—Exacto, ¿te acuerdas? —¿Richard Vallaj iba a llevarme a Disneyland?

—Sí —iba a terminar la oración por él—, tu plan era llevarme a…

—A Magic Kingdom —él terminó la oración por mí; aunque tal vez yo sí fui a Disneyland, solo que era un bebé y ya nunca fui de nuevo.

—¿Compraste dos boletos para ir a Magic Kingdom?

—Sí; tú y yo tenemos una cita, jovencito, así que ve a vestirte —él me miró total y completamente enamorado de mí; ay, Richard, ojalá algún día pudieras saber lo mucho que te amaba o eso pensaba; no, no solo lo pensaba, sino que lo sabía.

Entré a mi habitación, vi a papá en el fregadero; él lavaba los trastes del desayuno de Richard, yo no desayuné, pero sí podría resolverlo de camino a Magic Kingdom. Corrimos al aeropuerto más cercano (que básicamente era el de Chicago); Richard ya tenía todo planeado, porque llegó a la casa de mamá muy temprano y era bastante temprana la hora en la que pasó a buscarme para irnos. Y yo siempre había querido ir a Magic Kingdom

Fue un día espectacular, no hubo muchas personas que podrían considerarse fans míos o de mi música, ¿tan poco era mi impacto? Eso ni siquiera me importaba y era mejor porque se suponía que me fui por una emergencia y estaba en Magic Kingdom con mi novio (era, y se sentía, tan bonito poder referirme así de Richard; así como también era muy hermoso poder decir que era, al fin, mi novio). No debí estar ahí.

Llegamos a la casa de mamá un par de horas después, no pude subirme a tantos juegos porque, a pesar de que era el mes de julio, sí hubo muchísimas personas en el parque; además de que me detenía a saludar, firmar un par de autógrafos y tomarme un par de fotografías con mis fans; míos y de mi música. Al llegar, saludé a mamá.

—Mamá, quiero presentarte a alguien —le hablé en cuanto la vi—. Él es Richard —le presenté a mi novio—. Richard Vallaj.

—Es un gusto, y un enorme placer, al fin conocerla y compartir este momento de su vida conmigo —mamá se sintió bastante halagada, pero ¡qué educado, Richard Vallaj! De nuevo, me llegó la idea de él siendo un príncipe y sonreí al respecto.

—¡Qué muchacho tan encantador tiene el privilegio de decir que es tu novio, Louis Gerald! —Richard tomó su mano y le dio un beso en la parte trasera de la palma de su mano, ella se sintió halagada y se sonrojó un poquito—. Dios, eres todo un príncipe…, Richard, ¿verdad? —le dije a mamá que su nombre era Richard hacía apenas un par de segundos ¿y ya lo había olvidado?

—Sí, es correcto, soy Richard, señorita Brown. Ya nos conocimos hoy en la mañana, solo que salió con prisa al hospital a hacer su trabajo y no pude presentarme como era debido —Richard le hizo una gran reverencia a mamá y volví a sonreír como idiota. Él fue la primera pareja que le presentaba a mamá; nunca le presenté ni a Marie ni a Logan, mucho menos a Graham (y supo tanto de Marie como de Logan, de Graham no supo nada)—. Gracias por permitirme la oportunidad de por fin conocerla a usted y a su amable esposo, siempre había querido esto —un ataque de tos me invadió e hizo que me sonrojara por completo, mamá y Richard se preocuparon, porque comencé a toser bastante fuerte.

—¿Estás bien, cariño? —mamá y Richard hablaron al mismo tiempo y eso hizo que estallara en una risa nerviosa (que más bien, se escuchaba sarcástica).

—Estoy bien, es que yo creo que me tragué un insecto o algo; pero todo bien, solo fue una ligera tos —mi tos se debía a que Richard se refirió a David Train como el esposo de mi mamá; y tal vez aún seguían siendo un muy feliz y sagrado matrimonio.

—¿Ligera? —Preguntó mi mamá—. Dices que te tragaste un insecto, pero ¡te estabas ahogando! Eso no pasa cuando te tragas un insecto, definitivamente.

Anochecer Tras El Amanecer (Dylan's Version)Where stories live. Discover now