se equivoco cuando beso esos inocentes labios que le correspondieron frente a sus familias? ¿Fue un error arruinar el compromiso de Doflamingo?

Sí de verdad se equivoco, entonces no lo volvería a repetir. Crocodile solo quería el amor de Doflamingo, pero sus padres intervinieron y la amistad murió a partir de aquel día.

Al parecer, Rosinante nunca se olvidó de su amistad. En todos los bailes que hubó en Dressrosa, Rosinante le envió innumerables cantidades de invitaciones. Crocodile por fin acabó de leer la invitación para luego quemarla en la chimenea.

Antes de partir, se colocó el mejor traje negro que combina con sus alargados cabellos. Crocodile se ató el cabello con un listón amarillo, se colocó sus mejores zapatos de charol fino, se ajustó un pañuelo fino en el bolsillo de la chaqueta larga de piel y finalmente se puso sus anillos dorados más únicos de diamante y rubí entre un aro de oro puro. Desde su cajonera, escogió el mejor garfio dorado y se lo puso donde su mano fue tragada por un cocodrilo. Luego se roció de colonia traída desde muy lejos. Encendió un puro y se lo llevó a la boca. Por último, camino con equipajes hacia su barco y navegar hacia las aguas directo a Dressrosa.

Seguro de que llegaría tarde a la fiesta, mas las corrientes lo traicionaron y justo a tiempo su barco arribó en la bahía de Dressrosa

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Seguro de que llegaría tarde a la fiesta, mas las corrientes lo traicionaron y justo a tiempo su barco arribó en la bahía de Dressrosa. Crocodile fue escoltado por un carruaje que dudo otro año sí es que Sir Crocodile asistiría, pero muy idiota quedó con el ojo cuadrado mirando a un elegante hombre de garfio caminando con elegancia directo a él cochero.

—Caballero. —El cochero le abrió la puerta y sujeto su mano para subir a la cómoda.

El carruaje llegó hasta el castillo donde aguardaban incontables invitados de buena categoría. Crocodile pudo conocer algunas personas, así que convivir con extraños no sería un problema.

Entre la multitud, se acercó una dama de piel y cabello moreno y ojos azules. Muy hermosa por cierto. Crocodile la identificó como Nico Robin quien se hizo su amiga en su viaje por Arabasta un lugar seco, caluroso rodeada de arena. Pero para Crocodile ese lugar fue el mejor de sus viajes, nunca imagino que el calor sería su fuerte y no un lugar húmedo y aburrido donde él está viviendo.

—No creí que asistieras a esta fiesta—La chica le sonrió y este también, viejos recuerdos le provocaron nostalgia—, la familia Donquixote exagera con sus invitados.

—Rosinante me invito —Crocodile exhalo el humo de su puro y luego juntos salieron a un lugar aislado hacia el balcon—. Después de que nos separamos viaje a otra isla, pero una carta llegó hasta mí y me fui obligado a regresar a casa.

—Entonces ya no pudiste escapar. Es una lástima, me divertí conociendo nuevas tierras junto a usted —Robin se llevó una mano en su mejilla recargada del balcón—. Ahora me dedico a explorar por mi cuenta.

—Quieres decir que esta fiesta... ¿Es el "objetivo"? —Le cuestionó a la dama, muy bien sabia que saquear una propiedad era una de sus aventuras que marcaron su pasado.

—Naah. Sólo note que había una fiesta en este lugar, así que vine a ver que sucedía—.

—No has cambiado. Yo tengo que responder a mis responsabilidades que abandoné—.

—Me enteré que Doflamingo ahora está--

De pronto Robin fue interrumpida por un rubio que se dispuso a acercarse en tanto descubrió que Crocodile asistió a fin de cuentas.

—¡¡C-Crocodile!!.... eh~ señorita. Buenas noches. —Rosinante no recordó, ni se le hizo conocida el rostro de Robin por lo que encantado sonrió mirando a ambos.

—Iré al tocador. Fue un gusto verte señor Crocodile. —Dijo Robin retirándose antes de ser descubierta en la fiesta que se invitó por sí sola. Crocodile asintió con una leve sonrisa.

—Ha pasado mucho —La cara roja de Crocodile se opuso en tanto recordó el desgraciado pasado que quería olvidar de una buena vez—. Perdona que haya respondido a tu invitación hasta ahora, pero han pasado tantas cosas que no sé por dónde empezar...

—Calma Crocodile. En fin, estás aquí y eso me alegra —Le volvió a sonreír Rosinante—. Estoy seguro que a Doffy le agradará verte otra vez.

"A Doffy le agradará verte otra vez", Crocodile podría repetir esas palabras una y otra vez. Su cuerpo comenzó a temblar y el ritmo de su pecho empezó a latir rápido. Se acordó que el doctor le dijo que no debía cometer un acto que le pueda causar un ataque cardíaco, pero sí se trataba de Doflamingo, entonces valdría la pena.

—Vamos con mí hermano. —Rosinante pasó una mano a su hombro y lo llevó a cierta parte del salón para finalmente encontrar la silueta familiarizada de ese niño que se convirtió en un hombre adulto.

Crocodile comenzó con un ligero nerviosismo ¿Era normal?
Estaba por perder el equilibrio de sus pies. Su corazón quería estallar. Doflamingo se encontraba con su típica sonrisa sentado en un sofá de terciopelo rojizo. El rubio continuaba usando gafas en forma de sandia, una singular figura en punta. Doflamingo se cruzó una pierna encima de la otra y estiró su brazo derecho en el costado superior del sofá mientras que en su mano izquierda yacía sosteniendo una copa de vino blanco. El rubio vestía con un traje negro pardo con una camisa blanca y zapatos punteagudos. Aunque para Crocodile no era elegante. No obstante, en Doflamingo lucían lo suficiente bien y sus ojos miraban a un ser perfecto, igual que una joya.

—Corazon, ¿Quién viene contigo, ah?—Doflamingo miró al azabache con una cara hecha tomate.

—¿No te acuerdas? —Doflamingo negó con la cabeza y Rosinante puso sus ojos en blanco como acto de desaprobación— Bien, los presentaré de nuevo. Doffy él es Crocodile. Crocodile él es Doflamingo mi hermano mayor, pero es muy idiota....Ah, ¿Crocodile?

Pero el nombrado entró en otro mundo. Quedó muy atontado al rostro de Doflamingo. Y entonces se le ocurrió, hacerle una propuesta indecente a Doflamingo que quizá por muy mínima que sea la posibilidad, terminé aceptando.

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ᑭᖇ𝖮ᑭᑌ𝖤𝖲丅ᗩ 𝖨ᑎᗪ𝖤ᑕ𝖤ᑎ丅𝖤 ✧ 𝖣𝖮𝖥𝖫𝖠𝖬𝖨𝖭𝖦𝖮 𝖷 𝖢𝖱𝖮𝖢𝖮𝖣𝖨𝖫𝖤Where stories live. Discover now