—Si pudiera regresar el tiempo pasaría todos los días que estuve tratando de recuperar a Maia contigo, no en una batalla perdida.

—No fue una batalla perdida, ustedes se amaban—le recuerdo recostada suavemente en su pecho. Acaricia los mechones de mi cabello rubio y le hago saber que me encanta cuando hace eso dejando un delicado beso en su mano.

—Sí, pero no supe manejar todo eso bien y no quiero cometer los mismos errores contigo, no quiero ser egoísta. No contigo, eres demasiado buena para seguir con alguien como yo.

—¿Cómo tú? —me burlo levantando la cabeza y mirándolo a la cara.

— Sí. Un caso perdido. Fui malo con mi hermana cuando quiso empezar una relación con mi mejor amigo, me aferré a una idea y traté de manejar su vida. Tengo tantos fracasos tras de mí.

Suelto un pesado suspiro, porque sí, hizo mal al querer separar a su hermana Cassandra de su mejor amigo, pero sé que nunca lo hizo con una mala intención, todavía recuerdo cuando me contó de su enfermedad, era la primera vez que lo hablaba con alguien y estaba enloquecido por todo lo que tenía que dejar preparado y por supuesto su principal preocupación se centró en dejar protegida a su hermana. Pensó que la relación con su amigo Adam fracasaría porque este era padre soltero y no de uno si no de tres adorables pequeños de siete años, no vio el amor que nació entre ellos y se aferró a una idea errónea.

—Jamás te juzgaría, David—le confieso recordando parte de mi pasado—, creo que hay cosas peores que equivocarse tratando de proteger lo que amas.

—¿Por ejemplo?—me pregunta intuyendo que estoy hablando por mí.

—Por ejemplo quedarse callada.

—¿Algún día me dirás de lo que estás huyendo?—lo veo nuevamente y sonrío ampliamente besándolo en los labios.

—Sí. Cuando seamos oficialmente marido y mujer, así no me dejarás por nada del mundo—bromeo tratando de desviar la atención, me frunce el ceño y no es por la mención del matrimonio, es porque nuevamente evado el tema de por qué siempre parece que me escondo.

—¿Y hacerte una viuda a tus veinte años? No creo que ninguna chica quiera eso, nena.—me encojo de hombros.

—Tal vez si preguntas te sorprendas, pero dejemos eso de lado y vayamos a descansar. Tenemos un mar de cajas por abrir y una vida que compartir.

—Me sorprende lo positiva que eres, tengo veintinueve años y más experiencia que tú, pero siempre logras hacer que mi vida brille.

No puedo evitar sentirme avergonzada por el cumplido, todavía es algo en lo que trabajo porque de donde vengo no es común recibir palabras tan sinceras. —Algunos vieron mi "brillo" como una desventaja—susurro.

—¿Cómo?

—Nada, pregunté que si irás a visitar a los Miller este viernes, quiero estar preparada para desocupar tu agenda.

Los Miller son la familia del ahora esposo de su hermana. Son una enorme familia que siempre me pone de buen humor, pero de la que todavía no me aprendo todos los nombres.

—No lo sé. Creo que podría hacerlo, pero sería mejor ir a hacer el super, no quiero que dejemos las cosas a último momento.

Sí, somos muy malos para las cosas domésticas, pero un buen complemento porque donde yo limpio él cocina mejor de lo que alguna vez admitirá. En los demás detalles siempre estamos corriendo, como abastecer la alacena.

—¿Seguro que es por eso?—mi cuestionamiento lo hace quejarse.

—Sí, lo que pasa es que no me gusta estar ahí sin haberles dicho de mi enfermedad. Me siento culpable.

—Creo que lo harás a tu tiempo, no te presiones, David.

—Podemos ir a adoptar esos cachorros que tanto quieres.

—¿De verdad? ¿Este viernes? Ni siquiera recuerdo que te gusten los animales—trato de darle la salida perfecta para que retire su propuesta porque no quiero obligarlo a algo que claramente no le gusta.

—Pero a ti sí y quiero darte todo lo que tu corazón desee.

Ojalá hubiera sabido que ese solo sería el inicio de su terrible enfermedad. Nunca fuimos para adoptar esos cachorros, ni tampoco completamos la idea del matrimonio, pero estuve para él en todo momento.

Y nunca lo abandoné, hasta que él sí lo hizo.

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¡Y aquí iniciamos por segunda ocasión! De momento solo puedo compartirles el prefacio, pero más tarde les publico el primer capítulo. ¡Hoy ha sido un día de locos! Vengo de una entrevista de trabajo y voy para clases así que más tarde prometo darles algo más de Shelby y Nico.

-Vane

Todo o nadaWhere stories live. Discover now