𝟧𝟫. 𝐼𝓁 𝒫𝓇𝑜𝓉𝑒𝓉𝓉𝑜

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- No podía dormir -le contesto apartando el flequillo de mi cara. Un pequeño suspiro sale de mi boca a la vez que  mis nudillos se vuelven blancos de la fuerza con la que estoy agarrándome a la barandilla

- Muchas emociones ayer. Supongo que ver a la persona que amas rodeada de llamas le quita el sueño a cualquiera

Reprimo una sonrisa. La sutileza de este hombre es increíble. En pocas palabras me lo ha dicho todo. Relajo mis dedos cruzándolos entre sí, para apoyar esta vez mis antebrazos. 

- Si, si que lo quita señor Ferrari -le respondo con sinceridad- creí que me moría cuando empezaron las explosiones y estaba desesperada pensando que no salía del coche. Fue horrible

- Lo fue, si. Solo espero que nunca volvamos a pasar por algo así. Aún no me he recuperado de lo de Jules Bianchi

Asiento mirándolo apenada, sintiendo un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Conozco la historia de Jules porque Charlie me la contó. Era su mejor amigo, su mentor. Y tuvo muy mala suerte en ese accidente en el cual perdió la vida meses después. A día de hoy, Charlie aún lo recuerda con tristeza. El señor Ferrari se da la vuelta y me hace un gesto para que lo siga. Lo cual hago sin rechistar. Bajamos las escaleras y caminamos por el paddock camuflados entre la gente. Están todos tan ocupados que nadie se percata de que Piero Ferrari camina entre ellos.

- Estás nerviosa y quiero saber porqué Valeria -me dice él hablándome en un tono calmado y suave

- ¿Quiere saberlo todo? -le pregunto de igual manera que él

- Lo que me quieras contar, claro

Piero me da una amable sonrisa. Cruzo mis brazos a la altura de mi pecho. Tomo aire y después de llenar mis pulmones, lo dejo salir lentamente  dispuesta a hablarle sin esconder nada de lo que siento. Ni siquiera de mis miedos. 

- No sé hasta qué punto mi relación con Carlos puede afectarle a él. Es lo que más preocupada me tiene

- ¿Y no te preocupa lo que pueda pasarte a ti? -me pregunta. Su boca se curva en una imperceptible sonrisa y fija su mirada en mi esperando mi respuesta

- No - encojo mis hombros mientras le hablo- no es el primer trabajo que tengo que dejar por...por mi culpa...

Me muerdo la lengua sintiendo de nuevo ese sudor frío en mi nuca. Porque aunque no quiera, es inevitable volver a pensar en todo lo que me pasó en Michigan, aún más si Castais ha estado rondando por aquí perturbándome con su presencia. Piero se queda parado en mitad de la calle. Se da la vuelta y pone sus manos en mis brazos mirándome muy fijamente.

- Valeria. Ni fue tu culpa antes, ni lo es ahora. Tú fuiste la víctima en Michigan, no lo olvides ni dejes que nadie te haga creer lo contrario.  Y que se te quite de la cabeza que el accidente de ayer fue por algo que tú hiciste o dejaste de hacer. Eso, lo tengo muy claro. Espero que tú también

Asiento a duras penas y me ofrece su brazo para que me enganche a él. Lo hago sin dudarlo y por un momento tengo la sensación de estar agarrada a mi abuelo, algo que me hace relajarme e incluso, estar más tranquila. Durante unos minutos ninguno de los dos habla siendo este, un cómodo silencio para ambos. 

- Estar juntos os ha reforzado a los dos. Se nota que Carlos confía en ti -me dice Piero rompiendo el silencio

- Sé separar trabajo de...

- Amor

Piero suelta una carcajada y me mira aún riéndose. Y yo tengo que reírme porque este hombre me da calma y sosiego a partes iguales. 

- Lo siento Valeria. Pero esto no me ha pillado de sorpresa. Cualquiera que se fijara en vosotros podría ver lo enamorados que estáis. Así que si tú miedo es, que yo no apruebe vuestra relación, olvídalo, porque no es así

55LOVE (Runner 1)Where stories live. Discover now