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Capítulo 7: Final de la primera temporada.
Elena pasó por comisaria a por Jonathan y Nancy, que le preguntaron dónde se había metido, y se creyeron que había conseguido huir en el último momento. Fueron a buscar ayuda de Hopper y Joyce. Cuando estos desaparecieron, trazaron un plan para atraer el demo gordon y matarlo.
Entonces, apareció Steve. Había discutido con sus "amigos" y se había encargado de borrar los grafitis. Sabía que en casa de Jonathan estaría Nancy y probablemente Elena, y quería ver a ambas...por distintas razones. A pesar de que intentaron echarlo, se quedó y peleó con del demogorgon. Elena se sorprendió de lo valiente que era. En un momento, el demogorgon quedó sobre ella y Steve no dudó en pelear contra él sin mucho más que un bate.
Finalmente, con la ayuda de Once, una chica con telepatía que al parecer, era la razón por la que Dustin y sus amigos actuaban tan raro, no solo acabaron con el demogorgon, también rescataron a Will. Estaba atrapado en el otro lado.
...
Llegó Navidad. Elena y Dustin habían estado toda la mañana horneando galletas junto a la señora Henderson. Pensaban pasarse por todas las casas de sus seres queridos para ofrecerlas.
—Dustin...¿como has podido acabar tan lleno de harina?—le pregunto Elena alzando una ceja cuando estaban montando en el coche.
—No me da miedo ensuciarme las manos...Por eso mis galletas han quedado mucho mejor que las tuyas.
Elena se rio y le revolvió el pelo montándose en el coche. Entonces alcanzó una pequeña caja que tenía en su guantera, envuelta de papel regalo y e la tendió.
—Tu madre no quería que te regalase nada, dice que ella se encarga de eso porque es la madre de ambos—Elena hace comillas en esto último y suspira—Pero he querido ahorrar y comprarte algo.
Dustin sonrió y abrió el regalo. Era un pequeño set de mecánico. Abrazó a su prima con fuerza, ella sabía lo mucho que le apasionaba la ciencia, los inventos...Siempre trataba de crear nuevas máquinas a partir de piezas de sus juguetes o de algún ordenador viejo, pero se acababa lastimando las manos porque no tenía material adecuado.
—Yo no te he comprado nada—se quejó Dustin, avergonzado.
—No te preocupes Dustin, solo necesito que me prometas algo—Le dijo, mirándolo a los ojos para que entendiese que iba enserio.
—¿El qué?
—No más secretos. Sé que no soy tu hermana mayor de verdad, pero te voy a apoyar y ayudar en todo Dustin. Quiero que confíes en mi. No puede volver a pasar lo de hace un mes.
—Tienes razón. Lo siento. No más secretos.—le dijo elevando su dedo meñique.
Elena se rio y entrelazó su meñique con el de Dustin.
