-𝖳𝗁𝖾 𝖡𝗅𝖺𝖼𝗄 𝖯𝗁𝗈𝗇𝖾

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El miedo de ambos fue en aumento y en aumento, Billy ya comenzaba a jalarse el cabello por el estrés, si algo le pasaba a su primer hijo, se iba a sentir tan culpable hasta la médula.

-¡Vance!¡Maldita sea, hijo!

Billy y Tim se dieron a la tarea de buscar a Vance durante una semana, pero jamás lo encontraron.

Tan solo había ido por leche.

Mallory y Billy se estaban carcomiendo vivos, y eso lo notaban sus hijos menores. Billy volvió a fumar por el estrés, y Mallory volvió a tomar.

No había noche en que Mallory y Billy no llorarán por la desesperación de no encontrar a su hijo, y mientras más pasaba el tiempo, más era probable que él no apareciera.

El tiempo paso y paso, y nada, nadie encontró nada. Pero todos estaban seguros de que había sido el raptor que asechaba las calles.

Y de ser así, Vance ya debería estar muerto.

Mallory se apagó por completo ante la pérdida de su primer hijo, se la pasaba todo el día en el sillón con una botella de cualquier alcohol. Billy salía todos los días a buscar a Vance con la angustia atorada de su hijo y además la de su esposa, quien se apagaba más a diario.

Finney y Gwen intentaban animar a su madre, pero ella seguía igual.

¿Cómo culparla? Perder un hijo no tiene nombre. Y menos perder al primero, aquel por el cual lo diste todo al principio para aprender.

Aunque la cereza del pastel, fue cuando de la nada otro Hopper desapareció, y fue el mismísimo hijo adoptivo de Eddie Munson y Thimothee Hopper, Robin Hopper. Él tan solo fue a comprarle dulces para su primo Finney, y no regresó.

-El se fue... Se fue y me dijo que iría por dulces, yo confíe en él.-Hablaba Eddie mientras temblaba a Billy.-¡Lleva un maldito día desaparecido!

Tim no podía procesar que su único hijo estuviera en la misma situación de su sobrino, y si el patrón se repetía, Robin también tendría probabilidad de estar muerto.

-¡¿Cómo demonios es malditamente posible que no tengamos ni una maldita pista?!-exclamo Billy golpeando el pizarrón donde conectaban los casos.-¡Es un maldito pueblo de mierda, es demasiado pequeño para que nadie sepa dónde está mi hijo!

Tanto Billy como Tim comenzaron a ponerse agresivos en sus trabajos, así que los tuvieron que sacar temporalmente hasta que resolvieran los casos de sus hijos. Pero eso no hizo que pararan, de hecho les encendió la mecha aún más.

-Mall.-llamó Eddie a su cuñada la cuál estaba recostada en la cama de su hijo mayor, abrazando las ropas de este.

Eddie traía una bandana de Robin en la muñeca.

-Yo le dije que fuera por la leche...-balbuceo Mallory dirigiendo su mirada llorosa a Eddie, el pelinegro frunció el labio y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Yo lo deje ir solo...-hablo de igual manera Eddie mientras su voz re rompía poco a poco.

El secuestro de un hijo es algo cruel, no sabes su estado, no sabes si regresará, no sabes si podrá salir de dónde está... Piensas en cosas como el que no pudiste protegerlo, en el que no hiciste suficiente. Es un estrés y angustia constante.

-¿Qué demonios no estamos viendo?-pregunto Tim a Billy, quien fumaba un cigarrillo.

-No lo sé...

Billy bajo su cigarrillo, luego rió por lo bajo.

-¿Porqué ríes?-pregunto Tim con molestia.

Billy miro a Tim.

-Recorde esa navidad cuando Vance y Robin rompieron aquel jarrón de Jim y luego culparon a Eddie.-Tim rió levemente al recordar eso.-Tendrian unos... Siete y cuatro años.

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡, 𝑠𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑀𝑎𝑙𝑙𝑜𝑟𝑦 [Stranger Things] [ CANCELADA]Where stories live. Discover now