v. the home that we claimed

Mulai dari awal
                                    

Armando esperó que Marcela no se tomara a mal su negativa y afortunadamente no lo hizo. Ella sabía lo importante que era Camila para él, más en momentos así, en los que se encontraba tan triste.

—De acuerdo —dijo con una sonrisa comprensiva—, pero mañana sí almorzamos juntos, ¿verdad?

—Por supuesto, eso no me lo pierdo.

Ambos intercambiaron abrazos de despedida antes de tomar caminos distintos.

Tan pronto como llegó a casa, Armando hizo lo que le había dicho a Marcela: llamar a Camila para charlar con ella un rato. Tal vez ella no le podía guiar a través de ese camino tan oscuro que estaba atravesando, pero su inocencia de niña le llenaba el alma. Le encantaba escucharla hablar sobre lo que había hecho con su mamá, con sus amiguitos del colegio o de la estrellita que le dio la profesora por su buen trabajo... y cuando al final se despedía con un "te quiero mucho, papi", la vida cobraba sentido otra vez, al menos por un rato.

Al colgar, sopesó sus opciones. Entre tantas reuniones apenas había podido probar bocado, así que fue hasta su refrigerador para sacar verduras. Se le antojaba algo fresco como una ensalada con un filete de pollo, pero cuando estaba por colocar la tabla de picar sobre la mesada, el timbre sonó. Extrañado —ya que no esperaba visitas—, se acercó hasta la puerta con pasos rápidos, pensando que quizás era algún vecino.

—¿Quién es?

Esperó unos segundos y cuando la respuesta llegó, se le heló la sangre.

—Yo. Mario.

Se quedó petrificado en su lugar, como si sus pies estuvieran incrustados en el suelo. Su corazón empezó a latir con fuerza y todo su cuerpo se enfrió. Casi por inercia, caminó los pocos pasos que lo separaban de la puerta y abrió.

Enojo y frustración empezaron a crecer como una bola de nieve cayendo cuesta abajo hasta embotellarse en sus puños. Nunca había sentido tantas ganas de golpear a alguien como en aquel momento, ver a Mario parado frente a él con su cara de imbécil le recordó los días infernales que había pasado por su culpa, por su incapacidad de actuar como una persona adulta que te dice las cosas sin rodeos. Pero no lo hizo, porque Armando Mendoza había adquirido sabiduría con el pasar de los años, había aprendido a regular sus emociones y a canalizarlas para encontrar soluciones sin morir en el intento. Así que, en lugar de encestarle un puñetazo, decidió respirar hondo, dar un paso al costado y dejarlo pasar.

En el fondo, no quería desgastarse en peleas, hacía mucho que ya no era del tipo de personas que resolvía los problemas con violencia. Él quería hablar y ser escuchado, quería que Mario entendiera lo mucho que le habían afectado las abruptas decisiones que había tomado, pero, sobre todo, quería que Mario le diera una explicación y le pidiera disculpas. Si Armando lo perdonaba o no, era otro tema.

Con un movimiento de su cabeza le indicó que lo siguiera hasta la sala y Mario, como un chiquillo al que acababan de regañar, lo siguió muy callado. Armando tomó asiento en el mueble de un solo cuerpo, dejando bien en claro que no lo quería más cerca de lo necesario; Mario, por su parte, ocupó el mueble grande más próximo.

—Te escucho. —le instó cuando se dio cuenta de que el silencio se estaba prolongando demasiado.

Mario se aclaró la garganta y frotó sus manos con nerviosismo.

—Vine para... para darte la cara —empezó temeroso. Armando lo miraba con atención con el rostro impávido— Lo que hice fue una canallada y sé que pedir perdón no arregla nada, pero es lo mínimo que te mereces.

El enojo que Armando sentía fue mutando hasta convertirse en tristeza que terminó por acumularse como un nudo en su garganta. Estaba preparado mentalmente para un escenario así desde el momento en que abrió la puerta, pero verlo materializarse frente a sus ojos como una película de terror era peor de lo que imaginaba. Lo había dicho, Mario solo estaba ahí para enfrentar las consecuencias de sus actos y para disculparse, ni más ni menos. Estaba arrepentido por desaparecer sin dar razones, pero hasta ahí.

Second chances [ArMario]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang