Demon Lord

Dark Lord Mansion III

Al atravesar el portal, Beelzebumon se encontraba en una enorme mansión de toque victoriano y llena de lujos Tan solo el recibidor era como una museo de historia que albergaba obras finas de pintura y esculturas gigantescas, muchas de ellas haciendo alusión al digimundo y sus diversas facetas, algunas de estas que ni siquiera podría imaginar. Perderse como si se tratara de un laberinto era algo posible en el hogar de Grand Dracumon.

—¿Qué es todo esto?— preguntó el demonio caminando mientras cargaba al hombro su nuevo compañero.

—Oh... Esto es solo una vanidad, no puedo evitar ser un excéntrico. Estos son algunos panoramas que me han conmovido, antes de confinarme aquí, conocí cada rincón de este universo. El digimundo es un lugar más vasto de lo que puedas imaginar—

—Tengo la impresión de que he estado aquí... Hay un aroma— agregó Beelzebumon olfateando.

—Esa es la razón por la que te traje, pero primero tu amigo necesita descansar debidamente— El vampiro chasqueó los dedos y una ráfaga de murciélagos arrebató a Lucemon —Asegúrense de que reciba nuestras mejores atenciones hasta que se recupere— La nube de criaturas se llevó a Lucemon por un corredor, casi como si fuera la corriente de un río.

—No entiendo lo que dices—

—Estoy buscando a un sucesor desde hace mucho tiempo, eras un buen candidato hasta que decidiste ir al mundo análogo y buscar otra fuente de poder. La razón por la que mi hogar te parece familiar es porque parte de tu formación fue en mi primera morada. Yo fui el que edificó Dark Lord Mansion y también todo su sistema de estudio—

—¡¡JAJAJA!! Increíble... Eres un bribón después de todo, has estado moviendo los hilos desde aquí—respondió el demonio después de carcajearse, le parecía gracioso estar en primera fila ante algo que alguna vez había sido tan distante, su camino le había llevado a este punto inevitablemente.

—Sigo esperando a que llegue quien siga la pureza de lo que me conforma, el conocimiento prohibido al que muchos llaman "maldad". Está bien por mí que seas un Demon Lord pero te daré a elegir... Tengo suficiente poder para anular la energía humana que te llevó a esta etapa y que regreses a ser Vamdemon, yo mismo te entrenaría para que tomes mi lugar o puedes fungir en esta dimensión como el Demon Lord que ahora eres—

Beelzebumon se quedó atónito al escuchar esto, gran parte de su vida solo había querido poder insaciablemente y tenía al frente lo podría ser la mayor oportunidad de lo que fueron alguna vez sus deseos. Sabía que Grand Dracumon era el ser más poderoso que jamás había conocido, podía percibirlo pues estar cerca de él era como un vórtice infinito.

Sin embargo, las experiencias lo habían cambiado. La sed de poder había pasado a un segundo plano después de haber conocido el mundo posiblemente de una forma en la que otros seres podrían presumir; amaba su libertad, tanto que ni siquiera le interesaba fungir como un Demon Lord. Beelzebumon solo quería viajar en Behemoth y tener nuevas experiencias siempre e incluso amigos pues el valor de la amistad se había pronunciado mucho a causa de las vivencias con Bancho Leomon y Gankoomon y los demás, definitivamente lo habían marcado.

—Te daré la oportunidad solo esta vez y no habrá marcha atrás sobre lo que decidas...—

—No estoy interesado... tu oferta es bastante tentadora pero tengo otros objetivos—

—Demon Lord de la gula... No me sorprende tu respuesta pero... ¿sabes que no podrás irte de Dark Area, verdad? Así como Lucemon, tu deber es mantener el balance en los sectores que te corresponden. Tu amigo seguramente estará bien con eso, pero tú nunca estuviste contento aquí en tus vidas pasadas.