Nie Huaisang lo notó, es por ello que se mantuvo tranquilo y trató de no sonar desesperado o aterrado, así habló a su hermano y le pidió que se calmara y respirara, Jin Guangyao se acercó a su prometido y dando una mirada preocupada a su futuro cuñado, se volteó e intentó calmar a su amado, este estaba más intranquilo, incluso su sable parecía inquieto. 

Era de conocimiento público que los Nie, eran muy susceptibles a tener desviaciones de Qi, sin importar si eran jóvenes o fuertes, esto debido a que sus sables eran usados a partir de la energía resentida de las criaturas y demonios que asesinaban, en muchos casos, el portador no podía controlar sus emociones, ocasionando que el espíritu de su sable se salga de control, provocando el rompimiento del mismo y la muerte del dueño.

Jin Guangyao más preocupado aun por ver a su prometido en tales condiciones, se abrazó a él intentando calmarlo, al ver que no funcionaría, se arriesgó y besó a su amado, esto pareció calmarlo, concentró su poder espiritual en una de sus manos, puso esa mano en la frente de su amado, pasándole de su energía, para que así su mente puediese ser aclarada, afortunadamente eso funcionó, el líder Nie volvió en sí y sujetó al Jin de la cintura y acercándolo un poco más, continuó el beso.

Aquel acto era muy vergonzoso para ser realizado en público, cuando se separaron finalmente, pudo observar al pequeño doncel con un increíble sonrojo en el rostro que iba extendiéndose hasta su cuello, si hubiesen estado en otras circunstancias, el Jin jamás hubiera sido el primero en tomar la iniciativa de realizar aquellos contactos tan íntimos, pues le resultaba muy vergonzoso hacerlo, el líder Nie no podía perder aquella oportunidad, por supuesto.

Todos los miraban incrédulos e incluso con sorpresa e incomodidad que hasta incluso habían dejado de luchar entre sí, pues aquella situación los había tomado por sorpresa, ante la conmoción, Nie Huaisang abrió su abanico y con cuidado de ser descubierto, lo llenó con energía espiritual y en un movimiento rápido cortó la garganta del guardia Wen que lo sostenía, así liberándose finalmente, todos abrieron la boca pasmados por lo que acababan de ver.

Nie Huaisang quizá no era bueno manejando el sable, pero sí que era bueno con los abanicos, un doncel capaz sin duda, incluso su hermano estaba sorprendido, el líder Nie, siempre había estado en desacuerdo en que Nie Huaisang se concentrara en pintar abanicos, paisajes o escribir poesía, pero ahora se daba cuenta, de que no era del todo malo.

Pasada la conmoción, los guardias Wen volvieron a luchar con los líderes de las cuatro sectas, pero no podían entender el porqué ni su líder o siquiera Wen Zhuliu el fiel subordinado de este, aparecían, si aquel alboroto podía escucharse hasta en el rincón más alejado de Ciudad sin Noche.

Algunos de esos guardias y discípulos Wen, fueron reducidos en minutos, otros, fueron a la habitación de su líder, en busca de instrucciones y ayuda, pero de nada sirvió, pues desde dentro nadie respondió, quisieron irrumpir en la habitación a la fuerza, pero recordaron la advertencia e instrucciones de su líder.

"Una vez que yo esté en mis aposentos, no quiero que nadie me interrumpa, saben lo que tienen que hacer, no quiero vivo a ninguno de esa sarta de líderes inútiles, nadie de esas estúpidas sectas debe quedar vivo, si al día siguiente, no veo sus cabezas en una bandeja, ustedes serán su remplazo"

Todo había resultado mal, en lugar de que sean los Wen, quienes acaben con aquellos líderes, estos los estaban derrotando a ellos.

Pero, no podían perder tan fácilmente, ninguno quería ser víctima de la ira de su líder, se dieron media vuelta y con más guardias y discípulos Wen, volvieron a enfrentarlos, los líderes de la oposición estaban en clara desventaja, a pedido de su líder, por no decir, exigencia, los líderes no debían de llevar más de cuatro discípulos en su comitiva, ya que si lo hacían era una clara muestra de rebelión.

Wei Ying "ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ"|| WangxianWhere stories live. Discover now