. ·ʚĭɞ𝗱𝗮𝗹𝗶𝗮 (𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹)

709 109 1
                                    

Sin darme cuenta, había pasado un año, tiempo en el que no sucedieron realmente cosas novedosas

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Sin darme cuenta, había pasado un año, tiempo en el que no sucedieron realmente cosas novedosas. Minho fue con sus hermanos tres meses a Seúl, tiempo en el que yo realmente lo extrañé, cuando regresó, juró nunca volvería allá, al parecer, no le gustó el ambiente de la ciudad, aunque Minju y Taeyong lo visitan cada fin de semana, cuando pregunté el motivo por el que venían desde tan lejos ellos solo respondieron "No podemos vivir un solo segundo sin nuestro hermanito", tan tiernos, oh, además, ahora vivimos juntos, y Honnie por fin pudo adoptar a un gatito al que llamó Dori.

Jeongin y Minho siguen trabajando en aquella florería, al parecer, Felix desarrolló un cierto de apego hacia mi chico y al ahora rubio, al igual que Hyunjin y yo seguimos en el estudio de enfrente, quizá de alguna forma, todos le tememos aún al cambio.

Y hablando de Felix, él y Changbin adoptaron a una pequeña niña a la que llamaron Chaeryeong, al parecer sus cinco años de relación dieron aquel resultado. Seungmin conoció a alguien más en la universidad, aun así, seguimos en contacto ya que de vez en cuando salimos con todos, y sobre Jisung, él sigue estudiando, aunque siempre me recalca cuando habla con Minho que me lo quitará, ja, si claro.

Cuando cumplimos cinco meses, Min se tatuó aquel boceto por fin terminado que había diseñado hace meses, dijo que él quería algo especial, así que él optó por eso. Hoy cumplimos un año, y tenía en mente una sorpresa.

Quizá las dalias son las flores más románticas de las que he leído, tantos colores y aún así la mayoría significan el amor que se tiene hacia una persona, y para mí, esa persona es Minho, quizá en algún momento de ese año habíamos tenido problemas, pero nada grave.

Ahora, estábamos recostados, Minho tenía su espalda recargada en mi pecho mientras su cabeza reposaba en mi hombro y sus piernas estaban flexionadas, esta vez, no había cenas románticas de por medio como siempre, solo acostados viendo una de nuestras películas favoritas, sintiendo el calor del otro, no necesitábamos más.

—¿Sabes? Podría acostumbrarme a esto diario, por el resto de nuestras vidas. —habló mi ahora castaño.

—Oh, sería increíble.

—También adoptaría más gatitos, serían como nuestros hijos.

—¿Y los de verdad?

—Ah, Christopher, sabes que realmente me gustan los niños, pero quizá no ahora. —sabía que estaba buscando una manera linda de decirlo, pues sus manos comenzaron a moverse nerviosamente.

—Lo sé, calma.

—Gracias por entender.

Alzó su cabeza para darme un beso, pero yo fui más rápido y comencé a dejar besitos por toda su mandíbula, bajando con lentitud hacia su cuello y posteriormente a sus clavículas, donde dejé marquitas rojas que sabía al día siguiente desaparecerían.

Cuando un pequeño gemido salió de la boca de ambos supe que debía parar, bueno, solo por un momento.

—Espera, cariño, tengo algo para ti.

—Uhm, ¿qué es?

Busqué en la bolsita del pantalón aquello y lo saqué con cuidado de que Minho no lo viera, me removí y salí del sofá para ir por lo demás.

—¿Podrías cerrar los ojos? Por favor, quizá tarde un poquito.

—De acuerdo.

Él me hizo caso y fui en dirección a la cocina en dónde tenía un ramo de dalias de colores, específicamente de colores rosas, violetas, amarillas, una blanca y unas cuantas rojas, todas con un significado lindo.

Coloqué con cuidado la cajita la cual ya estaba abierta mostrando a la perfección dos bonitos anillos.

Me dirigí a la sala, viendo cómo Minho aún seguía con sus ojitos cerrados. Sin hacer mucho ruido, me agaché imitando la posición que se hace cuando se va a pedir matrimonio, solo que no iba a hacer eso.

—Bien, amor, puedes abrir los ojos.

Honnie abrió los ojos despacio, acostumbrándose a la luz, agachó la cabeza y casi se sale su alma de su cuerpo ante tremendo suspiro que hizo.

—Chris...

—Quizá, en algún momento te proponga matrimonio, pero no ahora, pero ahora, quisiera que ambos lleváramos algo significativo... ya sabes.

Minho pareció llorar, pues sus ojitos estrellados estaban rojos, tomó la cajita y sacó uno de los anillos, me tomó la mano izquierda y colocó el anillo, este encajaba a la perfección.

—Me gustaría pasar toda la vida contigo, Chris.

Agarré el anillo sobrante, Minho tomó el ramo y eso me dio la oportunidad de agarrar su mano y dejar un beso en sus nudillos, para colocar el anillo.

—Y créeme, que así será, Min, te amo.

Minho notó la nota que estaba en las flores y la abrió con cuidado para comenzar a leerla.

Hola cariño, ¿En qué momento ha pasado un año? No lo sé, pero de algo estoy seguro, no me arrepiento de haberlo pasado contigo.

Quisiera pasar mi tiempo contigo,  quisiera que tú fueras la primera persona que vea al despertar, y la última al final del día al dormir mientras nos contamos como nos fue en el día, adoptar treinta gatitos si así lo quieres y tener un jardín de flores, pues sé cuánto te gustan.

El algún momento, adoptar a unos pequeñitos y verlos correr y jugar por la casa, mientras tú y yo nos abrazamos a ver una película; contarles en algún momento nuestra historia de amor y nuestras anécdotas.

También quisiera casarme contigo, si es que así me lo permites, siendo sincero, quisiera experimentar todo junto a ti.

Quien sabe, quizá hasta envejecer, en estos momentos no suena mala idea.

En fin, te amo, Minho, no lo olvides nunca, sabes que uno más uno es igual a tú y yo.”

Esas palabras fueron suficientes para que él se lanzara sobre mi y comenzara a besarme con parsimonia, ahora no había segundas intenciones de por medio, solo éramos dos almas disfrutando del calor del contrario, un momento que realmente disfrutaríamos.

Esto solo era un paso más a nuestra relación, no me gustaría pensar en el futuro, disfruto viviendo el ahora, con lo que tengo y con la persona que está a mi lado.

—Te amo, Christopher.

Sí, me encantaba aquello.

FIN.

*Se considera a las dalias una flor muy romántica, pues cada uno de sus colores está relacionado al amor.
La amarilla simboliza la fidelidad y la unión mutua.
La blanca expresa sentimientos de “seducción” a una persona.
La roja simboliza el querer eterno.
La rosa significa el querer hacer feliz por siempre a una persona, la delicadeza y la sutileza.
Y la violeta significa que el amor que se siente a una persona es fuerte y crece cada día.

. ·ʚĭɞ𝟭+𝟭=𝘆𝗼𝘂 𝗮𝗻𝗱 𝗺𝗲<𝟯 𓇗. | Minchan Kde žijí příběhy. Začni objevovat