-Capítulo Veintidos-

43 6 0
                                    


《Aiden》

Esta fue la última vez que me rebajé por ella. La última humillación que le permito a Venecia y ese capullo que tiene de novio. La última tragedia en mi vida amorosa. Azoto la puerta de mi piso y Alexa me mira extrañada desde la cocina. Extrañada seguramente porque no creía que podría volver tan pronto a casa, si no paro de liarla con ella.

—¿Mal día? —pregunta tímida, sigue revolviendo unas verduras en el sartén. La noto nerviosa, no sabe cómo están las cosas conmigo luego de como la traté hoy y sobre todo de lo que vio en mi oficina.

—Malísimo —hablo y voy directo a la heladera y cojo un cerveza.

—Prueba —me dice en lo que me acerca la cuchara a mi boca— es tu salsa favorita. ¿Cómo está quedando?

—Te salió espectacular, como de costumbre amor —digo y tomo su puño para atraerla hacia mí. Ella, sin perder el tiempo, toma mi cabello, lo enreda entre sus dedos y comienza a jugar con él. Busco sus ojos y noto que ha llorado.

—¿Si nos largamos de aquí unos días? Y vemos si de verdad queremos casarnos o no... —deja caer al aire cuando estoy a punto de apartarla.

—¿De verdad perdonarás todo lo capullo que he sido contigo? —pregunto amargamente.

—Te amo Aiden. No solo se aman las rosas, también las espinas.

—Vaya que tengo espinas ¿no? —Alexa ríe ante mi comentario y se vuelve a seguir revolviendo su salsa. Me intriga el hecho de que huye a mi contacto, cuando siempre es ella quien lo busca constantemente.

—¿Qué dices? Quizás es lo que necesitamos para ver si podemos superar todo esto y volvernos más fuertes... invencibles —vuelve a hablar convencida.

—Alexa, estoy jodido, jodido para siempre. ¿Por qué sigues insistiendo en seguir conmigo? No lo valgo preciosa.

—Lo vales, claro que lo vales —dice apagando el fuego y mirándome con un tormento en su interior.

—Mira como estas —señalo lo obvio— no has parado de llorar e imaginarte mil mierdas ¿verdad? ¿Eso quieres para tu vida Alexa? Yo estoy seguro de que mereces algo mejor.

Su fachada se cae en menos de lo que canta un gallo y corre hacia mí, me abraza fuerte y, entre lágrimas, dice.

—No quiero perderte Aiden. Sin ti... no... ¡No! No me imagino mi vida sin ti amor.

—Follé con Venecia —suelto así, sin más— Y mientras lo hacía, no pensé ni un segundo en ti Alexa —dejo caer lo más sutilmente que puedo. Ella no contesta, pero sus lágrimas ahora son sollozos ahogados.

—Me está matando... este dolor me está matando... —solo dice y por primera vez en mucho, mucho tiempo, lloro por alguien más que no es Venecia. Me duele lastimarla. Tendría que haber terminado esto hace años luz.

—Lo siento tanto preciosa... pero ningún viaje va a cambiar esta realidad. Está muy claro el final de nuestra relación.

—¡¿Qué dices Aiden?! —me corta y se separa un poco de mi para verme a los ojos— ¿De qué final hablas? ¡Qué te revuelques con ella no cambia nada! ¡Si no está aquí contigo ahora! ¡Seguro se ha quedado con Amadeo! ¡Lo ha preferido a él! ¡Siempre ha sido él! ¡Es lo que hace siempre, dejarte para largarse con él!

—Me lo merezco —digo apretando la mandíbula con fuerza, reteniendo todo el fuego que está circulando por mis venas queriendo salir— eso no cambia la realidad de que cada que pueda caeré con ella. Es más fuerte que yo Alexa. No puedo seguir haciéndote esto, haciéndonos esto. —y nos señalo a ambos.

▪︎El Tormento de Aiden▪︎Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα