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Un intento de suicido, mucha sangre, las manos temblorosas de Brandon no lograban sostener tu teléfono para llamar al hospital.
Sissy, la hermana de Brandon, se había cortado los brazos en el baño, derramando su sangre en el frío suelo.
Para él pasaron horas, su tiempo se volvía lento y desesperante, odio la idea de a verse peleado con su hermana, mandarla al carajo de su departamento, se odio así mismo por a verla tratado de esa forma cuando sabía que Sissy no pasaba por buen momento.
Pero ya estaba en el hospital, alado de ella, esperando a que despertará. Verla así le dolió mucho, pensaba que si él no se podía cuidar, ¿Cómo cuidaría a su problemática hermana? Pues tenía que cambiar, dejar los vicios de lado, comenzar de nuevo y no volver al pasado, -¿Por qué suena tan fácil?- sabía que no lo era, tenía que conseguir un psiquiatra, un trabajo nuevo, un lugar lejos donde se sintiera cómodo o realizado.
A las pocas horas Sissy abrió sus ojos pesadamente, dirigiéndose a la triste mirada de Brandon, ambos no se atrevían a hablar respecto a la situación, así que era oportunidad de Brandon contarle su nuevo plan de vida, pero... Sutilmente.
-¿Te gustaría irte de New York?- pregunto Brandon sosteniendo la débil mano de la contraria, le miraba para hacerla sentir en confianza.

-¿Piensas irte?- contraatacó Sissy.

-Comenzar de cero, tu y yo, en un lugar nuevo, ¿No te parece genial la idea?- sonrió Brandon, ella se contagió de su sonrisa, adoraba verlo así, porque si él es feliz ella también lo era.

-Claro, suena grandioso... Quisiera olvidarme de todo, dejarlo atrás.-

-Yo igual, Sissy.-

Se levantó de su asiento para darle un pequeño beso en la frente de su hermana, le acarició su rubia cabellera en forma de despedida.
-Entonces iré a preparar todo, volveré para sacarte de aquí.-

Al día siguiente llamó a su jefe, para renunciar, no le dió explicaciones, simplemente le pidió que no volviera a buscarlo a él ni a su hermana, los dos eran amigos, pero después de que su propio jefe se acostará con su hermana eso le hizo enfadar tanto que tal vez lo tome como una razón por a ver renunciado.
Después, fue al hospital para ver a Sissy, ya mejor podía llevarla a casa, ahí discutirían a dónde viajar.
-¿Qué tal Francia?- opinó Sissy mientras veía un periódico, había imágenes de lugares hermosos en todo el mundo.

-Es bastante turístico, siempre habrá muchas personas. Nos hartaremos.- Brandon buscaba en su laptop agencias de viajes y también encontró en internet puestos de trabajos libres en diferentes países, ninguno le llamaba la atención.

-Es imposible, casi todos los países son recurrentes.-

-¿Qué tal Escocia?-

-¿Escocia? Bueno, es lindo...-

Brandon se acercó a Sissy con su laptop y le enseñó que había un puesto en el departamento de policía en Escocia, no parecía peligroso, según la descripción sólo era asistente u oficinista.

-¿No estás cansado de ser oficinista?- preguntó Sissy mirándolo divertido.

-Pero esto es diferente...- suplicó Brandon, Sissy sólo se limitó a reír.-¿Qué es tan gracioso?-

-Pareces un niño por su dulce, ¡Bien! Sería un gran cambio entonces, ¿Y en dónde viviremos?- aceptó Sissy, finalmente a la decisión de dónde irse.

-Si, sobre eso... Hay un sitio donde ya podemos comprar la casa ¿O prefieres un hotel?-

-Una casa.-

-Perfecto, en una semana estará todo listo, la llamada al trabajo, la ubicación de la casa, listo todo; eso compraré los boletos para irnos.- dijo entusiasmado.

Sissy se lanzó a abrazarlo fuertemente mientras le agradecía, y Brandon sabía porque.

(...)

Abrió la puerta de su nueva casa, una mujer se había encargado de limpiarla antes de que ellos vinieran, lo cual agradeció internamente, sólo quería llegar y lanzarse a la cama para descansar del pesado viaje, al igual que Sissy, se aventó a su nueva cama, por suerte, cada uno tenía su habitación, pensaban en familiarizarse con la casa después.
El trabajo de Brandon empezaba pasado mañana, así que era un alivio tener tiempo para procesar todo lo que había sucedido en tan solo 2 semanas, demasiado rápido, pero contento de que todo se arreglará, de que no pasará algo más, estaba en paz sabiendo que su hermana ahora estaba a salvo, de ella misma y del pasado, al igual que él.

Al día siguiente, temprano se encontró con Sissy haciendo el desayuno, aprovecho que ella estaba concentrada en hacer la comida de espaldas, silencioso se acercó a ella y la tomo de los hombros para asustarla.
-¡Por dios! ¡BRANDON! ¡Joder! No vuelvas a hacer eso.- le gritó mientras observaba cómo su hermano no paraba de reír, después no resistió, ganándole la risa, por liberar de algún modo el susto.

Mas tarde, después del desayuno, desempacaron toda su ropa, acomodándola en los enormes roperos que ya se encontraban en la casa.
Al acabar Sissy agarro el control remoto de la televisión, estaba aburrida, no quería salir pero tampoco quería hacer algo mas, simplemente gozar de su nuevo lugar.
Brandon, por su parte le mencionó a Sissy que saldría para saber el camino al trabajo, y como es costumbre en lugares como Alemania, Escocia y Reino Unido siempre llovía, pero ellos habían olvidado llevar un paraguas, ni siquiera habían adquirido uno en New York, sin más remedio camino a lo que sería el departamento de policía.
Vio el edificio, bastante antigüo pero bien cuidado, lo observaba de lejos, podía ver cómo había personas saliendo y entrando a todo momento.

Casi no pudo conciliar el sueño por lo nervioso que estaba por ir a su trabajo, Sissy le había hecho su desayuno, comió rápido y casi en un suspiro desapareció de la casa.
Al entrar al departamento habían una enormes escaleras que seguramente se dirigían a diferentes oficinas, no estaba seguro a cual ir para enseñar su boleta de ingreso, hasta que afortunadamente apareció una chica, parecía detective con esa vestimenta.
-Uh, disculpe, soy Brandon Sullivan, vengo de New York por este trabajo de asistente, tengo mi boleta que me pidieron para poder trabajar aquí, ¿Sabe a quien debo ver?- habló seguro, pero torpe de su manos por el escandaloso frío tratando de sacar su papeleo.

-Claro, no se preocupe. Es por las escaleras, a la tercera puerta se encontrará con nuestro sargento Ray Lennox hablé con él para su puesto.- indicó amable la chica.

-Se lo agradezco.- dijo, sin más fue por las escaleras hasta la tercera puerta que claramente decía el nombre del sargento grabada en ella, la golpeó levemente para después escuchar un tenue 'pase'.
Preguntas y más preguntas, después de un rato, le confirmo que efectivamente estará trabajando con ellos, pero no sin antes conocer a su nuevo compañero.

-Perdone, ¿Compañero? Pensé que necesitaban a un asistente u oficinista...- aclaro Brandon.

-Bueno... Hemos tenido complicaciones para actualizar la información de nuestra página, le ruego que me disculpe por no ser claros al principio y hace poco nuestro mejor detective volvió de una recuperación y necesita un nuevo compañero, ¿Le molesta? No abra problema si no quiere, en un tiempo más puedo conseguirle otro puesto.- explicó Ray.

-No, no está bien, me quedaré como compañero.- confirmo.

-Bien, en ese caso...- Ray tomó el teléfono de su mano derecha y empezó a marcar números.-Hey, Gus ¿Puedes hablarle a Bruce un momento? Tiene que venir a conocer a su nuevo compañero... Sí, por favor. Gracias Gus.- dijo y colgó.-En un momento viene.-

"Bruce..." Pensó, todavía ni lo conoce y siente que hasta su nombre es hermoso.
Y esos minutos pasaron como agua, escucho los leves golpes en la puerta, después su voz... "Hermoso acento." Pensó de nuevo.
Y luego miro su rostro.

"Mierda..."

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora